
El Roosevelt Hotel, un icónico edificio ubicado en el corazón de Manhattan, podría cambiar radicalmente su destino tras la decisión de la ciudad de Nueva York de desalojar a los migrantes que residían en sus instalaciones.
Según informó el New York Post, el inmueble, propiedad del gobierno de Pakistán a través de la aerolínea estatal Pakistan International Airlines (PIA), está siendo considerado para su venta, con un valor estimado que podría alcanzar los 1.000 millones de dólares.
La ubicación estratégica del hotel, en un terreno de aproximadamente 3.900 metros cuadrados entre las avenidas Madison y Vanderbilt, lo convierte en un atractivo para desarrolladores comerciales. De acuerdo con el Post, el sitio podría albergar un rascacielos de hasta 167.000 metros cuadrados, aprovechando las recientes modificaciones en la zonificación del área de East Midtown.
Estas modificaciones permiten un aumento del índice de construcción (FAR,) de 15 a 30, siempre que el proyecto incluya mejoras en el transporte y espacios públicos, sujetas a la revisión de la ciudad y la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA).

Aunque aún no se ha emitido una convocatoria formal para la venta, ABC News detalló que la firma JLL, encargada de gestionar la transacción, ya ha sostenido conversaciones informales con importantes desarrolladores como Tishman Speyer, Related Companies, SL Green y Vornado Realty Trust. Se espera que la solicitud oficial de propuestas se publique en la primavera.
El desarrollo de un proyecto de esta magnitud no está exento de desafíos. Según especialistas consultados por el medio, cualquier comprador deberá negociar con el sindicato Hotel Trades Council/Local 6, que tiene un contrato vigente con los propietarios del Roosevelt. Incluso si el nuevo proyecto no incluye un hotel, se deberá pagar una considerable tarifa de terminación al sindicato.
Además, el plan deberá pasar por el proceso de Revisión Uniforme de Uso del Suelo (ULURP) y encontrar un inquilino ancla para garantizar la viabilidad del proyecto, lo que podría extender el proceso entre tres y cinco años.
La ubicación del Roosevelt es uno de sus mayores atractivos. El terreno, que ocupa una manzana completa, tiene acceso directo a la Grand Central Terminal y está rodeado de rascacielos emblemáticos como la nueva sede de JP Morgan Chase y la torre One Vanderbilt de SL Green.

Según New York Post, un posible desarrollo podría combinar oficinas, un hotel y espacios comerciales, consolidando aún más el área como un núcleo financiero y comercial de Nueva York.
Presión financiera
La venta del Roosevelt Hotel no solo representa una oportunidad para los desarrolladores, sino también una necesidad urgente para su propietario, Pakistan International Airlines (PIA).
Según el medio, la aerolínea y el gobierno de Pakistán enfrentan una crisis financiera significativa, agravada por los términos de un acuerdo de rescate de 7.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El fin del contrato de arrendamiento de 220 millones de dólares que la ciudad de Nueva York mantenía con el Roosevelt para albergar a migrantes ha sido calificado como un “grave revés financiero” para PIA, según reportó el Post. La aerolínea, que ha estado bajo presión para generar ingresos, ve en la venta del hotel una oportunidad para aliviar su situación económica.
El hotel, que albergó a decenas de miles de migrantes durante casi dos años, enfrenta ahora un deterioro significativo. Según una fuente de la industria citada por el medio neoyorquino, el Roosevelt ya presentaba problemas antes de ser utilizado como refugio temporal, y su estado actual podría complicar cualquier intento de reapertura como hotel en el corto plazo.

La situación migratoria también ha sido un tema controvertido. Según el medio, no todos los migrantes alojados en el hotel contaban con documentación legal, y algunos tenían antecedentes penales, lo que generó críticas hacia la gestión del espacio por parte de las autoridades locales.
Otros proyectos en Nueva York
Mientras el futuro del Roosevelt Hotel sigue siendo incierto, otros proyectos inmobiliarios avanzan en Manhattan. ABC News informó que el edificio 5 Penn Plaza, ubicado en la Octava Avenida, ha logrado arrendar 19.000 metros cuadrados adicionales tras una reciente renovación. Entre los nuevos inquilinos se encuentran la organización sin fines de lucro NY E-Health Collaborative y la empresa tecnológica Dynatrace.
Por otro lado, el histórico Hedges Inn en East Hampton también ha cambiado de manos. Los nuevos propietarios, Andrew y Sarah Wetenhall, planean transformar el espacio en un restaurante que colabore con agricultores locales y ofrezca eventos comunitarios como noches de bingo y trivia, según el medio.
Finalmente, en el bajo Manhattan, el edificio 40 Wall Street, propiedad de la Trump Organization, ha recibido un impulso con la apertura de Nero Food Lab, un restaurante italiano que también incluye una tienda gourmet y panadería. Este desarrollo llega tras años de vacantes en el edificio, que ha enfrentado dificultades para atraer inquilinos.
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