Esta famosa cadena de restaurantes cierra decenas de locales tras declararse en bancarrota

TGI Fridays, cadena de restaurantes de comida casual, ha vendido o cerrado la mayoría de sus establecimientos propios en Estados Unidos tras acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en noviembre de 2024. La empresa, que en su momento operó más de 600 locales en el país, acumuló una deuda de 37 millones de dólares debido a la disminución de ventas y a una estructura financiera insostenible, según documentos presentados ante el tribunal de bancarrotas.

Desde hace más de una década, la compañía ha enfrentado un declive en su participación de mercado. La crisis financiera de 2009 marcó el inicio de una caída progresiva en sus ingresos, lo que obligó a la empresa a cerrar numerosos establecimientos en años posteriores. A esto se sumó el impacto de la pandemia de COVID-19, que aceleró las dificultades económicas del sector de la restauración.

En 2024, el aumento de la inflación y los cambios en los hábitos de consumo afectaron a diversas cadenas de restaurantes en Estados Unidos. El creciente costo de los insumos y una reducción en la frecuencia de visitas de los clientes llevaron a que TGI Fridays no pudiera sostener su operación en varios de sus mercados clave, de acuerdo con información del sector.

Desde su declaración de insolvencia, la compañía ha ejecutado un plan de reestructuración que incluye la venta de restaurantes a franquiciados existentes y el cierre de otros establecimientos. En enero de 2025, TGI Fridays recibió la aprobación judicial para vender nueve restaurantes a Mera Corp., franquiciado con sede en Cancún, México, por 34.5 millones de dólares. Entre las ubicaciones transferidas se encuentran cinco restaurantes en el Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth y cuatro en Maryland, de acuerdo con informes judiciales.

Además, la empresa vendió 19 restaurantes adicionales a otros operadores de franquicia. Yadav Enterprises adquirió 16 locales por un acuerdo que incluyó 3 millones de dólares en deuda y otros pasivos, mientras que Sugarloaf Hospitality compró tres ubicaciones por 100,000 dólares más costos adicionales. La compañía también rechazó los contratos de arrendamiento de seis establecimientos en Maryland, Nueva York y Nueva Jersey como parte de su reorganización financiera.

Como parte del proceso de ajuste, varios restaurantes han cerrado abruptamente. En la última semana de enero de 2025, los cuatro locales de TGI Fridays en Nevada, ubicados en los casinos Orleans, Sam’s Town, Aliante y Gold Coast de Las Vegas, cesaron operaciones de manera inmediata. Estos eran los últimos establecimientos de la marca en el estado, según reportes locales.

En su mejor momento, TGI Fridays operó 601 restaurantes en Estados Unidos y generó 2,000 millones de dólares en ingresos anuales en 2008. Sin embargo, la crisis financiera de 2009 impactó el negocio, provocando una disminución sostenida de sus ventas. La pandemia de COVID-19 en 2020 aceleró la contracción de la cadena, que no logró recuperar el tráfico de clientes en un mercado afectado por la inflación y cambios en los hábitos de consumo.

Según el registro judicial, el proceso de bancarrota afecta exclusivamente a los 39 restaurantes de operación corporativa que mantenía la empresa al momento de la solicitud en noviembre de 2024. No obstante, TGI Fridays continúa con su red global de más de 400 locales franquiciados, que no están sujetos a la reestructuración. La compañía indicó que su intención es utilizar el proceso del Capítulo 11 para reorganizar sus operaciones y mejorar su rentabilidad a largo plazo.

El aumento de bancarrotas empresariales en Estados Unidos en 2024 ha sido significativo. De acuerdo con la Oficina Administrativa de los Tribunales de EE.UU., el número de empresas que se acogieron a la protección por bancarrota creció un 14.2 % respecto a 2023, con más de 23,000 solicitudes presentadas. El sector de la restauración ha sido especialmente afectado debido al encarecimiento de insumos y al cambio en los patrones de gasto de los consumidores.

TGI Fridays ha indicado que planea continuar operando a través de su red de franquicias y centrar sus esfuerzos en mejorar su estructura financiera. La compañía busca renegociar sus acuerdos con proveedores y enfocarse en estrategias que le permitan recuperar rentabilidad en mercados clave. Aunque las ventas han caído en Estados Unidos, la empresa sigue teniendo presencia internacional en más de 50 países, lo que le permite mantener operaciones a pesar de las dificultades económicas en su país de origen.

Expertos del sector han señalado que la recuperación de la compañía dependerá de su capacidad para adaptarse a las nuevas tendencias de consumo. La competencia con otros restaurantes de comida casual y la preferencia creciente por opciones de comida rápida y a domicilio han cambiado la dinámica del mercado. En este contexto, TGI Fridays enfrenta el reto de atraer nuevamente a su clientela mientras ajusta su modelo de negocio.