La antigua catedral de Cataluña que está a punto de convertirse en Patrimonio de la Humanidad: entre el románico y el gótico catalán

La Seu Vella de Lleida, con más de 800 años de antigüedad, se postula para ser el séptimo bien reconocido de la región por la UNESCO y formar parte de los cincuenta que ya hay en España

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El Turó de la Seu
El Turó de la Seu Vella de Lleida es una de las candidaturas españolas a convertirse en Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. / Freepick

De estilo gótico y con influencias del románico catalán, la Seu Vella de Lleida ha dado un paso adelante en su aspiración de convertirse en el próximo Patrimonio de la Humanidad de Cataluña. Este enclave es la principal representación de la confluencia de ambos estilos arquitectónicos en la provincia del interior catalán. La Seu de Lleida, o iglesia principal de una diócesis en catalán, está ubicada en lo alto de una colina, lo cual favorece su admiración.

Actualmente, la comunidad catalana cuenta con seis bienes reconocidos por la UNESCO: las obras de Antoni Gaudí, el Palau de la Música Catalana (Barcelona) y el Hospital de Sant Pau (Barcelona), el Monasterio de Poblet (Tarragona), el conjunto arqueológico de Tarraco (Tarragona), las iglesias románicas de Vall de Boí (Lleida) y el arte rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica. En el conjunto de España, la cifra asciende a 50, de los cuales 43 son culturales, cuatro naturales y tres mixtos, según la UNESCO. Sin embargo, la candidatura de la Seu Vella podría ampliar este listado en un futuro próximo, según ha informado el periódico de La Razón.

El Turó de la Seu Vella, situado en una colina que domina el centro de Lleida, constituye un conjunto monumental de gran valor histórico y arquitectónico. En este enclave (turó para referirse a una colina en catalán) se alza la antigua catedral de Lleida, conocida como la Seu Vella, acompañada de otras construcciones históricas y rodeada por una muralla que la hace visible desde cualquier punto de la ciudad. La catedral, iniciada en 1203, refleja la transición entre el románico y el gótico catalán, ya que combina elementos de ambos estilos. A lo largo de los siglos XVIII y XIX, el edificio fue utilizado como cuartel militar, lo que añade una dimensión histórica adicional a su relevancia. Uno de los elementos más destacados del conjunto es su campanario octogonal, que alcanza los 60 metros de altura y se ha convertido en un símbolo reconocible en toda la comarca.

El proceso hacia la declaración como Patrimonio Mundial

La candidatura del Turó de la Seu Vella ha sido incluida en la Lista indicativa de España para la UNESCO como bien cultural desde 2016. No obstante, para que la propuesta avance y sea finalmente aceptada, los técnicos han señalado que es necesario cumplir con varios requisitos clave. Las instituciones implicadas mantienen la confianza en que la ciudad de Lleida está “más que nunca” decidida a lograr este reconocimiento internacional. Así lo ha expresado el alcalde de Lleida y presidente del Consorci, Fèlix Larrosa, quien ha afirmado que “esto va de verdad” y que el objetivo es establecer un “cuaderno de ruta” que conecte la historia del monumento con su proyección internacional, según ha recogido La Razón.

Esta construcción se alza como uno de los tesoros de Lleida y atrae cada año a miles de viajeros gracias a su precioso claustro

El Turó de la Seu Vella, con su singularidad arquitectónica y su relevancia histórica, representa una de las principales apuestas de Cataluña para ampliar su presencia en la lista de Patrimonios de la Humanidad. El proceso, aunque complejo y con obstáculos por superar, cuenta con el respaldo de las instituciones locales y autonómicas, que consideran que el momento actual es especialmente propicio para impulsar la candidatura, tal y como ha destacado La Razón en su información.