Estas son las mejores ciudades de Europa para los amantes de la nieve: paisajes invernales únicos entre montañas

El último ranking basado en archivos meteorológicos muestra cuáles son los lugares ideales para quienes buscan una experiencia invernal genuina y un ambiente mágico lejos de lo convencional

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Zermatt, en Suiza (Adobe Stock).
Zermatt, en Suiza (Adobe Stock).

Las primeras nieves despiertan el deseo ancestral del viajero de sumergirse en paisajes invernales genuinos, lejos de los decorados artificiales o de las postales navideñas repetidas. ¿Dónde encontrar este invierno la nieve auténtica en Europa? El último estudio de la plataforma de reservas Omio dibuja un mapa riguroso y detallado: a partir de cincuenta años de archivos meteorológicos y registros de profundidad de la nieve, se ha creado un ránking de las ciudades europeas con mayor garantía de nevadas para la temporada 2025-2026, ideal para quienes sueñan con una escapada blanca imposible de frustrar por el capricho del clima.

Los Alpes: nieve casi asegurada y panoramas de postal

En el corazón de Europa, Zermatt (Suiza) e Innsbruck (Austria) lideran la clasificación con un impresionante 99 % de probabilidad de nieve entre diciembre y febrero. Ambos destinos alpinos no solo prometen paisajes de cuento, con montañas y cumbres cubiertas por un manto blanco, sino también acceso inmediato a pistas de esquí internacionales y experiencias para amantes de la fotografía, la aventura o el relax entre mercadillos navideños.

A escasa distancia, en el Tirol del Sur italiano, Bolzano presume de un 92 % de probabilidad. Esta ciudad, rodeada por las Dolomitas, es un tesoro oculto en invierno, con ambiente intimista, mercados tradicionales y la promesa de nieve bajo el cielo claro de los Alpes italianos.

El norte de Europa revela otros clásicos invernales. Kiruna (Suecia), Rovaniemi (Finlandia) y Tromsø (Noruega) garantizan nevadas fiables y una cultura ligada al frío extremo. En Rovaniemi, la autodenominada “ciudad natal de Papá Noel”, las luces navideñas brillan tan intensamente como la aurora boreal, mientras que Tromsø invita al asombro con la observación de ballenas y noches teñidas por el espectáculo de las luces del norte. Por su parte, Kiruna, más al noreste, concentra el mejor esquí nórdico y extensas áreas nevadas durante todo febrero.

(Fuente: Plataforma Omio)

Europa del Este: tesoros blancos poco explorados

Para quienes buscan destinos menos saturados, el informe de Omio destaca dos joyas: Zakopane (Polonia) y Brașov (Rumanía). A los pies de los montes Tatras, Zakopane desafía el dominio alpino con un 90 % de probabilidad de nieve, conjuga tradición local con aventuras de montaña y un entorno natural poco transformado.

Brașov, en la vertiente rumana de los Cárpatos, asombra al viajero no solo con su manto nevado sino con su centro medieval intacto, telón de fondo para un invierno inolvidable. Ambas ciudades demuestran que, para vivir auténticas experiencias invernales, no es necesario viajar hasta los confines del norte, sino explorar el corazón menos transitado de Europa Central y Oriental.

Burgos encabeza el invierno blanco en España

En el sur de Europa, donde la nieve es menos habitual en grandes ciudades, el norte de España se mantiene fiel a su fama. Burgos lidera el listado español con una media del 24 % de días de nieve entre diciembre y febrero, llegando a casi el 29 % en enero. Le siguen Pamplona, que prolonga el ambiente invernal hasta febrero, y León, que roza el 21 %. Zaragoza, sin embargo, apenas supera el 5 % incluso en sus semanas más frías.

Este alojamiento no es solo espectacular durante los meses de invierno, sino que en los de verano se puede disfrutar de su piscina, a la vez que se contemplan una de las mejores vistas del Valle de Arán

Para los viajeros peninsulares, la conclusión es rotunda: la auténtica escapada blanca pasa por dirigirse al norte. Burgos y Pamplona ofrecen una oportunidad real —aunque no eternamente garantizada— de pasear bajo copos de nieve, revivir la magia del invierno clásico y disfrutar de estampas insólitas en el contexto climático actual.