Estos son los pasaportes más potentes del mundo: el primero permite viajar a 193 países y España se encuentra en el cuarto lugar

El pasaporte, símbolo de libertad y prestigio, se redefine año tras año entre acuerdos diplomáticos, restricciones de visado y la competencia global por una mayor movilidad

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Pasaportes (Adobe Stock).
Pasaportes (Adobe Stock).

Viajar por el mundo requiere, ante todo, un documento que abre fronteras y posibilita aventuras: el pasaporte. Para los ciudadanos españoles y europeos, este pequeño libro es símbolo de libertad de movimientos, ya sea para cruzar los continentes o para desplazarse entre países vecinos del espacio Schengen, donde, a pesar de la ausencia de controles, conviene llevarlo siempre ante imprevistos.

El pasaporte español es reconocido como uno de los más potentes a escala mundial. Sus titulares pueden acceder a 188 países sin necesidad de tramitar un visado, facilitando así el turismo, los viajes de negocios y también la vida de quienes residen en el extranjero. Se sitúa en un rango de privilegio similar al de Alemania, Italia, Luxemburgo y Suiza, cuyos pasaportes ofrecen idéntico acceso sin visado, evidenciando la fortaleza de la documentación europea para moverse con soltura entre fronteras.

Sin embargo, no todos los documentos son igual de poderosos. Según ha logrado documentar el prestigioso Henley Passport Index —un informe elaborado en colaboración con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo— existen países con pasaportes que superan incluso a los europeos en libertad de viaje.

Singapur, la llave global: el pasaporte más poderoso

Pasaporte de Singapur (Adobe Stock).
Pasaporte de Singapur (Adobe Stock).

Entre todos, destaca Singapur. El país asiático ostenta la primera posición: su pasaporte permite entrar en 193 países sin necesidad de solicitar visado previo. Esto convierte a los singapurenses en ciudadanos literalmente bienvenidos en prácticamente cualquier rincón del planeta. La excepción a esta “puerta abierta global” la constituyen unos pocos estados, como Afganistán, Siria, Libia, Sudán, Yemen, Corea del Norte, Turkmenistán, las Islas Malvinas o la República Centroafricana.

Justo por detrás del documento singapurense, Corea del Sur disfruta de un rango de movimiento casi tan amplio, con entrada libre a 190 naciones, mientras que Japón, tradicionalmente en el podio, ocupa ahora el tercer peldaño con acceso sin visado a 189 países. En este “ranking”, Europa occidental asume la cuarta plaza, con España y otros países como Italia, Alemania o Luxemburgo, permitiendo la libre entrada en 188 destinos diferentes.

Cambios recientes y tendencia a la restricción

Uno de los aspectos más llamativos del análisis del Henley Passport Index es cómo, en apenas un año, algunos de los pasaportes más fuertes han perdido capacidad de acceso. En 2024, España y sus vecinas europeas figuraban con la friolera de 194 destinos libres de visado; hoy, esa cifra ha bajado a 188. Singapur, líder global, ha perdido un país en sus últimos registros, aunque la merma es menor que la sufrida por sus competidores europeos.

Este fenómeno responde a los reajustes constantes que se producen en la política internacional de visados —acuerdos bilaterales, cuestiones de seguridad o evolución de relaciones diplomáticas—. Así, el listado de países a los que viajar sin visado puede variar de un año a otro, influyendo directamente en la planificación de cualquier desplazamiento internacional. Mantenerse informado es, por tanto, necesario para evitar contratiempos en ruta.

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De este modo, el pasaporte se consolida como el documento imprescindible para quien sueña con cruzar fronteras. Más allá de lo simbólico, su poder se mide año tras año en función de la actualización de rankings internacionales y de las políticas gubernamentales. Para el viajero español, las posibilidades siguen siendo enormes pese a los ajustes recientes, y su pasaporte sigue abriendo puertas en casi todo el planeta. La competencia global por ocupar la primera posición demuestra cómo, en un mundo interconectado, tener “el billete adecuado” es también cuestión de prestigio, relaciones y acuerdos internacionales.