Este es el pueblo más antiguo de Toledo: un mosaico cultural con más de 800 años de historia, una iglesia del siglo XV y tradición vinícola

Esta localidad situada a una hora de Madrid cuenta con un impresionante patrimonio histórico y cultural que se refleja a cada paso

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Villarrubia de Santiago, en Toledo
Villarrubia de Santiago, en Toledo (Adobe Stock).

Toledo se despliega en el corazón de la Península Ibérica como un tapiz de culturas antiguas, leyendas y huellas de civilizaciones que han forjado la historia de España. En sus pueblos y caminos se mezclan las tradiciones judía, cristiana y musulmana, mientras sus colinas y riberas conservan relatos de antiguas gestas y dinastías. Esta diversidad, potenciada por su ubicación privilegiada y por haber sido capital del imperio en tiempos de Carlos I, se refleja en los pueblos que jalonan la provincia: pequeñas localidades donde cada piedra encierra siglos de memoria y convivencia.

Uno de esos enclaves, con una historia especialmente rica, es Villarrubia de Santiago. Con poco más de 2.500 habitantes y origen documentado en el año 1204, Villarrubia de Santiago ostenta el título de municipio más longevo de la provincia toledana. Su fundación corrió a cargo del maestre Fernán González de Marañón, en un contexto de expansión y repoblación cristiana. Desde entonces, el municipio ha sido testigo y escenario de la llegada de multitud de pueblos: íberos, romanos y árabes han dejado su impronta en las calles, en antiguas edificaciones y en los vestigios que hoy sorprenden al visitante. Este mosaico cultural no se encuentra con la misma riqueza en otras localidades de la región surgidas en épocas posteriores.

A su historia se suma la profunda vinculación con la Orden de Santiago, de la que hereda parte del nombre. Este lazo religioso y militar ha marcado la identidad del municipio y lo ha integrado en una ruta intermunicipal junto a otras veinticinco poblaciones asociadas, todas ellas unidas por la devoción al apóstol y por la singularidad de su legado patrimonial.

Huellas arqueológicas y vestigios romanos

Villarrubia de Santiago, en Toledo
Villarrubia de Santiago, en Toledo (Web de Turismo).

Antes incluso de su consolidación medieval, Villarrubia de Santiago guarda secretos del pasado más remoto. El pueblo cuenta con uno de los yacimientos arqueológicos más notables de la provincia, vestigio de una antigua ruta de la Edad del Hierro y el enclave más antiguo de la región. En este paraje se pueden explorar tumbas y restos romanos que indican no solo el tránsito de civilizaciones, sino también costumbres funerarias y detalles de la vida cotidiana de sus antiguos pobladores.

La presencia romana se suma al crisol de culturas visible en cada rincón del municipio, desde la configuración urbana hasta las piezas recuperadas, que permiten reconstruir la evolución histórica de la localidad mucho antes de su fundación oficial. En el centro del pueblo se alza la Iglesia Parroquial de San Bartolomé, edificada en el siglo XV y dominando el horizonte con su torre de dieciocho metros, visible desde cualquier punto.

El templo, de estilo barroco, guarda un retablo mayor de significativa belleza y constituye uno de los puntos clave en cualquier paseo por Villarrubia. La riqueza religiosa del municipio se completa con la pequeña pero venerada Ermita de El Castillar, la misteriosa Cueva de Yedra y el conjunto de las Llaves de San Pedro, fuentes inagotables de leyendas y tradiciones transmitidas de generación en generación.

Curiosidades y legado vinícola

En la Península Ibérica se esconden algunos lugares únicos y llenos de historia.

No puede entenderse el carácter de Villarrubia de Santiago sin mencionar su tradición vinícola, reconocida con premios y galardones que avalan la calidad de sus caldos. Pero quizá la historia más curiosa sea la de “la maleta olvidada”: un antiguo baúl atribuido a Santa Teresa de Ávila. En su tránsito por tierras manchegas, la santa habría sido sorprendida por la lluvia en la localidad, donde se refugió y, al partir, olvidó una de sus maletas. Su interior, envuelto en misterio, ha alimentado la imaginación local y se mantiene como parte del patrimonio intangible del municipio.

Cómo llegar

Desde Toledo, el viaje es de alrededor de 55 minutos por la carretera CM-4006. Por su parte, desde Madrid el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora por la vía A-4.