El segundo parque natural más grande de Europa está en España: un paraíso de 200.000 hectáreas con más de 20 pueblos y rutas de senderismo

Este colosal enclave engloba infinidad de secretos que lo convierten en uno de los parques más bonitos del mundo

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Parque Natural de las Sierras
Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Adobe Stock).

Perderse por los parques naturales es, para muchos viajeros, la puerta a una versión más auténtica y serena de España. Desde los primeros quiebros del otoño, cuando el aire se vuelve más fresco y el bosque empieza a transformarse, estos espacios protegidos invitan a prestar atención al ritmo lento de la naturaleza, a los cambios sutiles del paisaje y al bullicio oculto de miles de especies animales y vegetales. Son lugares donde el asfalto desaparece y las sendas se abren en todas las direcciones, entre barrancos, ríos, bosques y pueblos que han aprendido a vivir en equilibrio con el entorno. Uno de los mayores exponentes de esta riqueza natural y cultural se encuentra en el noreste de la provincia de Jaén: el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.

Este espacio inmenso, declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1983, abarca más de 200.000 hectáreas repartidas entre veintitrés municipios. Es el parque natural más grande de España, y el segundo de Europa, una extensión monumental que incluye las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Su grado de protección es variable, adaptándose a los diferentes ecosistemas y necesidades de conservación. A simple vista, los pinares dibujan su silueta en la distancia, pero al internarse en el parque se descubre una asombrosa variedad vegetal: avellanares, encinares, matorrales y densos bosques mediterráneos.

El otoño marca el inicio de una explosión de vida: el suelo revive con las lluvias, el verdor regresa, las huertas ofrecen cosechas de pimientos, tomates o uvas, y los olivos muestran el crecimiento de la aceituna. Frutos silvestres de colores intensos salpican el paisaje, tentación para aves, ardillas y otros habitantes del bosque.

Fauna salvaje: protagonista de cada estación

Parque Natural de las Sierras
Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Adobe Stock).

El Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas es especialmente rico en biodiversidad. El otoño y el inicio del invierno son una fiesta de vida animal: las bandadas de estorninos surcan los bosques, jilgueros y reyezuelos se reparten la campiña e incluso la pajarita de las nieves hace su aparición en las áreas urbanas cercanas. Las ardillas, infatigables recolectoras, llenan despensas; los tejones se preparan para el frío, y zorros y nutrias, confiados, cruzan senderos y carreteras.

El fenómeno más sobrecogedor es, sin duda, la berrea. Durante este periodo, los machos de ciervo se baten en duelos sonoros y visuales para conquistar a las hembras, un espectáculo tan ruidoso como impresionante que atrae a aficionados y naturalistas de todo el país. Además, avistar mamíferos como jabalíes, gamos o ardillas es un premio habitual en rutas a pie o en coche.

Geología y rutas para exploradores

Parque Natural de las Sierras
Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Adobe Stock).

Las montañas de este parque cuentan la historia de millones de años a través de sus formaciones tectónicas y paisajes kársticos. La Falla de Tíscar y el Pinar Negro son ejemplos de la diversidad geológica del Dominio Prebético. Los itinerarios son numerosos y adaptables: la popular ruta de las Cerradas del Utrero recorre con facilidad para el visitante los caminos modelados por el Guadalquivir, alternando olivares y cañones fluviales.

Quienes prefieren el senderismo encuentran en los Poyos de la Mesa una ascensión entre pinares y pistas de tierra, y aquellos que optan por el coche pueden recorrer la ruta Félix Rodríguez de la Fuente, jalonada de miradores ideales para observar la fauna y la grandiosidad del paisaje.

El parque natural de España en el que puedes ver osos pardos en libertad: miradores en un impresionante paisaje entre montañas.

El valor del parque no se reduce a la naturaleza. Cazorla, considerada una de las villas más hermosas de Jaén, es una parada obligada para impregnarse del sabor local. En las rutas se suceden monumentos como el Puente de las Herrerías (siglo XV), Hornos de Segura con el Cosmolarium y su museo astronómico, los castillos y santuarios de Tíscar o La Iruela, y ruinas como las de la Iglesia de Santo Domingo de Silos, cada uno testigo de siglos de convivencia entre hombre y naturaleza.