La ‘laguna dormida’: uno de los enclaves naturales más bonitos de Portugal y la más grande la Península Ibérica

Este lugar es ideal para visitar en familia gracias a sus rutas de senderismo y rica biodiversidad

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Pateira de Fermentelos, en Portugal
Pateira de Fermentelos, en Portugal (Adobe Stock).

Recorrer Portugal es dejarse sorprender a cada paso por la variedad de paisajes, la textura suave de sus colinas, el aroma a océano y el rumor tranquilo de sus ciudades históricas. Viajar por sus pequeñas localidades y espacios naturales es emprender un viaje íntimo, donde cada rincón tiene su propio tempo y una historia singular capaz de envolver al visitante en una atmósfera de descubrimiento profundo. El país luso revela su riqueza en detalles: en la sonrisa de su gente, en la arquitectura colorida que abraza pueblos y villas, y en sus secretos naturales, lejos del bullicio y cerca del asombro.

Al sur de Oporto y a poco más de media hora de las palpitantes calles de Aveiro, el viajero puede tropezar con uno de esos tesoros silenciosos que todavía escapan al radar de muchos turistas. Entre horizontes de agua quieta y orillas repletas de vegetación autóctona, la Pateira de Fermentelos se despliega como una joya escondida, un refugio para la biodiversidad y un paraíso para quienes buscan naturaleza auténtica en estado puro.

La laguna dormida, un espejo de biodiversidad

Pateira de Fermentelos, en Portugal
Pateira de Fermentelos, en Portugal (Adobe Stock).

La Pateira de Fermentelos lleva grabado en su nombre un homenaje a los patos que la habitan en grandes bandadas, y su apodo de “laguna dormida” le sienta como un guante. Con sus aguas calmas y un ambiente suspendido en el tiempo, ostenta el récord de ser la mayor laguna natural de la Península Ibérica. Su superficie, variable según las estaciones, puede superar los cinco kilómetros cuadrados, y muestra su rostro más extenso en el municipio de Águeda, extendiéndose también hacia Aveiro y Oliveira do Bairro.

Esta laguna recibe vida del río Cértima, el cual la recorre e inunda junto con afluentes como la Ribeira do Pano y otras aguas subterráneas. La conjunción de estos recursos acuáticos ha forjado un escenario ideal tanto para la flora como para la fauna, creando un rincón irresistible para los defensores de los ecosistemas y la observación de la vida silvestre.

Además, pertenecer a la Red Natura 2000 otorga a la Pateira de Fermentelos una protección especial reconocida a escala nacional e internacional. Este distintivo asegura la preservación de los distintos hábitats y especies que hacen de la laguna un auténtico tesoro ecológico. En sus orillas y aguas se dan cita nenúfares que tapizan de color la superficie en primavera, y mimbreras que se mecen suavemente con la brisa, conformando el decorado perfecto para multitudes de aves y pequeños mamíferos.

En este biotopo, la vida fluye sin prisas. Es hogar de nutrias escurridizas, topos de agua y la peculiar rana ibérica. Los peces también encuentran su lugar: sábalo, salvelina, perca y carpa conviven bajo el manto líquido, componiendo un ecosistema equilibrado y rebosante de vida. El paseante atento puede sorprenderse con el vuelo acrobático de un milano negro o la aparición fugaz de un correlimos cerca de los juncos.

Paraíso para ornitólogos y amantes de la naturaleza

Pateira de Fermentelos, en Portugal
Pateira de Fermentelos, en Portugal (Adobe Stock).

Todo aquel que busque la emoción tranquila de la observación de aves hallará en la Pateira un escenario de excepción. Garzas reales, garcetas comunes y el majestuoso aguilucho lagunero occidental visitan estos humedales formando un espectáculo diverso, apto tanto para principiantes como para ornitólogos experimentados. Los miradores repartidos estratégicamente permiten detenerse a escuchar, mirar y aprender, mientras el entorno acoge al visitante en un retiro seguro y silencioso.

Más allá del plano silvestre, la laguna es también territorio de pesca apreciado. En sus aguas no es raro ver a pescadores en busca de percas atruchadas, lucios, lisas y otras especies que alimentan las costumbres locales y dibujan estampas típicas al atardecer.

El impresionante pueblo a una hora de Lisboa y a orillas del Tajo que se conoce como la capital del gótico portugués.

Igualmente, la Pateira de Fermentelos despliega un abanico de actividades pensadas para todos los públicos. Familias, parejas o viajeros solitarios encontrarán áreas de descanso y merenderos para disfrutar de un día al aire libre, rutas señalizadas para el senderismo y paseos en las tradicionales “bateiras”, las embarcaciones típicas de la zona. Para quienes buscan una perspectiva diferente, aguardan bicicletas acuáticas listas para surcar las aguas de la laguna, así como excursiones a caballo y paseos en bicicleta por caminos que atraviesan la naturaleza más genuina del centro de Portugal.