El bonito pueblo del sur de Francia donde vivir la Navidad como en la Edad Media: un mercadillo mágico y tres kilómetros de murallas con 52 torres

Esta villa es una de las más bonitas del país gracias a sus calles medievales y a la joya arquitectónica única en Europa que esconde

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Carcassonne en Navidad, Francia (Adobe
Carcassonne en Navidad, Francia (Adobe Stock).

La Navidad se vive de una forma diferente en los pueblos de Francia. Estas villas son conocidas por el aura mágica que desprenden durante esta época, cuando las luces, las guirnaldas y el chocolate caliente inundan las calles. Es por ello que se convierten en rincones únicos que atraen a infinidad de viajeros y no es para menos, pues muchos de ellos atesoran además un impresionante patrimonio histórico y monumental.

Es aquí donde residen el encanto especial de estas villas, pues sus calles medievales acompañan a los mercadillos de Navidad dando lugar a una imagen de postal. Lo cierto es que el sur de Francia cuenta con uno de los pueblos más encantadores que se pueden visitar en la temporada. Se trata de Carcassonne, una ciudad medieval que es mundialmente conocida por su imponente ciudadela. Tanto es así, que la localidad está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997, siendo un destino imprescindible para quienes buscan una experiencia auténtica, cargada de historia y belleza arquitectónica durante las navidades.

La Navidad en Carcassone

El ambiente festivo en Carcassonne se prepara para envolver la ciudad durante un mes completo, desde el 3 de diciembre hasta el 3 de enero. Entre las celebraciones más esperadas figura la tradicional Marcha de Antorchas, prevista para los días 6 y 7 de diciembre, cuando los habitantes y visitantes desfilan al compás de las bandas musicales locales. En este evento, los más pequeños participan con antorchas eléctricas, mientras abunda el colorido de los disfraces de época, aunque la etiqueta no es estricta y cualquiera puede sumarse vestido de manera informal.

Carcassonne en Navidad, Francia (Adobe
Carcassonne en Navidad, Francia (Adobe Stock).

El desfile inicia junto al puente levadizo, frente a la emblemática Porte Narbonnaise, avanzando hacia la Bastida en un recorrido que invita a sumergirse en la atmósfera medieval. Antes de la caída del sol, el entorno de las murallas alberga un campamento medieval, donde los asistentes pueden descubrir exhibiciones de combate, participar en talleres de caligrafía o acuñar monedas. También se exponen armas auténticas del siglo XIII y otras actividades pensadas para trasladar a los participantes en el tiempo y acercarles la historia local de un modo ameno y participativo.

La Square Gambetta, situada junto al río Aude, se convierte en epicentro de la Navidad carcasonense. Allí se instala el Mercado de los Creadores, compuesto por casetas que exhiben y ponen a la venta obras y productos artesanales elaborados por creadores de la región y de localidades próximas. El espacio se completa con un clásico carrusel de sillas voladoras, y, como atractivo destacado, la fachada del Museo de Bellas Artes sirve de pantalla para la proyección periódica del espectáculo de luz y sonido titulado “La increíble historia de Carcassone”, que recorre los episodios más simbólicos de la ciudad.

Otras actividades

La actividad se extiende a la céntrica plaza Carnot, donde la pista de patinaje rodea la fuente de Neptuno y un mercado ofrece la oportunidad de disfrutar de especialidades como vino caliente, chocolate, churros y raclettes de queso fundido, fusionando tradición y convivencia. Igualmente, en la plaza André Chernier, las familias encuentran atracciones como carruseles, la villa de Papá Noel y una noria de 40 metros, que ofrece vistas panorámicas de la ciudadela medieval y el Canal du Midi.

Para quienes buscan emociones distintas, la plaza Eggenfelden ofrece un circuito de karts, mientras en las Halles Prosper Montagné los niños disfrutan de coches eléctricos. La oferta se completa en la plaza del General de Gaulle con curling, experiencias de realidad virtual y juegos de láser, demostrando que la Navidad en Carcassone conjuga la atmósfera medieval con el entretenimiento más actual del siglo XXI.

Una paseo por el medievo

Carcassonne, en Francia (Adobe Stock).
Carcassonne, en Francia (Adobe Stock).

Todas estas actividades navideñas están acompañadas de un imponente patrimonio monumental e histórico que lleva al viajero a la Edad Media. Los orígenes de Carcassonne se remontan a más de 2.000 años, cuando fue fundada como un castrum romano en el siglo I a.C., para siglos más tarde pasar a ser un bastión clave del reino de Francia. Así lo evidencia el principal atractivo y el tesoro arquitectónico de Carcassonne: su ciudadela.

Conocida como Cité de Carcassonne destaca por estar compuesta por dos anillos de murallas que abarcan casi tres kilómetros y están salpicados por 52 torres de vigilancia. Este conjunto monumental, que domina la llanura circundante, es un ejemplo vivo de las técnicas defensivas de la época medieval. Construidas en distintas fases históricas, las murallas reflejan influencias romanas, visigodas y francesas, convirtiéndose en un mosaico arquitectónico único.

Más allá del castillo y de la ciudadela, Carcassonne cuenta con otros puntos de interés perfectos para conocer todos sus secretos. Uno de los más destacados es la basílica de Saint-Nazaire, un templo que combina estilos arquitectónicos románico y gótico. Construida entre los siglos XI y XIV, la basílica es famosa por sus vitrales, considerados algunos de los más bellos de la región. Estas coloridas vidrieras representan escenas bíblicas y llenan el interior de una luz mágica, creando un ambiente de recogimiento que cautiva a los visitantes.

Cinco de los pueblos más bonitos de Francia en la frontera con España, según ‘National Geographic’.

Cómo llegar

Desde Toulouse, el viaje es de alrededor de 1 hora y 11 minutos por la carretera A61 (hay peajes). Por su parte, desde Narbona el trayecto tiene una duración estimada de 45 minutos por la misma carretera.