El pueblo de Girona conocido por sus manzanas, perfecto para una escapada de otoño

La villa medieval es uno de los principales productores de una fruta que ostenta la Denominación de Origen Protegida y, además, alberga un espectacular monumento, declarado Bien Nacional de Interés Cultural

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En la Península Ibérica se esconden algunos lugares únicos y llenos de historia.

Perderse en una preciosa villa medieval es probable que sea el deseo de un buen número de personas. Y es que disfrutar de unos días de conexión se vuelve una necesidad cuando la rutina parece tomar el control de los días. Aunque son muchos los pueblos de España que merece la pena visitar en otoño, una de las regiones del país, Girona, aglutina un sinfín de lugares de cuento. Uno de ellos es Palau Sator, conocido por ser uno de los principales productores de manzanas.

La provincia de Girona destaca por la producción de manzanas, un fruto que ocupa un lugar central en la agricultura local. Los cultivos se concentran en las comarcas del Empordà, el Gironès y la Selva, zonas reconocidas por su tradición frutícola y sus condiciones climáticas favorables.

El equilibrio entre acidez y dulzura, junto con la textura crujiente de estas manzanas, refleja la dedicación de los productores y las características del terreno. La manzana de Girona ostenta la Denominación de Origen Protegida (DOP), un sello que certifica su calidad y le otorga prestigio en los mercados nacionales e internacionales.

La villa medieval que destaca por el cultivo de manzanas

Palau Sator es una pequeña
Palau Sator es una pequeña villa medieval de Girona. (AdobeStock)

Las manzanas de Girona, además de contar con la Denominación de Origen Protegida, también han obtenido el distintivo Girona Excel·lent, otorgado por la Diputación de Girona. Este reconocimiento destaca los productos agroalimentarios más valorados de la región. Entre agosto y noviembre, la manzana se consolida como la fruta de proximidad más presente en los comercios locales, reforzando su vínculo con el territorio.

En plena temporada de recolección, los campos de manzanos ofrecen paisajes marcados por tonos intensos que anuncian la madurez del fruto. Localidades como Palau Sator, situada en el corazón del Baix Empordà, reúnen algunos de los principales cultivos, consolidando a la provincia como referente en la producción de esta fruta.

Un lugar de cuento rodeado por una muralla

Palau Sator está situada en
Palau Sator está situada en el corazón del Baix Empordà.(Wikimedia)

Palau Sator, además de su relevancia en la producción de manzanas, conserva el trazado y la arquitectura de una villa medieval. Durante la Edad Media, el municipio integró una red de localidades fortificadas destinadas a ofrecer protección a sus habitantes. Con una población de 305 residentes, según datos del Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat), el pueblo mantiene un ambiente tranquilo que atrae a quienes buscan alejarse del ritmo de las grandes ciudades.

El núcleo urbano se encuentra rodeado por una muralla que permanece en buen estado de conservación, con la calle Portal como uno de los accesos más destacados. La Torre de les Hores, que alcanza los 20 metros de altura, figura entre los principales elementos patrimoniales y ha sido reconocida como Bien Nacional de Interés Cultural.

A ese mismo catálogo patrimonial pertenece el antiguo castillo, cuyos orígenes se sitúan en el siglo X y que se erige como testimonio del pasado medieval de la localidad. Entre los edificios emblemáticos sobresale la ermita de Sant Julià de Boada, considerada uno de los ejemplos prerrománicos mejor conservados de Cataluña.

Cómo llegar a Palau Sator

Para acceder al municipio desde Girona capital, se recomienda tomar la carretera C-66 en dirección a La Bisbal d’Empordà. Una vez en La Bisbal, se debe seguir por la carretera GI-652 y posteriormente enlazar con la GI-651 hasta llegar a Palau Sator.

Desde Barcelona, la opción más directa es la autopista AP-7 en dirección a Girona y, tras la salida 6 (Girona Norte), incorporarse a la C-66 siguiendo la misma ruta por La Bisbal d’Empordà.

El acceso en transporte público es más limitado, debido al pequeño tamaño de la localidad. Las líneas de autobuses interurbanos ofrecen conexión con municipios cercanos, aunque la frecuencia puede variar según la temporada. La estación de tren más próxima se encuentra en Flaçà, a unos 20 kilómetros, desde donde es posible continuar el trayecto en taxi o autobús.