Este mercado de Navidad es uno de los más bonitos de Europa y es perfecto para visitar en el puente de diciembre

Con la Navidad a la vuelta de la esquina, las principales ciudades europeas ya ultiman los detalles de sus típicos mercados navideños.

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Mercado de Navidad de Riga,
Mercado de Navidad de Riga, Letonia. (Adobe Stock)

Llega una de las épocas más especiales del año. La decoración navideña, las luces y las calles llenas de gente crean un ambiente único y lleno de magia que no sería el mismo sin los clásicos mercados de Navidad. Este tipo de espacios en los que puedes comprar decoración, comer los dulces típicos o beber vino caliente inundan Europa de norte a sur.

Entre los más bonitos está el mercado de Navidad de Riga, la capital de Letonia. El cual ha ido ganando popularidad a lo largo de los años y se ha convertido en uno de los que siempre forman parte de la lista de los que visitar en el norte de Europa. Y esto no es casualidad, ya que esta ciudad guarda una especial conexión con estas fechas. Según cuenta la historia, fue en Riga donde se colocó el primer árbol de Navidad en 1510. Para celebrarlo, cada año se hace una recreación en la misma ubicación donde tuvo lugar.

Mercado de Navidad de Riga

La capital de Letonia transforma su centro histórico en un escenario navideño desde finales del mes de noviembre, fecha en la que se abren de forma oficial los mercados de la ciudad. El evento se alarga hasta enero y durante este tiempo se puede disfrutar de los puestos de artesanía local, productos gastronómicos letones y el tradicional vino caliente para cuando bajan las temperaturas.

El principal mercado de Navidad de Riga se encuentra en Plaza de la Catedral (Doma Laukums), en pleno casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El entramado de puestos, la iluminación y la nieve que cubre las cabañas crea un paisaje especial y único.

Uno de los pueblos más navideños de España: tiene el belén de chocolate más grande del mundo y museos dedicados a los mantecados .

Qué ver en Riga

El ambiente navideño se extiende por toda la ciudad, en la que es fácil encontrar conciertos de coros en plazas o iglesias. Por lo que merece la pena aprovechar la visita para pasear por sus calles empedradas en las que se encuentran joyas arquitectónicas como la Casa de las Cabezas Negras y la Catedral de Riga. Los edificios medievales conviven el modernismo báltico, especialmente a lo largo de la calle Alberta iela, donde estructuras adornadas con motivos naturales y figuras mitológicas ilustran el auge del ‘art nouveau’ en la ciudad.

El mercado central de Riga es uno de los más grandes de Europa e imprescindible para quienes buscan una experiencia local. Sus cinco pabellones, instalados en antiguos hangares de dirigibles, ofrecen pescado ahumado, quesos tradicionales y productos frescos que reflejan la gastronomía de la región. Recorrer sus puestos permite conocer el día a día de los habitantes y probar especialidades como el pan de centeno y el arenque marinado.

Un recorrido por Riga sería incompleto sin visitar el barrio de Miera iela, conocido por su ambiente bohemio y creativo. Cafés independientes, pequeñas galerías de arte y tiendas vintage conforman una zona en la que confluyen la tradición y las nuevas tendencias. Además, junto al canal de la ciudad, parques y jardines invitan a disfrutar de la vida al aire libre y a apreciar el contraste entre la historia y la modernidad de la capital letona.