Estas son las zonas donde se podrán ver auroras boreales en España la semana que viene

Entre el 20 y 29 de octubre una potente tormenta solar permitirá observar este increíble fenómeno en tierras españolas

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Auroras boreales (Adobe Stock).
Auroras boreales (Adobe Stock).

Observar las auroras boreales siempre ha sido un anhelo reservado, en la imaginación colectiva, a los viajeros dispuestos a embarcarse en largas rutas hacia Islandia, Laponia o Alaska. Sin embargo, este fenómeno natural, famoso por sus velos de colores que parecen danzar en el firmamento, podría ofrecer un espectáculo único en varios rincones del norte y este de España en los próximos días, gracias a la previsión de intensas tormentas solares. Se trataría de una oportunidad excepcional para quienes buscan contemplar una de las maravillas astronómicas más fascinantes sin necesidad de abandonar la Península Ibérica.

La Agencia Espacial Española (AEE) y la NOAA norteamericana han advertido sobre el inicio de un ciclo de actividad solar más intenso que lo habitual. Entre el 20 y el 29 de octubre, se espera la presencia de una tormenta geomagnética con un índice Kp superior a 6, nivel considerado suficiente para la aparición de auroras mucho más lejos de su área habitual, incluida la Península.

Aunque las predicciones indican que no alcanzará la extraordinaria magnitud de mayo de 2024, todo apunta a que será suficiente para generar auroras apreciables a simple vista en los cielos españoles. Los colores más habituales en estos eventos serán los verdes, rojos o incluso púrpuras, dependiendo siempre de la intensidad del viento solar y de la composición atmosférica en el momento preciso.

Dónde buscar el espectáculo en España

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Aurora boreal en la Sierra de Montsec, Lleida (Adobe Stock).

La distribución espacial de las auroras dentro del territorio español estará determinada por la intensidad de la tormenta y la orientación magnética, pero existen zonas especialmente recomendadas para los cazadores de auroras. En Galicia, la provincia de Lugo y la comarca costera de A Mariña se perfilan como enclaves destacados, sobre todo en municipios como Chantada y Muras, que han obtenido el certificado de Reserva Starlight. El valle del Ebro, abarcando enclaves de Zaragoza y Navarra, y algunos puntos de la Costa Dorada catalana, desde la sierra de Llaberia hasta la de Montsant, también aparecen entre las sugerencias de los expertos.

Sorprendentemente, si la tormenta geomagnética supera las previsiones más optimistas, las auroras podrían llegar incluso a zonas elevadas situadas mucho más al sur, como algunos puntos de la provincia de Cádiz. Para maximizar las posibilidades de éxito, los científicos aconsejan alejarse de núcleos urbanos y evitar toda fuente de contaminación lumínica. La franja horaria idónea para la observación se sitúa entre las 22:00 y las 2:00, cuando la oscuridad es más profunda y el resplandor solar ya no compite en el horizonte. Lo recomendable es dirigir la vista hacia el norte y, si es posible, buscar altitudes elevadas desde donde se tenga una panorámica despejada del cielo.

En la comarca gallega de A Mariña, lo ideal es apartarse de la costa densamente urbanizada y buscar puntos en montes del interior, mientras que en la Costa Dorada catalana conviene alejarse de los focos lumínicos de los pueblos costeros y optar por enclaves altos en la sierra. Así se garantizan mejores condiciones para la fotografía y la contemplación del fenómeno.

Entre auroras boreales y un día que dura cuatro meses: estas son unas de las islas más impresionantes de Noruega.

El misterio de las auroras boreales

Las auroras boreales se originan cuando partículas cargadas procedentes del viento solar —principalmente electrones y protones— alcanzan la atmósfera terrestre y se ven desviadas por el potente campo magnético del planeta, concentrándose en las zonas cercanas a los polos. Al impactar con los gases de las capas altas de la atmósfera, como oxígeno y nitrógeno, estas partículas transfieren parte de su energía, que se libera en forma de luz visible. El color de cada fenómeno depende tanto de la naturaleza del gas como de la altitud a la que se produce: el oxígeno es responsable de los verdes y rojos, mientras que los tonos violetas y azules surgen del nitrógeno.

Normalmente, la península ibérica queda fuera del “óvalo auroral”, la franja donde estas luces suelen manifestarse de forma regular por su proximidad al polo magnético norte. Sin embargo, durante episodios excepcionales de alta actividad solar, como los que ocurrirán próximamente, ese óvalo se expande hacia el sur y permite que el fenómeno sea visible en latitudes inusuales.