La desconocida cascada de Castilla y León oculta entre fortalezas naturales a la que se llega por una bonita ruta de senderismo

Este enclave se ubica en uno de los parajes más singulares de España y muestra un paisaje que atrae a los amantes de la naturaleza y el senderismo

Guardar
Cascada de Covalagua, en Palencia
Cascada de Covalagua, en Palencia (Adobe Stock).

A caballo entre las provincias de Palencia y Burgos, el Geoparque Mundial Unesco Las Loras se alza como uno de los espacios naturales más peculiares de España. Este enclave es un paraíso para los amantes de la naturaleza y la geología, ya en sus más de 1.800 hectáreas, cuenta con parajes que dejan con la boca abierta. Un claro ejemplo es el conocido como Laberinto de las Tuerces, donde sus extrañas formaciones geológicas inundan este rincón. De hecho, gracias a ellas ha recibido el sobrenombre de la ‘Capadocia de Castilla y León’.

Pero si algo destaca de este lugar son las Loras, impresionantes formaciones que “que asemejan a enormes fortalezas naturales, de más de 1.000 metros de altura, que limitan con llanura castellana y nos adentran en un antiguo territorio ocupado desde el Paleolítico”, detallan desde la web de Geoparques de la Unesco. De esta forma, se puede encontrar un conjunto patrimonial único, pues estas moles han servido de refugio para muchos pueblos en forma de cuevas, cortados calizos, paisajes e innumerables cascadas.

Entre todos estos encantos se esconde un paraje de formación kárstica excepcional que atrae cada año a amantes de la naturaleza y la geología. La protagonista indiscutible del recorrido es la cascada de Covalagua, cuyo nacimiento se debe al caudaloso río Ivia, surgente de una de las profundidades más características de la comarca.

La cascada y todos sus encantos

Cascada de Covalagua, en Palencia
Cascada de Covalagua, en Palencia (Adobe Stock).

El agua del Páramo de La Lora, al emerger en la cascada de Covalagua, lo hace enriquecida en carbonato cálcico, precipitando a lo largo de cerca de 200 metros y formando pequeños saltos y terrazas. Este fenómeno origina depósitos de toba calcárea que, en combinación con la vegetación que la bordea, componen un paisaje de una belleza singular. Durante el deshielo o la temporada de lluvias, el caudal de la cascada se incrementa de forma notable, realzando el espectáculo visual y natural de este enclave privilegiado.

Para los senderistas y visitantes, el acceso hasta la cascada comienza en el Aparcamiento Covalagua, dando inicio a una caminata de apenas 10 minutos por un cuidado hayedo. El entorno está enmarcado por quejigos, hayas y avellanos, formando en otoño un mosaico de tonos amarillos, ocres y rojizos que sumergen al viajero en una atmósfera mágica y tranquila, ideal para disfrutar en cualquier época del año.

Pero esto no es todo, pues en las proximidades de la cascada surge otro atractivo: la Cueva de los Franceses. Esta cavidad, visitable en su interior, debe su nombre a la leyenda que narra el hallazgo de restos humanos de soldados franceses caídos durante la Guerra de la Independencia. La cueva representa otro ejemplo destacado del patrimonio natural y la historia que alberga la zona, sumando interés y variedad al viaje.

Igualmente, a poco más de un kilómetro de la cueva, el Mirador de Valcabado ofrece un balcón natural sobre el hayedo de Monte Ahedo y el Valle de Valderredible. Desde este punto se aprecia la Reserva de Ciervos de Covalagua y se tienen impresionantes panorámicas de los pueblos palentinos de Cezura, Lastrilla y Berzosilla, además de una amplia visión sobre el páramo de La Lora, completando un itinerario que concentra naturaleza, historia y paisajes inigualables en muy pocos kilómetros.

Una de las cascadas más bonitas de España: se llega atravesando un pueblo abandonado.

Cómo llegar

Desde Palencia el viaje es de alrededor de 1 hora y 10 minutos por las carreteras N-611 y A-67. Por su parte, desde Burgos el trayecto tiene una duración estimada de 55 minutos por las vías A-73 y N-627.