El rincón secreto de Madrid: un jardín con plantas documentadas en la Edad Media que se puede visitar gratis

Este espacio se ubica en uno de los museos más increíbles de la capital y es perfecto para disfrutar de un día de verano

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Jardín Arqueobotánico del Museo de
Jardín Arqueobotánico del Museo de San Isidro, en Madrid (Ayuntamiento de Madrid).

Madrid está lleno de secretos. La capital esconde en sus calles infinidad de rincones que descubren lugares maravillosos más allá de los atractivos más conocidos como el Museo del Prado, la Gran Vía y la Puerta del Sol. Estos destinos son perfectos para conocer la ciudad de una manera diferente y además, muchos son ideales para escapar del calor. Uno de los más maravillosos se encuentra en el barrio de La Latina, concretamente en el Museo de San Isidro, un espacio situado en la casa en la que vivió el patrón madrileño.

El museo muestra un viaje por toda la historia de Madrid, desde sus orígenes en la Prehistoria hasta el establecimiento de las Cortes en la ciudad. Para ello, se divide en diversas salas como son la de San Isidro, el Patio Renacentista o el Almacén Visitable, pero hay otro lugar que sorprende por su atmósfera tranquila y su belleza única. Se trata del Jardín Arqueobotánico, un espacio que poca gente conoce y que es perfecto para los amantes de la botánica.

Especies únicas, pasarelas y unas vistas privilegiadas

El Jardín Arqueobotánico del Museo de San Isidro es un rincón único en la capital. Situado en el interior de la galería, se accede por una discreta puerta, que tras cruzarla, el viajero puede contemplar un conjunto de plantas que sorprenden a todo aquel que se acerca. Esto es gracias a que cuenta con especies autóctonas de Madrid documentadas desde la Edad Media, las cuales se distribuyen a lo largo del jardín.

Jardín Arqueobotánico del Museo de
Jardín Arqueobotánico del Museo de San Isidro, en Madrid (Ayuntamiento de Madrid).

A través de pasarelas de madera, el visitante puede recorrer todo el espacio y contemplar todas las especies. Además, desde su interior las vistas de la Capilla del Obispo y de la Iglesia de San Andrés son únicas. A su vez, el aspecto que presenta a día de hoy es más renovado y accesible gracias a las obras que se realizaron el pasado año. Esto fue debido a su deterioro como consecuencia de las inclemencias meteorológicas. De este modo, el viajero puede disfrutar ahora de uno de los mejores rincones ocultos de Madrid de forma gratuita.

El Museo de San Isidro

Más allá del jardín, el Museo de San Isidro ofrece una exposición permanente que recorre más de 600 metros cuadrados y permite al visitante adentrarse en los más de 500.000 años de historia de la ciudad. Este recorrido permanente permite descubrir, a través de restos y piezas singulares, los hitos que han marcado la evolución de Madrid a lo largo de medio millón de años, abarcando desde las primeras culturas del Paleolítico hasta la llegada de la Corte en la Edad Moderna.

La exposición, renovada tras una reciente reforma, se estructura en tres grandes ámbitos temáticos que invitan a comprender la complejidad del pasado madrileño. En el primero, titulado Antes de Madrid, se exhiben vestigios recuperados en la región que documentan las diferentes etapas prehistóricas, además de los restos de época romana y visigoda hallados en los valles de los ríos Manzanares y Jarama.

Esta es la historia de San Isidro Labrador: cinco milagros, sus restos están en una iglesia de Madrid y tiene una moneda de Enrique IV en la garganta.

El segundo apartado, conocido como Mayrit/Madrid, se centra en el periodo fundacional de la capital. Aquí pueden observarse elementos que ilustran la creación de Mayrit por los musulmanes, su posterior incorporación al reino de Castilla tras la conquista en 1085, y los cambios que experimentó la villa hasta el asentamiento de la Corte con Felipe II en el siglo XVI. Entre los objetos destacados, se encuentran piezas vinculadas a la cultura andalusí, monedas, cerámicas y documentos que reflejan el profundo mestizaje cultural vivido en esos siglos.

En la última sección, llamada San Isidro, el protagonismo recae sobre el santo patrón de la ciudad y las tradiciones de la época medieval madrileña. Este espacio explora la relevancia de San Isidro, tanto en el imaginario religioso como en el desarrollo social de la villa. Las vitrinas exhiben desde relicarios a objetos cotidianos vinculados a cultos y ritos populares, sumergiendo al público en la cotidianidad y las creencias del Madrid premoderno.