Los británicos denominan a este pueblo español el “pequeño Mónaco” por su lujo, playas vírgenes y un puerto deportivo

Si hay por lo que destaca España es por ser un paraíso de sol y mar. Aunque son muchos los rincones que alberga y que son ideales para disfrutar de las vacaciones de verano, algunos no son del todo conocidos y aún pasan desapercibidos para una inmensa mayoría de turistas. Así, para quienes quieren unos días de tranquilidad y playas vírgenes, pueden decantarse por destinos menos masificados, como es el caso de Almerimar, un pequeño pueblo de El Ejido, en la provincia de Almería. Tal es su belleza, que el diario británico The Mirror lo denomina el “pequeño Mónaco”.

Almerimar destaca por su sofisticado puerto deportivo y el ambiente exclusivo que la distingue de otros destinos turísticos populares en España. La cabecera británica subraya que, a pesar de que el país alcanzó los 96 millones de visitantes extranjeros en 2024 y que lugares como Barcelona o Palma reciben la mayor parte de la afluencia y las protestas contra la masificación turística, esta localidad andaluza permanece ajena a esas tensiones, convirtiéndose en un refugio de sol y mar en un entorno relajado.

Una de sus señas de identidad es la oferta del puerto deportivo, que cuenta con 1.100 amarres y capacidad para embarcaciones de hasta 60 metros, además de todos los servicios necesarios para la navegación y la náutica de recreo. Este enclave no solo impulsa las actividades náuticas, también funciona como centro social y comercial.

La Playa de Poniente y la Playa de Levante resaltan por su arena fina, su proximidad a la mayoría de los hoteles y un paseo marítimo lleno de servicios, lo que las convierte en las opciones más cómodas para aquellos que buscan la facilidad de acceso. Avanzando hacia el este, la Playa de San Miguel ofrece un entorno dominado por dunas cambiantes y un oleaje apreciado por los aficionados al kitesurf. Más apartada, Guardias Viejas presenta un paisaje de arena y roca frente al castillo homónimo, ideal para quienes buscan tranquilidad y vistas históricas.

Para las personas que prefieren escenarios menos alterados, la Playa de Punta Entinas-Sabinar se extiende dentro del paraje natural del mismo nombre, donde las aves acuáticas conviven con un faro centenario y kilómetros de litoral sin urbanizar. El recorrido por la zona también revela hitos patrimoniales, como el Castillo de Guardias Viejas, vigilando la costa desde el siglo XIX, el yacimiento hispanorromano conocido como Daymún, la Torre de Balerma que evoca tiempos antiguos y los aljibes distribuidos por El Ejido, vestigios del ingenio hidráulico andalusí.

Las actividades náuticas como la vela, el paddle-surf y el windsurf aprovechan al máximo las condiciones que ofrece la costa de Almerimar, mientras que quienes prefieren el golf encuentran en su campo de 27 hoyos un atractivo destacado. Los entornos naturales también invitan a la exploración: la Reserva de Punta Entinas-Sabinar despliega rutas que atraviesan dunas y lagunas, y el Lago Victoria, situado a pocos minutos, ofrece la posibilidad de alquilar piraguas o remar en aguas tranquilas cuando el mar se vuelve más agitado.

Después de disfrutar del deporte y el aire libre, la gastronomía local toma el protagonismo. Platos como el arroz a banda, el gambón rojo de Almería, la jibia en salsa o la pipirrana combinan productos frescos de la huerta bajo invernadero y pescados del día, brindando la oportunidad de recuperar energías con sabores propios de la región.

El acceso a Almerimar resulta sencillo. Desde Almería, la autopista A-7 permite llegar en, aproximadamente, 40 minutos en coche, siguiendo las indicaciones hacia El Ejido y luego hacia la costa. La ciudad cuenta con buenas conexiones de autobús que enlazan con El Ejido, donde es posible tomar taxis o transporte local hasta la zona portuaria y hotelera.