La cala de Menorca que esconde tres playas en su interior y está entre las más felices del mundo, según National Geographic

Lejos de la masificación turística, consigue conservarse como un paraíso de mar y tranquilidad que destaca por su combinación de arena dorada y agua cristalina

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La península ibérica posee maravillosas aguas para disfrutar del verano en las costas. Estás son las más curiosas playas.

Cuando se trata de disfrutar de las vacaciones de verano en un entorno de mar y naturaleza, son muchas las opciones que se pueden encontrar en España. Las Islas Baleares reúnen buena parte de los rincones que cumplen estas características. En concreto, Menorca esconde la Cala Pregonda, un paraíso que se ubica en el norte, a solo diez kilómetros del municipio de Es Mercadal. Este lugar alberga tres playas y está entre las más felices del mundo, de acuerdo con National Geographic.

Lejos de los destinos dominados por el turismo masivo, esta playa conserva su carácter virgen y se ha convertido en un referente del Mediterráneo. El entorno sorprende por la combinación de arcillas rojizas, vegetación costera y un mar que exhibe azules intensos, creando un paisaje singular. La cala, de forma semicircular, se abre con un perfil que los visitantes asocian con una atmósfera espiritual.

El nombre de la playa tiene su origen en el vocablo balear “pregar”, que significa orar. Las formaciones rocosas que la rodean recuerdan la figura de un monje en oración, una imagen que ha marcado la identidad de este enclave en Menorca.

Un entorno virgen de arena dorada y agua clara

Cala Pregonda es uno de
Cala Pregonda es uno de los rincones más mágicos de Menorca. (AdobeStock)

El acceso a Cala Pregonda exige cierto esfuerzo, un aspecto que refuerza su atractivo. No existen carreteras ni transporte público directo, por lo que la llegada solo es posible tras dejar el vehículo en el estacionamiento de Binimel·là y recorrer a pie alrededor de dos kilómetros.

El trayecto discurre por el Camí de Cavalls, un sendero histórico que lleva al visitante a través de un entorno natural alejado del ruido y la urbanización. Tras cruzar la playa de Pregondó, frecuentada por más visitantes, continúa un camino que conduce a un entorno virgen.

Cala Pregonda se caracteriza por su arena gruesa y dorada, y aguas muy claras que favorecen actividades como el baño y el snorkel. Varios islotes, entre ellos el Illot y el Escull de Pregonda, se sitúan frente a la playa y actúan como barrera natural, propiciando un hábitat marino diverso.

La cala está incluida en la Reserva Marina del norte de Menorca, un área protegida donde es común observar especies como la gaviota de Audouin, símbolo de la riqueza biológica local.

Un lugar alejado del turismo convencional

Para acceder a Cala Pregonda
Para acceder a Cala Pregonda hay que recorrer un camino de unos 2km. (AdobeStock)

Cala Pregonda ha servido de fuente de inspiración para diversas expresiones artísticas. El músico Mike Oldfield seleccionó este paisaje para la portada de su álbum Incantations, estableciendo un vínculo destacado entre el entorno natural y la creación musical. La reedición del disco en 2011 incluyó una fotografía nocturna capturada por el menorquín Sús Camps, que retomó el homenaje a este enclave de Menorca.

El aumento de visitantes ha generado preocupación entre ambientalistas y residentes de la zona. Las arcillas rojizas que caracterizan a Cala Pregonda sufren el impacto de los llamados “baños de barro”, una práctica que contribuye a la erosión de los acantilados y puede provocar desprendimientos. Ante este escenario, autoridades y asociaciones locales reiteran la necesidad de preservar el entorno, fomentando un turismo responsable y respetuoso.

En la playa no hay chiringuitos, sombrillas ni edificaciones, lo que refuerza su condición de espacio natural protegido. Cala Pregonda representa una alternativa al turismo habitual, donde la conservación permite que la experiencia trascienda lo ordinario y favorezca la conexión con el entorno.