La playa de Alicante con aguas turquesas y un castillo sobre un acantilado que es de las más bonitas de España

Este arenal destaca por su increíble paisaje y por la ruta que recorre todos sus secretos

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Playa de la Granadella, en
Playa de la Granadella, en Alicante (Shutterstock España).

Arena dorada, aguas cristalinas y rincones repletos de historia caracterizan la esencia del Mediterráneo español. Con casi 1.600 kilómetros de litoral, esta costa enamora a viajeros en busca de sol radiante, naturaleza salvaje y una vida gastronómica auténtica. Pero si hay un lugar que atesora todos sus encantos y autenticidad, ese es la Costa Blanca. En esta geografía luminosa, Alicante guarda algunas de las playas y calas más fascinantes, muchas de ellas lejos de las multitudes y listas para ser descubiertas.

Tanto es así, que en la comarca de la Marina Alta, la playa de la Granadella sobresale como uno de los escenarios más espectaculares del Levante. Se encuentra en Jávea, encajonada en el Parque Forestal de la Granadella, una reserva que ocupa 750 hectáreas de belleza protegida. Aunque pequeña—apenas 200 metros de longitud y 20 metros de ancho—esta cala conquista por el intenso azul turquesa de sus aguas y la suavidad de sus cantos rodados, creando un entorno idílico enmarcado por abruptos acantilados y frondosa vegetación litoral.

El acceso a la Granadella está regulado para proteger el entorno. Una barrera controla el paso al estacionamiento principal: si ya está completo, existe un aparcamiento alternativo a casi cuatro kilómetros, desde donde un tren turístico gratuito traslada a los visitantes hasta la playa. Así, la llegada resulta cómoda y garantiza la preservación del paraje.

Entorno protegido y naturaleza salvaje

Castillo de la Granadella, en
Castillo de la Granadella, en Alicante (Shutterstock España).

La Granadella forma parte de los pocos enclaves aún casi vírgenes del litoral levantino. Su alto valor ecológico ha propiciado su declaración como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), lo que resalta la riqueza ambiental de este enclave. Sumergirse en sus aguas supone una experiencia a la altura de las mejores playas del Caribe: el mar aquí despliega una transparencia insólita y tonalidades turquesa que invitan al baño y, sobre todo, al esnórquel, uno de los deportes más practicados en la zona.

Pero la oferta no es solo acuática. El entorno de pinos, matorral mediterráneo y rocas modeladas por el viento puede explorarse a través del sendero PR CV 354, perfectamente señalado para caminantes y ciclistas. Este trazado descubre al visitante los secretos del paisaje, enlazando naturaleza e historia en un recorrido singular. De hecho, la ruta costera oculta tesoros arquitectónicos y vestigios del pasado que dotan a la Granadella de un carácter único. El más emblemático es el castillo de Granadella, una edificación del siglo XVIII que formó parte de la línea defensiva ante los ataques de los piratas berberiscos.

Aunque hoy presenta un estado ruinoso, puede visitarse y atestigua la importancia estratégica de la cala. Además del castillo, jalonan la zona antiguos hornos de cal, minas de ocre y peculiares plataformas conocidas como teuleries. Estos elementos tenían un papel fundamental en la vida económica y cotidiana de los antiguos habitantes; las teuleries, por ejemplo, eran lugares tradicionales para la pesca, y hoy constituyen parte del atractivo etnográfico de la playa.

Este arenal atrae a miles de turistas gracias a su oferta de ocio, restauración y a su belleza natural

El encanto del casco antiguo de Jávea

La excursión a la playa de la Granadella permite enlazar mar y cultura visitando el casco histórico de Jávea, un núcleo de aire medieval que conserva intacto su encanto. Pasear por sus calles empedradas conduce a monumentos imprescindibles, como el imponente Ayuntamiento del siglo XVIII, edificado sobre un cementerio medieval, o la emblemática iglesia de San Bartolomé.

La oferta cultural se completa con el mercado de Abastos, donde se pueden saborear productos locales, y el Museo Histórico y Etnográfico, ubicado en un edificio que data del siglo XII y que recoge la memoria de la localidad y su vinculación con el mar. Así, una jornada en la Granadella puede terminar sumergiéndose en la historia viva de Jávea, donde cada rincón narra leyendas y tradiciones.

Cómo llegar

Desde Alicante, el viaje hasta la playa es de 1 hora y 20 minutos por la carretera AP-7. Por su parte, desde Valencia el trayecto tiene una duración de alrededor de 1 hora y 35 minutos por la misma vía.