
Dentro del vasto y fascinante universo de Tokio, capital donde la tecnología y la tradición conviven cada minuto, también late una naturaleza insospechada junto al asfalto y las luces de neón. Para quienes piensan en Tokio como un mosaico inabarcable de rascacielos, carteles luminosos y bullicio urbano, la invitación es a mirar más allá: ríos caudalosos, montes cubiertos de bosques, islas paradisíacas y tranquilos canales urbanos esperan a aquellos viajeros que buscan refrescarse al aire libre y conectar con otra cara de la capital nipona. Explorar estos rincones verdes es descubrir una ciudad vibrante y, a la vez, una sorprendentemente calma, que propone planes insólitos para evadirse del calor y del frenesí urbano.
Subida al monte Takao: senderismo a pocos kilómetros del centro
En la parte occidental de Tokio, la región de Tama alberga uno de los refugios naturales más valorados por los residentes y visitantes: el monte Takao. Con una altitud de 599 metros sobre el nivel del mar, esta montaña representa una oportunidad única para disfrutar del senderismo sin alejarse en exceso de la capital. La red de caminos que conduce hasta la cima cuenta con diferentes niveles de dificultad y permite sumergirse en un frondoso entorno arbolado.
Una de las ventajas más destacadas de Takao es la posibilidad de combinar la ruta a pie con el teleférico local, lo que facilita la ascensión incluso a quienes no cuentan con experiencia previa. Así, tanto los expertos en actividades al aire libre como los principiantes encuentran su ritmo y pueden acceder a impresionantes vistas panorámicas del área metropolitana de Tokio y, en días despejados, del monte Fuji en el horizonte. La montaña, además, acoge santuarios tradicionales y miradores, dotando la excursión de una atmósfera única que mezcla naturaleza y espiritualidad.
Aventuras fluviales en Okutama: rafting, ciclismo y pesca

A menos de dos horas de tren desde el bullicioso centro de Tokio, la comarca montañosa de Okutama se posiciona como un auténtico pulmón verde y un destino de referencia para quienes buscan experiencias al aire libre. Esta zona, en su mayor parte declarada Parque Nacional, está surcada por el río Tama, cuyas aguas frescas y rápidas constituyen el escenario perfecto para deportes como el rafting, el paddleboard, el piragüismo o el barranquismo.
Además de las actividades náuticas, Okutama resulta idóneo para los aficionados a la pesca, dado que tanto el río principal como sus afluentes albergan abundante fauna acuática. Para quienes prefieren la exploración terrestre, el valle se presta al trekking, permitiendo descubrir la rica vegetación y el diverso ecosistema que caracteriza la región. Frente a la estación de Okutama, una tienda especializada ofrece alquiler de bicicletas y la posibilidad de apuntarse a tours guiados, desde propuestas en bici eléctrica hasta rutas en bicicleta de montaña. Gracias a estas opciones, es posible recorrer senderos y caminos forestales, asegurándose de no perder los mejores paisajes y rincones de la zona.
Islas Ogasawara: el Pacífico más salvaje cerca de la gran ciudad

Quienes desean una aventura aún más lejana, pueden poner rumbo a las islas Ogasawara, conocidas con el nombre de Bonin Islands. Reconocidas por la UNESCO como Patrimonio Natural de la Humanidad desde el año 2011, estas islas ofrecen uno de los paisajes marinos más espectaculares de Japón. Accesibles únicamente por mar mediante el ferry Ogasawara Maru –con salidas regulares desde Takeshiba y un trayecto de unas 24 horas–, el esfuerzo del viaje se ve recompensado por un entorno de biodiversidad única.
El mar que rodea las Ogasawara despliega el célebre tono ‘Bonin Blue’, un azul intenso donde los aficionados al snorkel y el buceo pueden sumergirse entre arrecifes de coral, peces de mil colores y fondos marinos intactos. Uno de los mayores atractivos es la posibilidad de nadar con delfines, una experiencia fascinante tanto para adultos como para niños. Además, las islas poseen una red de rutas de senderismo que permiten adentrarse en la vegetación autóctona y descubrir especies animales no presentes en el resto del archipiélago japonés.
Kayak entre canales: la otra perspectiva de Tokio
Lejos de lo que muchos imaginan, la propia ciudad de Tokio brinda planes al aire libre sin dejar la metrópoli. Navegar en kayak por los canales del río Sumida es una opción singular para ver la ciudad desde otra perspectiva. Este tipo de actividades permiten recorrer el corazón de Tokio en un entorno tranquilo, navegando bajo históricos puentes iluminados y alejándose temporalmente del tráfico y el bullicio.
A los kayaks se suman los tradicionales yakatabune –barcos de madera que surcan los canales ofreciendo cenas o meriendas panorámicas– y los prácticos autobuses acuáticos, que actúan como transporte público sobre el agua. Contemplar la ciudad al atardecer desde la tranquilidad de los canales constituye una de las experiencias más agradables en la temporada estival. Desde el agua, Tokio revela un paisaje inesperado, donde conviven templos, modernos rascacielos y jardines escondidos.
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