Un recorrido por los castillos más impresionantes de Salamanca: de la fortaleza del Buen Amor a una increíble cámara oscura

Estas fortalezas atesoran la historia de la región a través de sus muros y torres y a día de hoy se han convertido en monumentos con un alto valor turístico

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Castillo de Ledesma, en Salamanca
Castillo de Ledesma, en Salamanca (Turismo Castillo y León).

Enclavados entre sierras, valles y llanuras, los castillos de Salamanca ofrecen mucho más que muros de piedra y almenas imponentes. Sus imponentes torres han sido, a lo largo de los siglos, protagonistas de batallas, asedios y leyendas que han dado forma a la historia de Castilla. Además, recorrer estas fortalezas constituye un plan ideal para familias y amantes del patrimonio, combinando ocio, cultura y naturaleza. Visitar los castillos de Salamanca invita a revivir las gestas del pasado. Por ello, se ha elaborado una selección de las 10 fortalezas más impresionantes de la provincia, perfectas para descubrir todos sus secretos.

Castillo de Ciudad Rodrigo

El castillo de Ciudad Rodrigo, también conocido como de Enrique II de Trastámara, data del siglo XV y fue declarado Bien de Interés Cultural en 1949. Aunque su origen se atribuye a Fernando II, fue Enrique II quien impulsó su transformación más notable, razón por la que suele asociarse su nombre a esta fortaleza.

A lo largo de los años, el castillo soportó los embates de las Guerras de Sucesión y de la Guerra de la Independencia, quedando parcialmente dañado hasta su posterior rehabilitación. Este esfuerzo de restauración hizo posible que hoy albergue el Parador de Ciudad Rodrigo. Destaca su gran torre de dos pisos y planta cuadrada, accesible para quienes deseen contemplar unas vistas espectaculares de la ciudad y pasear por los cuidados jardines que rodean el conjunto monumental.

Castillo del Buen Amor

Posada Real Castillo del Buen
Posada Real Castillo del Buen Amor, en Salamanca.

A apenas 25 kilómetros al norte de la capital provincial, se erige el castillo del Buen Amor en Villanueva de Cañedo. Su fábrica actual se remonta al siglo XV, aunque todavía subsiste el sótano de la fortaleza original del siglo XI sobre la que se alzó el edificio actual. Esta construcción fue ordenada por Juan II de Castilla y tuvo huéspedes ilustres como Fernando el Católico antes de la batalla de Toro. Sus líneas renacentistas confieren a sus dependencias un carácter distinguido, ahora adaptadas como hotel y restaurante, permitiendo así experimentar el encanto de los tiempos medievales sin renunciar a las comodidades actuales.

Castillo de Ledesma

Conocida como “La Fortaleza”, el castillo de Ledesma fue levantada en el siglo XV sobre una base del siglo XII, obra de Fernando II. Siempre vinculada a la corona castellana, en diferentes etapas fue gestionada por nobles destacados de la época. En sus subsuelos, bajo la plaza anexa, se pueden descubrir una intrincada red de bodegas, cámaras y pasadizos de lo que iba a ser un gran palacio nunca finalizado.

El acceso al castillo es libre y gratuito, aunque para abrir la puerta se debe solicitar la llave en las cafeterías de la plaza de la Fortaleza. Pasear por su interior supone un viaje en el tiempo a las intrigas y proyectos de la Edad Media.

Castillo de los duques de Alba

En el municipio de Alba de Tormes, el castillo de los duques de Alba, construido en el siglo XVI, conserva como único vestigio la torre del homenaje debido a su destrucción durante la retirada de las tropas francesas en la Guerra de la Independencia. Esta torre, lejos de ser solo un resto, acoge varias propuestas culturales: en la planta baja funciona un museo, en la primera se pueden admirar pinturas renacentistas, la segunda ofrece una exposición y desde la tercera se obtienen unas vistas únicas del río Tormes y el pueblo.

Castillo de San Felices de los Gallegos

Castillo de San Felices de
Castillo de San Felices de los Gallegos, en Salamanca (Wikimedia).

Con orígenes en el siglo XIII, el castillo de San Felices de los Gallegos posee una historia ligada al rey Dionisio de Portugal y sufrió una importante reforma en el siglo XV tras su cesión a los duques de Alba por los Reyes Católicos. Se puede recorrer toda la explanada sin restricción alguna y acceder a la torre del homenaje, donde se expone el Aula Histórica de San Felices, dedicada a las fortificaciones fronterizas entre Castilla y Portugal.

Castillo de San Martín del Castañar

Situado en lo alto del pueblo, el castillo de San Martín del Castañar domina el río Francia y conserva parte de la torre del homenaje, así como varios segmentos de muralla. Su antigua plaza de armas se usa actualmente como plaza de toros y, tras su restauración, alberga el Centro de Interpretación de la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia, lo que justifica que muchos lo conozcan como el castillo de la Biosfera. Subir al mirador instalado en la torre permite admirar el magnífico entorno natural.

Castillo de Puente Congosto

Castillo de Puente Congosto, en
Castillo de Puente Congosto, en Salamanca (Turismo Castilla y León).

Remontándose a los siglos XII y XIII, el castillo de Puente Congosto adquirió su silueta actual tras las reformas del siglo XV. Destaca por su enclave sobre el río Tormes y en las proximidades de un puente renacentista construido por orden de los Reyes Católicos. En la actualidad, el edificio se utiliza como local para celebraciones de boda y no puede visitarse su interior, aunque el paisaje que lo rodea merece una parada.

Castillo de Sobradillo

El castillo de Sobradillo, en el centro urbano del pueblo homónimo, solo conserva su torre del homenaje, fechada hacia la segunda mitad del siglo XV. Una restauración reciente permite admirar su excelente estado y disfrutar de la Casa del Parque de los Arribes del Duero. Así, esta torre acoge información sobre el impresionante parque natural que conecta las provincias de Salamanca y Zamora.

Castillo del Paraíso

No muy lejos de Salamanca capital, en Montemayor del Río, se alza la fortificación conocida como castillo del Paraíso, que data de los siglos XIII y XIV, pero ha sufrido varias transformaciones. Actualmente, funciona como restaurante y, gracias a las visitas guiadas y al Centro de Interpretación Medieval, es posible recorrer su interior y adentrarse en su historia.

El impresionante castillo medieval enclavado a 800 metros de altura que es uno de los más grandes de Francia.

Castillo de Béjar

El castillo de Béjar, palacio de los duques, nació en el siglo XVI sobre una antigua alcazaba árabe del siglo XIII. Sus torres cilíndricas y el patio rodeado por galerías le confieren el aspecto de típica fortaleza castellana. Como elemento singular, desde 2011 cuenta con una Cámara Oscura que proyecta en tiempo real escenas del exterior al interior de una sala sin luz, sorprendiendo a los visitantes.