Las 10 rutas más bonitas de Cáceres: de un paseo por los ‘Infiernos’ al camino del Emperador Carlos V

Estos senderos descubren un patrimonio natural único que sorprende gracias a sus cascadas, imponentes valles y maravillosos paisajes

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Garganta de los Infiernos, en
Garganta de los Infiernos, en Cáceres (Shutterstock).

El entorno natural de la provincia de Cáceres despliega innumerables paisajes entre montañas y valles, regalando experiencias únicas para quienes disfrutan caminar por espacios al aire libre. Además de vistas panorámicas y patrimonio histórico, las rutas de senderismo en la región se adaptan a distintos niveles de dificultad y duración, permitiendo que caminantes experimentados, familias y viajeros ocasionales puedan escoger su itinerario ideal.

La variedad de senderos destaca tanto por la belleza de sus escenarios como por las opciones para todo tipo de aventureros, reafirmando el atractivo de Cáceres para los amantes de la naturaleza. De este modo, se han seleccionado 10 rutas que sorprenden gracias a su riqueza natural y que son ideales para todo tipo de aventurero.

Ruta Roja del Parque Nacional de Monfragüe

Parque Nacional de Monfragüe. (Europa
Parque Nacional de Monfragüe. (Europa Press)

Uno de los recorridos más valorados es la Ruta Roja del Parque Nacional de Monfragüe, que abarca cerca de 16 kilómetros y presenta una dificultad media, lo que requiere estar habituado a caminar. Este itinerario, uno de los más completos del parque, permite conocer puntos emblemáticos como el Salto del Gitano, el Castillo de Monfragüe y la Fuente del Francés. El trayecto, divisible en distintos tramos, atraviesa una diversidad de ecosistemas y enclaves de relevante interés histórico, haciendo de la caminata una experiencia integral en pleno corazón del parque.

Ruta de la Chorrera de Hervás

Ubicada en el Valle de Ambroz, la ruta de la Chorrera de Hervás ofrece dos opciones de longitud distintas, ambas compartiendo el mismo camino pero adaptándose a las preferencias y condiciones de los caminantes. Se trata de un sendero algo exigente, con alrededor de 7 kilómetros y diversos desniveles, culminando en una cascada encajonada de 30 metros, que recompensa el esfuerzo invertido con una imagen incomparable de la naturaleza extremeña.

Ruta del Trabuquete

En la comarca de La Vera se ubica la ruta del Trabuquete, caracterizada por sus cascadas y pozas de aguas cristalinas, muy concurridas durante los meses más cálidos. El itinerario, de dificultad media y aproximadamente 12 kilómetros de extensión, puede realizarse de forma lineal o circular. Parte del pueblo de Guijo de Santa Bárbara y recorre zonas naturales enclavadas entre la Sierra de Gredos y la Sierra de Tormantos, mostrando la riqueza ecológica de la zona.

Ruta de los Cerezos en Flor del Valle del Jerte

Cerezos en el Valle del
Cerezos en el Valle del Jerte (Adobe Stock).

El espectáculo de la floración primaveral de los cerezos en el Valle del Jerte se convierte en protagonista de esta ruta, que es reconocida entre las más populares del área. El recorrido puede iniciarse desde Tornavacas o desde Jerte para acortarlo, y destaca por su baja dificultad, por lo que es especialmente recomendable para realizar acompañado de familia. Durante el trayecto, los senderistas exploran la singular Garganta de los Infiernos y sus conocidos pilones, sumergiéndose en la estampa de los cerezos en flor que cubren el paisaje cada primavera.

Ruta en Casares de las Hurdes

La comarca de Las Hurdes brinda un sendero circular de aproximadamente 15 kilómetros, que suele completarse en unas cinco horas. Desde Casares de las Hurdes hasta el embalse de Majá Robledo, la ruta transita por los meandros del río Hurdano y ofrece amplias panorámicas del entorno. El recorrido revela el carácter icónico de Las Hurdes, con sus bancales y paisajes de montaña.

Ruta del Emperador Carlos V

La historia marca el paso en este itinerario, que sigue la senda utilizada por Carlos V en el siglo XVI hacia el Monasterio de Yuste. El trayecto enlaza tres localidades de La Vera: Jarandilla de la Vera, Aldeanueva de la Vera y Cuacos del Yuste, a lo largo de unos 10 kilómetros practicables en cualquier época del año. Destaca la celebración de actividades conmemorativas en febrero, que evocan las costumbres y el modo de vida de aquel periodo histórico.

Ruta del Chorro de la Meancera

La opción más asequible para caminar en familia se encuentra en El Gasco (municipio de Nuñomoral), con la ruta del Chorro de la Meancera. Su trayecto de solo 1 kilómetro conduce hasta una de las cascadas más notables de Las Hurdes, donde el arroyo Meancera forma su salto de agua más elevado y reconocible.

Ruta de los Pilones

Garganta de los Infiernos, en
Garganta de los Infiernos, en Cáceres (Shutterstock).

En el norte de Cáceres, la Garganta de los Infiernos alberga la ruta de los Pilones, de unos 3 kilómetros, accesible para toda la familia. Partiendo del Centro de Interpretación de la fauna y la flora de la Reserva Natural, el sendero conduce hasta el mirador del Chorrero de la Virgen y el paraje de los Pilones, considerados como una de las zonas de baño natural más destacadas del país por sus formaciones excavadas en la roca y la sucesión de cascadas y saltos de agua.

Ruta de la Torre de Almenara de Sierra de Gata

La Sierra de Gata cobija una ruta circular de unos 8 kilómetros de baja dificultad, apta para adultos, niños y mascotas. Desde la población de Gata, el sendero se dirige al castillo de Almenara, cuya torre aún resiste en pie. Cruzando pinares y zonas de berrocal granítico, las personas que la recorren encuentran no solo el patrimonio defensivo, sino también rincones escondidos de la sierra.

Así es el valle de Papenoo: rutas por el cráter de un volcán derrumbado en una de las islas más paradisíacas del mundo.

Ruta de los Lobos en Casares de las Hurdes

El itinerario de la ruta de los Lobos comienza en Casares de las Hurdes y retorna atravesando la presa de Majá Robledo hasta llegar a El Gasco. Suma un total de 17 kilómetros, alternando tramos que requieren desplazamiento en coche. Los participantes disfrutan de la vista de las elevadas montañas circundantes y de la variedad de vegetación autóctona, en un recorrido que realza el valor natural de la comarca.