Los 10 rincones de Madrid para refrescarse y huir del calor: piscinas naturales, playas fluviales y saltos de agua

Con el termómetro superando todos los días los 35 °C, sólo podemos pensar en escapar de la ciudad y huir hacia un sitio más fresco o, al menos, que tenga algún acceso al agua. A pesar de que en Madrid no podamos observar el horizonte del mar, sí que contamos con piscinas naturales, playas fluviales y saltos del agua, donde podemos disfrutar y pasar una jornada agradable al aire libre.

Ubicadas en el Valle de El Paular y rodeadas por la Sierra de Guadarrama, las piscinas naturales de Las Presillas representan uno de los destinos veraniegos más buscados. Estas tres piscinas están rodeadas de pinos y zonas de césped, lo que permite a los visitantes disfrutar tanto del baño como de espacios habilitados para tomar el sol o hacer pícnics. El enclave invita a disfrutar de la naturaleza en estado puro, mientras se contemplan las vistas al entorno montañoso.

El acceso es libre y gratuito, aunque habrá que pagar 9 euros por aparcar el coche. Se pueden visitar las piscinas todos los días de 10 a 21 horas. El enclave cuenta con un kiosco y mesas de merendero.

A apenas 50 kilómetros de la capital, el pantano de San Juan se ha consolidado como uno de los espacios favoritos para el baño en la Comunidad de Madrid. Entre sus 14 kilómetros de playas destaca la Virgen de la Nueva, reconocida durante años por su bandera azul, distintivo que la avala como una zona de calidad para el baño.

El área recreativa Lancha del Yelmo, situada en el mismo entorno, permite la práctica de deportes acuáticos y cuenta con instalaciones como mesas y kiosco, lo que refuerza la oferta lúdica para quienes buscan pasar todo el día junto al agua.

Sin abandonar el escenario del pantano de San Juan, El Muro surge como una alternativa menos concurrida frente a la más popular Virgen de la Nueva. En esta área está permitido el baño de perros, lo que la convierte en una opción ideal para aquellos que quieren disfrutar del día acompañados de sus mascotas.

La playa del Alberche se extiende en la confluencia de los ríos Alberche y Perales, creando un arenal que remite a la idea de playa incluso en el entorno madrileño de interior. Su escasa profundidad favorece la visita de familias con niños, proporcionándoles seguridad y diversión. El bosque que rodea el paraje realza su atractivo paisajístico. En este punto también se permite la entrada de perros, siempre que permanezcan bajo control y no sueltos.

En el municipio de Estremera, a unos 60 kilómetros de Madrid, se encuentra la playa fluvial de Los Villares, también conocida como playa de Estremera. Declarada zona de baño apta por la Comunidad de Madrid, está equipada con servicios y preparada para actividades acuáticas de variada índole. A esta playa también se puede acudir con mascotas.

La Hoya Encavera está ubicada en un entorno con densa vegetación y formaciones de pozas y zonas rocosas a poca distancia de la presa de la Pinilla. Los visitantes disponen de un pequeño aparcamiento cercano cuyo coste es de 5 €. Desde este punto es posible recorrer diferentes rutas a pie, bien hacia la presa o bien en dirección al puente Congosto, de origen incierto atribuido posiblemente a época romana o medieval.

Para acudir a este arenal tendremos que abandonar la Comunidad de Madrid e ir hasta Guadalajara, a una hora y media de la capital. El acceso es de pago: habrá que abonar 10 euros y sólo se acepta en efectivo. En esta zona es posible practicar deportes acuáticos y alquilar kayaks.

Para esta opción también abandonaremos las inmediaciones de la capital y nos moveremos hasta la vertiente segoviana del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, junto al río Eresma en los Montes de Valsaín. Declarada Reserva de la Biosfera, este espacio ofrece la posibilidad de recorrer el río, nadar en sus pozas y observar la flora y fauna local.

En la sierra de Somosierra, a unos 90 kilómetros de Madrid, se encuentra la Chorrera de los Litueros, uno de los saltos de agua más altos de la región. Alimentada por manantiales de las cumbres, da lugar al arroyo del Caño y posteriormente al nacimiento del río Duratón. Aunque el baño está prohibido, es posible disfrutar del ambiente fresco junto al arroyo y contemplar la espectacular caída de agua en sus tres escalones.

Muy próxima a Madrid, la Cascada del Hervidero se ubica en la Sierra de Guadarrama, concretamente en la comarca de la Cuenca del Medio Jarama. Para llegar a este punto resulta necesario completar una ruta a pie de baja dificultad, aunque quienes lo prefieran pueden acceder en coche hasta las inmediaciones. Allí, el río Guadalix forma un charco donde es posible refrescarse al llegar. Una curiosidad de este lugar es que en él se grabó una escena de Águila Roja.