La catedral geológica descubierta, por sorpresa, en Castilla y León a 50 metros de profundidad: se puede visitar

Esta formación, de aproximadamente un kilómetro de largo, se sitúa en Ávila y guarda en su interior gran cantidad de formaciones

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Las Cuevas del Águila, en
Las Cuevas del Águila, en Castilla y León. (Cuevas del Águila)

En el corazón del Valle del Tiétar, en Ávila, una maravilla geológica se despliega bajo tierra, ofreciendo a los visitantes un viaje único a través de un paisaje subterráneo que parece sacado de otro mundo. Una formación de entre 500 mil y un millón de años se despliega a 50 metros de profundidad en un tramo de aproximadamente un kilómetro de largo: las conocidas como Cuevas del Águila.

Ubicadas en Ramacastañas, una pedanía de Arenas de San Pedro, en Castilla y León, fueron descubiertas por casualidad en diciembre de 1963. Un grupo de cinco jóvenes, al observar vapor saliendo de un agujero en el Cerro de Romperropas o Cerro del Águila, decidieron investigar, encontrando una entrada de apenas 60 centímetros de diámetro que los condujo a una impresionante bóveda subterránea, que evocaba a una catedral.

Las consecuencias de la filtración del agua

Desde su apertura al público en 1964, las cuevas han atraído a miles de visitantes, quienes pueden explorar sus galerías iluminadas en un recorrido de aproximadamente 45 minutos. De acuerdo con la página oficial, estas formaciones geológicas, que alcanzan hasta 20 metros de altura, se desarrollaron como consecuencia de las corrientes de agua subterráneas y las lentas filtraciones de la lluvia.

Cuevas del Águila, en Ávila.
Cuevas del Águila, en Ávila. (Shutterstock)

Las rocas dolomíticas que componen la cueva se formaron en una plataforma marina carbonatada del Cámbrico, y las aguas de los ríos Avellaneda y Arenas contribuyeron a la creación de las cavidades actuales, según ha ecogido National Geograhic. Estas cuevas ofrecen una rica variedad de formaciones, incluyendo estalagmitas, estalactitas, columnas y coladas.

La particularidad de estas formaciones radica también en su color blanco, resultado de la presencia de moonmilk, una sustancia mineral que se forma por la precipitación lenta de partículas disueltas en el agua. Este fenómeno otorga a las cuevas una apariencia similar a la de una catedral gótica, con sus pináculos y agujas reflejados en un espejo.

Un entorno destacado

El entorno de las Cuevas del Águila también destaca por su singularidad, ya que esta cavidad se encuentra oculta en un bosque de encinas que decora el cerro. Por otro lado, la localización ofrece diversas actividades al aire libre. El Parque Regional de la Sierra de Gredos, donde se encuentran las cuevas, es un destino popular para el senderismo y el ciclismo de montaña.

Entre las rutas destacadas se encuentra un itinerario de 6,9 kilómetros que conecta Arroyo Frío con la cueva, pasando por la fuente homónima y la fuente de la central. Otra opción es la Senda de los Pescadores, un recorrido de 11 kilómetros que permite disfrutar de la belleza del río Arenal. Además, la región es ideal para la observación de estrellas, gracias a la escasa contaminación lumínica. Según ha destacado National Geographic, estas actividades complementan la visita a las cuevas, ofreciendo a los turistas una experiencia completa en contacto con la naturaleza y la historia geológica de la zona.

Esta cavidad tiene más de 75 mil años y se caracteriza por los colores y formaciones únicas que alberga

Una visita para complementar la excursión

Para enriquecer la experiencia de los visitantes, se organizan visitas generales y especiales. Las primeras se realizan a pie, por lo que es recomendable llevar calzado adecuado para la humedad en el interior de la cavidad. Estos encuentros cuestan 11 euros para adultos y 8 euros para niños de entre 6 y 10 años. Además, son grupos reducidos los que acceden a la cueva.

Respecto a las visitas guiadas con diferentes temáticas, las rutas incluyen la opción “Descubrimiento”, que revela los secretos de la cueva de la mano de uno de sus descubridores; “Fantasía”, ideal para familias, donde más de 30 figuras cobran vida; “Aventura”, que ofrece un recorrido alrededor del cerro; y “Científica”, que profundiza en los aspectos geológicos de la cueva. Esta opción exigen reserva previa. La temperatura en el interior se mantiene constante a 17 grados, lo que hace que la visita sea cómoda durante todo el año.