La joya natural escondida de Barcelona: una bonita cascada a la que se llega por una sencilla ruta de senderismo

Este enclave es uno de los más mágicos de la región y es perfecto para visitar durante la primavera

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Salt de la Foradada de Cantonigròs, en Barcelona (Adobe Stock).

La comarca de Osona es uno de los destinos naturales e históricos más impresionantes de Barcelona. Esta región se caracteriza por sus impresionantes paisajes montañosos dominados por el macizo del Montseny y la sierra de Cabrera, qué combinados con sus pequeños pueblos conforman un impresionante patrimonio. Así, se convierte en un lugar perfecto para una escapada de fin de semana, en el que el viajero puede descubrir todos sus encantos y conocer algunos de los secretos mejor guardados de Cataluña.

Uno de ellos se encuentra en el pueblo de Cantonigròs, que a pesar de su pequeño tamaño, esconde una de las joyas naturales más impresionantes de la región. Se trata del Salt de la Foradada de Cantonigròs, un salto de agua rodeado de frondosos bosques y un paisaje montañoso que atrae a amantes de la naturaleza y el senderismo. Así, se ha convertido en un enclave perfecto para conocer la riqueza natural de Osona. Además, para llegar hasta la cascada se tiene que realizar una sencilla ruta que es ideal hasta para los más pequeños. Pues cuenta con apenas dos kilómetros de longitud y se tarda en recorrer alrededor de media hora.

El punto de partida de la ruta se encuentra en el mismo pueblo de Cantonigròs, una localidad que forma parte del municipio de L’Esquirol y que pertenece al Espacio Natural de Collsacabra. El acceso a la cascada es gratuito, ya que el aparcamiento en el campo de fútbol cercano no tiene coste. Sin embargo, se debe abonar una tasa de 2,5 euros que regula el acceso al espacio natural. Este pago se realiza en una caseta ubicada antes de comenzar la ruta. La ecotasa tiene como objetivo controlar el aforo, limitado a 50 personas entre abril y octubre, para garantizar la conservación del entorno. Además, si se llega en autocaravana, es posible pernoctar en el aparcamiento por tres euros la noche.

Una impresionante piscina natural

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Salt de la Foradada de Cantonigròs, en Barcelona (Adobe Stock).

La ruta hacia la cascada es sencilla y no presenta complicaciones. El sendero comienza con un tramo llano que, poco a poco, desciende hacia el rincón donde se encuentra la cascada, un lugar de gran belleza natural que invita a la contemplación. El paisaje está compuesto por una poza de aguas verdosas que contrasta con las robustas paredes rocosas que la rodean. El agua, al caer, se desploma delicadamente, creando una imagen de única que cautiva a cualquiera que se acerca.

Si se visita la cascada después de una lluvia intensa, la imagen es aún más impresionante, ya que el flujo del agua es mucho más fuerte, intensificando la majestuosidad del lugar. Sin embargo, es importante recordar que está prohibido bañarse y hacer picnic en la zona, ya que forma parte de un espacio natural protegido y, como tal, debe respetarse y cuidarse para preservar su belleza.

Además de la cascada, otro atractivo de la zona es el Molí de la Foradada, un antiguo molino de harina que, aunque actualmente se encuentra en ruinas, sigue siendo un símbolo de la historia local. En su interior aún brota agua de una pequeña fuente, dando vida a este rincón olvidado del pasado. Pero no solo eso, pues el entorno también ofrece otras dos rutas que cuentan con vistas espectaculares.

El Mirador del Ter, por ejemplo, permite disfrutar de una panorámica del meandro del río Ter, además de ofrecer una vista impresionante del monasterio benedictino de Sant Pere de Casserres, situado en lo alto de una colina que rodea el río. Otra opción es la Ruta Morro de l’Abella, que ofrece unas vistas panorámicas del pantano de Sau, un paisaje igualmente impresionante que merece ser descubierto.

Una de las rutas familiares más bonitas de Cádiz: descubre una cascada, una piscina natural y tumbas de la Edad de Bronce.

Cómo llegar

Desde Barcelona, el viaje es de alrededor de 1 hora y 25 minutos por la carretera C-17. Por su parte, desde Girona el trayecto tiene una duración de 1 hora y 15 minutos por la vía C-25.