Un pasajero vestido de flamenca causa el caos en un vuelo en Barcelona: orinó en el pasillo del avión y estaba bajo los efectos del alcohol

Aunque la mayoría de los vuelos transcurren sin incidentes, algunos viajes se ven afectados por eventos que generan situaciones de tensión y conflicto a bordo. Uno de los factores más frecuentes es el comportamiento inapropiado de ciertos pasajeros, en particular aquellos que abordan los aviones en un estado de embriaguez notable. Este tipo de situaciones es una de las principales causas de altercados entre los viajeros, afectando tanto la seguridad del vuelo como la experiencia de los demás pasajeros.

Tanto es así, que durante el verano, un vuelo de Barcelona a Londres, se convirtió en un calvario para los pasajeros debido al comportamiento inapropiado de un grupo de turistas británicos ebrios. El incidente, protagonizado por un futuro novio y sus amigos en una despedida de soltero, pone de manifiesto un problema que afecta cada vez más a las aerolíneas: el aumento de pasajeros bajo los efectos del alcohol.

De hecho, el comportamiento problemático de pasajeros bajo los efectos del alcohol ha aumentado en los últimos años. Según datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), en 2023 se registró un incidente de comportamiento indisciplinado de pasajeros por cada 480 vuelos, un aumento respecto a 2022, cuando ocurría uno cada 568 vuelos. Aunque no se especifica cuántos de estos incidentes estuvieron relacionados con el consumo de alcohol, la correlación es evidente.

El caos comenzó en la puerta de embarque del aeropuerto de Barcelona, donde un grupo de hombres visiblemente ebrios ya causaba incomodidad entre los demás pasajeros. El líder del grupo, apodado “Choffers”, lucía un llamativo traje de flamenca y parecía estar en un avanzado estado de embriaguez, mientras sus compañeros continuaban bebiendo.

A bordo, la situación escaló rápidamente. Durante los primeros 30 minutos del vuelo, los pasajeros describieron al grupo como “ruidoso y molesto”, mientras consumían más alcohol suministrado por la tripulación. En medio de la turbulencia, Choffers ignoró las advertencias de seguridad y, en un acto que sorprendió y disgustó a los pasajeros, se levantó y orinó en pleno pasillo, mojando varios asientos y a una pasajera cercana. “Fue una experiencia surrealista. No podía creer lo que estaba pasando”, comentó una pasajera que presenció el incidente, tal y como recoge el diario The Telegraph.

Las aerolíneas, especialmente las de bajo coste, han sido las más afectadas por este fenómeno. Ryanair, por ejemplo, ha registrado numerosos incidentes en sus vuelos y ha decidido actuar de manera contundente. En abril de 2024, un pasajero irlandés ebrio obligó a desviar un vuelo de Dublín a Lanzarote, generando costes adicionales por combustible, tasas de aterrizaje y alojamiento para más de 160 pasajeros. La aerolínea está buscando una compensación de 15.000 euros en los tribunales.

Es por ello que la mayor aerolínea de Europa, ha hecho un llamado a la Unión Europea para que implemente restricciones en la venta de alcohol en los aeropuertos. En un comunicado emitido el pasado lunes 13 de enero, la compañía solicitó que se limite a dos bebidas alcohólicas por pasajero, utilizando las tarjetas de embarque para controlar las compras, de manera similar a las restricciones en las ventas libres de impuestos.