El portero de un club israelí acude a la llamada de la selección palestina sin autorización y deciden apartarle del equipo

El jugador acudió a la convocatoria con la selección absoluta de Palestina para un partido amistoso ante Argelia B

Guardar
El portero Abed Yassin (imagen
El portero Abed Yassin (imagen de redes sociales)

Dentro del dinámico universo del fútbol israelí, el Bnei Sakhnin ocupa un lugar distintivo como el único club árabe que compite en la Liga Premier de Israel. La capacidad del Bnei Sakhnin para reunir en su plantel a jugadores árabes, judíos y cristianos constituye una singularidad en el campeonato, pero también sitúa al club en el centro de controversias cuando los factores deportivos se entrecruzan con cuestiones nacionales y políticas.

La reciente decisión del club respecto al joven guardameta Abed Yassin ha vuelto a poner de manifiesto hasta qué punto el fútbol puede volverse un escenario de tensiones extradeportivas. La situación fue publicada por el diario francés L’Équipe, que detalla cómo Yassin, uno de los porteros del primer equipo, fue apartado de la dinámica del club tras responder por su cuenta al llamado de la selección absoluta de Palestina para un partido amistoso ante Argelia B, disputado el 13 de octubre y que terminó con victoria palestina por 0-1.

Aunque Yassin solo estuvo en el banquillo y no participó en aquel encuentro, su viaje precipitó una reacción inmediata en el seno del Bnei Sakhnin. Desde ese día, no volvió a aparecer en las convocatorias del club, pese a haber tenido una actuación destacada pocos días antes, el 5 de octubre, cuando su equipo venció al Maccabi Netanya por 1-2. En ese duelo, Yassin ocupó la portería como titular y llevó a cabo una destacada actuación, lo que parecía asegurar su continuidad. Sin embargo, la llamada de la selección palestina y su participación sin autorización alteraron completamente su situación en el plantel.

La bandera nacional israelí (REUTERS/Ronen
La bandera nacional israelí (REUTERS/Ronen Zvulun)

Shefa Amr, ciudad natal de Yassin, se ubica en el norte de Israel, cerca de Haifa, y se caracteriza por su significativa población de origen palestino y fe musulmana. El hecho de haber integrado previamente la selección sub-23 palestina sin mayores inconvenientes contrasta con el escenario actual. En esta ocasión la respuesta del club fue inflexible. “No informó a nadie” de que había sido convocado por la absoluta ni, por tanto, de que acudiría a dicha llamada. “Fue allí, sin nuestro permiso, ese es el primer problema”, declaró Mohammed Abu Younis, presidente del Bnei Sakhnin, en diálogo con L’Équipe. La decisión de separar a Yassin del grupo fue consensuada junto al entrenador y el resto de la directiva.

Los casos previos

Casos previos reflejan esta problemática. Tras el regreso a la máxima división en 2020, el club fichó a Rami Hamadeh, arquero titular de Palestina, quien vivió experiencias similares en su juventud. Cuando tenía 16 años y jugaba en el Maccabi Netanya, fue convocado por la selección juvenil palestina. “Empecé a entrenar con la selección sin decirle una palabra a mi entrenador del Netanya, pero se lo tuve que contar cuando surgió un viaje para jugar un torneo en Emiratos Árabes Unidos”, relató Hamadeh. Su técnico respondió positivamente: “Era algo bueno que lo hiciera para la coexistencia”, recordó el guardameta.

El Ejército de Israel aborda un barco de la Flotilla que se dirige a Gaza

En cambio, el presente de Abed Yassin evidencia que las circunstancias se han vuelto menos comprensivas en el Bnei Sakhnin. El debate que rodea su exclusión ilustra hasta qué punto el fútbol, lejos de abstraerse de la realidad exterior, puede resultar un reflejo fiel de las complejidades y tensiones inherentes a su propio entorno.