El día en que Fernando Alonso vivió una de las carreras más locas de su trayectoria en el GP de EEUU: del accidente con Lance Stroll a una remontada histórica

El asturiano consiguió pasar de la decimocuarta posición al séptimo puesto, a pesar de su choque

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El piloto español Fernando Alonso.
El piloto español Fernando Alonso. (Europa Press)

El regreso de Fernando Alonso al Circuito de las Américas en Austin este fin de semana reaviva el recuerdo de una de sus más extenuantes y controvertidas actuaciones, ocurrida durante el Gran Premio de Estados Unidos de 2022. Aquel domingo, el piloto español libró una batalla de resistencia que incluyó un accidente de alto riesgo, una remontada por partida doble y una sanción reglamentaria que se anuló posteriormente.

Alonso llegó a Austin todavía vestido con los colores de Alpine, aunque ya había confirmado semanas antes su fichaje por Aston Martin para la temporada siguiente. En la parrilla, partió desde la decimocuarta posición, frente a una carrera que prometía una gran exigencia táctica y desgaste mecánico. Optó por un primer relevo largo con neumáticos duros, anticipando que gran parte del esfuerzo consistiría en minimizar pérdidas en las primeras vueltas y exprimir cada oportunidad de progreso en la zona media del pelotón.

La jornada se transformó en una auténtica prueba de tenacidad a partir de la vuelta 22. Durante su lucha por posiciones de puntos, Alonso se encontró en plena recta principal con Lance Stroll, entonces rival en pista y hoy compañero en la escudería británica. Un movimiento inesperado del canadiense provocó un choque de enorme violencia: el coche azul se despegó del asfalto y recorrió varios metros en el aire antes de impactar contra el muro. “Fue una maniobra inesperada, nunca sabes lo que puede pasar en esos momentos”, compartió Alonso tras la carrera.

Fernando Alonso cuando era piloto
Fernando Alonso cuando era piloto de Alpine. (Leonhard Foeger/Reuters)

Aunque la mayoría anticipaba su abandono inmediato, el equipo técnico de Alpine realizó reparaciones exprés en boxes. El monoplaza volvió a pista con daños visibles, especialmente en la carrocería y la estructura lateral, pero conservando la integridad básica para competir. A partir de ese momento, Alonso protagonizó la primera de sus grandes remontadas del día, recuperando posiciones gradualmente mientras lidiaba con un coche lejos de las condiciones óptimas. El asturiano consiguió pasar de la decimocuarta posición, en la que empezó, al séptimo puesto.

La sanción de la FIA a Fernando Alonso

En medio de ese esfuerzo, una nueva complicación surgió tras adelantar a Kevin Magnussen. El español perdió el retrovisor derecho de su monoplaza, un daño arrastrado desde el primer incidente con Stroll. El componente, aunque pequeño, tiene relevancia reglamentaria. Durante la carrera no se hizo público ningún aviso inmediato; la sanción llegó después de la bandera a cuadros, cuando la FIA aplicó a Alonso una penalización de 30 segundos en la clasificación final. Según explicó la organización, la medida respondía a razones de seguridad por la falta del espejo retrovisor derecho.

El entorno de Alpine reaccionó con rapidez frente a la decisión. La escudería argumentó que el coche había pasado la inspección final y que no existió advertencia previa en pista. Tras presentar una reclamación formal, el equipo logró que la sanción fuera revisada y finalmente anulada, restaurando el resultado de su piloto español. De esa manera, la actuación de Alonso quedó reconocida oficialmente. El desgaste físico quedó patente al término de la prueba. Varios testigos captaron la imagen del bicampeón mundial sentado y exhausto junto a su rueda tras completar la carrera. “Es una carrera que recordaré por mucho tiempo, fue agotadora, pero logré llevar el coche a meta a pesar de todo”, manifestó Alonso.

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El balance del Gran Premio de Estados Unidos de 2022 consolidó varias señales sobre la forma de competir de Fernando Alonso: una resistencia excepcional al desgaste, capacidad táctica para sacar partido a contextos adversos y actitud para encarar decisiones reglamentarias que pusieron en jaque el resultado tras cruzar la meta. El asturiano, que ha declarado en varias ocasiones su predilección por los retos en circuitos norteamericanos, llega a una nueva cita en Texas con el recuerdo reciente de aquel domingo en el que nada dio por perdido hasta el último giro. Ahora, el piloto asturiano volverá al circuito que elevó su leyenda y que exprimió al máximo su talento sobre el circuito.