Así fue la gesta de España en el Mundial sub-20 de Nigeria 1999: Iker Casilla, Xavi Hernández o Marchena conquistaron la copa

Aquella copa fue el preludio de la generación que, 11 años después, conquistaría el título mundial absoluto en Sudáfrica

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La selección española sub-20 levanta
La selección española sub-20 levanta la copa del Mundial de Nigeria 1999. (RFEF)

El 24 de abril de 1999 marcó el inicio de un ciclo fundamental para el fútbol español. Aquel día, la selección española sub-20 alzó el trofeo del Mundial sub-20, con Nigeria como escenario. No fue solo una victoria relevante, sino el preludio de la generación que, 11 años después, conquistaría el título mundial absoluto en Sudáfrica. De ahí la frase: “Sin pasar por Nigeria no se pudo llegar a Sudáfrica —y no hablamos de carreteras—”. Aquel año, un joven Iker Casillas, Xavi Hernández o Carlos Marchena se vistieron de héroes para levantar el título mundial. Un título que, este 2025, la selección española sub-20 busca volver a alzar, esta vez en Chile.

En la capital nigeriana de Lagos, un grupo de jóvenes futbolistas españoles comenzaron a forjar su camino hacia la élite. Durante el torneo, según analizaron los propios protagonistas en el programa Conexión Vintage, las vivencias marcaron a quienes después serían figuras clave de la mejor etapa de la historia de la selección española. La FIFA asumió entonces uno de sus mayores retos organizativos en el continente africano. La realización del Mundial sub-20 en Nigeria serviría como referencia y termómetro para valorar la posibilidad de celebrar en el futuro un campeonato absoluto en África, una posibilidad que finalmente se concretó en Sudáfrica en 2010.

El contexto social y político de Nigeria no era el más propicio. Aunque era uno de los países de mayor peso en el continente, sufría conflictos internos y un clima de inestabilidad. “Varias selecciones europeas quisieron abandonar la competición antes de la ceremonia inaugural, pero se mantuvieron por temor a las sanciones de la FIFA”. Esta situación añadía presión y desafíos adicionales a futbolistas y cuerpos técnicos. Los hoteles, la alimentación y las condiciones generales no se correspondían con las rutinas de quienes ya sabían lo que era un vestuario profesional. Por las noches, la temperatura alcanzaba los 35 grados y los jugadores dormían en chándal para evitar las picaduras de los mosquitos, experiencias que muchos todavía evocan con una mezcla de resignación y humor.

Aquel campeonato reunió a futbolistas cuya carrera posterior alcanzaría relevancia mundial. Además de Casillas y Xavi, participaron talentos internacionales como Ronaldinho, Forlán, Simao, Roque Santa Cruz, Rafael Márquez, Cambiasso, Nakata, Duff y Seydou Keita, quien recibió el reconocimiento de mejor jugador del torneo.

El exjugador Iker Casillas durante
El exjugador Iker Casillas durante el Mundial de Nigeria 1999. (RFEF)

España desembarcó en el torneo sin el cartel de favorita. Sin embargo, después de vencer a Brasil en la jornada inaugural, el equipo se fortaleció y su confianza fue en aumento. El seleccionador Iñaki Sáez formó un grupo que se mantuvo unido durante todo el trayecto: Aranzubía defendió la portería, Coira y Bermudo ocuparon los laterales, Jusué y Marchena armaron el eje defensivo, el mediocampo estuvo compuesto por Varela, Orbaiz, Xavi y Barkero, mientras que Gabri y Pablo encabezaron el ataque. Con este esquema, España finalizó líder de grupo, relegando a la selección brasileña al segundo puesto y despidiendo a Zambia y Honduras.

En los octavos de final derrotaron a Estados Unidos en un partido igualado que terminó 3-2. El punto crítico del campeonato llegó en cuartos de final contra Ghana, en una eliminatoria reñida donde sobresalió Íker Casillas. Tal como ocurrió once años después en Sudáfrica, el portero madrileño fue decisivo al detener un penalti en una fase definitoria. El portero español atrapó el noveno penalti ante Blay y España ganó la tanda 8-7 (Gabri había sido el único jugador que no materializó).

Íker Casillas ejerció de ‘santo’ y Xavi como dueño de la batuta

Casillas fue suplente durante los primeros encuentros; Aranzubía ocupaba la titularidad. Sin embargo, en cuartos de final, Iñaki Sáez decidió apostar por el joven guardameta del Real Madrid para amortiguar el poderío ofensivo de los delanteros ghaneses. Su actuación resultó crucial para el pase a semifinales, algo que consolidó su relación con la afición a pesar de que no volvió a jugar el resto del torneo. El rendimiento colectivo mejoró con el avance de la competición. El equipo, guiado por el talento de Xavi Hernández, se adaptó a las circunstancias y tomó el control de los partidos. Como recordaba Iñaki Sáez: “De sus botas nacían casi todas las jugadas que luego concluían ante la portería Gabri y Pablo, los delanteros, o Barkero y Varela, dos puñales en las bandas”.

La selección española llega a Plaza España, en Madrid, para la celebración de la Eurocopa 2024.

España venció 3-1 a Mali en semifinales y accedió a la final, donde se encontró con la sorprendente selección de Japón, que llegaba tras dejar en el camino a combinados como Argentina, México y Uruguay. En la final, disputada ante unos 38.000 espectadores, España impuso su juego desde el primer minuto y se adjudicó el título con un contundente 4-0. Los goles fueron obra de Barkero, Gabri y un doblete de Pablo, quien además terminó como máximo goleador del Mundial juvenil.

Aquel triunfo en Nigeria funcionó como semilla y preámbulo de los años más exitosos del fútbol español. La experiencia acumulada en Lagos contribuyó decisivamente al carácter de una generación que llegaría a la cima del mundo en Sudáfrica, dando verdadero sentido a la frase: “sin pasar por Nigeria no se pudo llegar a Sudáfrica”. Ahora, la actual selección española busca repetir esa gesta y sumar el segundo título mundial al palmarés de la sub-20.