Fernando Alonso se prepara para las altas temperaturas del Gran Premio de Singapur: esto es lo que usará para combatir el termómetro

Fernando Alonso encara el Gran Premio de Singapur incorporando un elemento novedoso en su equipamiento: el chaleco refrigerante. Esta medida, implementada por recomendación de Aston Martin para ambos pilotos del equipo, busca enfrentar las altas temperaturas previstas para el fin de semana en el trazado de Marina Bay. Las previsiones meteorológicas alertan sobre jornadas sofocantes, con registros ambientales superiores a los 31 grados centígrados durante la carrera, lo que convierte al evento en uno de los retos más exigentes en términos de desgaste físico para los participantes.

Según informó Aston Martin, tanto Alonso como Lance Stroll harán uso de este sistema para intentar mitigar los efectos del calor extremo. El piloto español ya utilizó este dispositivo en los entrenamientos libres de Monza, aunque las condiciones en el circuito italiano no representaban el desafío térmico que se afrontará en Singapur. La decisión responde a la experiencia de ediciones recientes, en particular lo ocurrido en el Gran Premio de Catar en 2023. En aquella oportunidad, las condiciones extremas obligaron a varios pilotos a requerir asistencia médica: Liam Lawson no finalizó la prueba, Esteban Ocon padeció vómitos dentro del habitáculo y Stroll estuvo cerca de un episodio de desmayo. Ese episodio provocó la apertura de debates dentro de la Fórmula 1 sobre la necesidad de mejorar la protección ante el calor.

El desarrollo del chaleco refrigerante surgió como una de las medidas para abordar la situación. Este sistema se compone de una red de tubos por los que circula un líquido enfriado que ayuda a regular la temperatura corporal. Aunque no es obligatorio, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) estableció incentivos para fomentar su uso: los pilotos que decidan competir con el chaleco no recibirán penalizaciones vinculadas al incremento de peso del sistema. Inicialmente se valoró la posibilidad de hacer imperativo su uso ante temperaturas extremas, aunque hasta el momento se mantiene como opción voluntaria.

El chaleco en cuestión difiere de otros elementos utilizados habitualmente en la Fórmula 1 como los chalecos de gel o el aire acondicionado. Se trata de un dispositivo hidráulico ligero, que se dispone sobre la ropa interior homologada. El modelo que lleva Alonso, el Cypher Pro Micro Cooler de Chillout Motorsports, emplea un bloque de hielo que absorbe el calor y enfría el fluido que viaja a través del sistema conectado al chaleco. El peso máximo autorizado es de cinco kilogramos, y la instalación tiene varias opciones: puede ubicarse en la zona lateral del cockpit o colocarse dentro de la cabina.

El líquido refrigerante circula por una serie de conductos internos, manteniéndose frío gracias a una caja independiente al monoplaza, lo que evita modificar el sistema eléctrico del coche o alterar su comportamiento. Por seguridad, la FIA exige que cualquier innovación de este tipo sea resistente al fuego y no reduzca la protección de los conductores en caso de accidente. Estas características fueron corroboradas durante las pruebas iniciales. Alonso ensayó la prenda en Monza, como parte de la preparación para escenarios donde las temperaturas puedan afectar el rendimiento de los pilotos.

El reglamento permite utilizar el chaleco a partir de los 31 grados de temperatura ambiente, según las mediciones emitidas por los sensores oficiales de la FIA, distribuidos en cada circuito para evaluar las condiciones externas, sin considerar la temperatura interna de los monoplazas, que puede acercarse a los 60 grados durante la carrera. La tecnología introducida por Aston Martin abre un periodo experimental, en el que tanto Alonso como Stroll analizarán la eficacia y comodidad del sistema durante la prueba de Singapur.

El Gran Premio asiático representa el primer escenario donde el chaleco refrigerante se empleará de forma continuada en una carrera. Charles Leclerc es otro de los pilotos que ha optado por sumarse a la iniciativa, como reflejan imágenes difundidas en redes sociales. La adopción de este método anticipa un cambio de paradigma en la protección física de los pilotos, poniendo a prueba su capacidad de adaptación y priorizando la salud ante climas extremos. El uso extendido del chaleco podría convertirse en una norma habitual en competencias futuras si las condiciones lo exigen y si los resultados demuestran su eficacia desde el punto de vista médico y deportivo.