El bisnieto de Mussolini debutará la próxima temporada en la Serie A, la máxima categoría del fútbol italiano

El futbolista acaba de fichar por el Cremonese, equipo recién ascendido

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El jugador de la Juve
El jugador de la Juve Stabia Romano Floriani Mussolini (redes sociales)

La nueva temporada del fútbol italiano trae consigo un hecho inédito: por primera vez, un descendiente directo de Benito Mussolini formará parte de la Serie A. Romano Benito Floriani Mussolini, de 22 años, jugará cedido en el Cremonese, procedente de la Lazio. La noticia ha provocado reacciones por el peso histórico de su apellido y el contexto político, social y deportivo que rodea al fútbol italiano.

El nombre Mussolini está marcado por el pasado dictatorial de Italia y la huella del fascismo, un capítulo en el que el fútbol tuvo también un lugar central. Benito Mussolini, el bisabuelo de Romano, nunca fue un apasionado del deporte, pero sí reconoció el valor propagandístico de las victorias deportivas para el régimen. Prueba de ello fue la organización del Mundial de 1934 en Italia, torneo envuelto en polémicas y violencia, donde el objetivo era vencer a cualquier precio. Cuatro años después, la selección repitió el campeonato en Francia tras recibir un telegrama con la consigna “Vencer o morir”, dirigido a los futbolistas italianos.

El caso de Romano Benito Floriani Mussolini sobresale en una Serie A que, pese a los avances, sigue enfrentando problemas ligados a la intolerancia y el racismo, especialmente en los estadios. La llegada del joven lateral derecho al Cremonese, después de jugar en la Juve Stabia de la Serie B, coincide con el persistente debate sobre la relación entre el fútbol y la ultraderecha en Italia.

Nacido en Roma, Romano Benito comenzó su carrera en la cantera de la Roma, para luego incorporarse a la Lazio, un club históricamente relacionado con episodios de extremismo político en su hinchada. Ejemplo de ello han sido las polémicas acciones de los ultras en la curva norte del estadio, donde se han registrado actuaciones y símbolos vinculados al fascismo. En ese mismo sector, Paolo Di Canio, exjugador y confeso admirador de la ideología fascista, realizó el saludo romano ante la afición. El club también ha sido foco de controversias por la distribución de pegatinas de Ana Frank con la camiseta de la Roma, impulsadas por el grupo irriducibili.

El Cremonese comparte en sus
El Cremonese comparte en sus redes sociales el fichaje de Romano Benito Floriani Mussolini (redes sociales)

Romano Benito ha jugado principalmente como carrilero o lateral derecho. En la Juve Stabia marcó su primer gol profesional, en un partido en el que parte de la afición local celebró con gestos y cánticos haciendo referencia a Mussolini. El futbolista se mantuvo al margen de la escena y, al menos en público, evitó declaraciones o gestos políticos.

La familia Mussolini

La influencia mediática va más allá de sus logros deportivos. Romano Benito es hijo de Alessandra Mussolini, política que inició su trayectoria en el Movimiento Social Italiano, de corte neofascista, antes de integrarse a Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, del que actualmente es europarlamentaria. Por parte materna, su tía abuela es la actriz Sofia Loren, una de las grandes figuras del cine italiano. Su padre, Mauro Floriani, exagente de la Guardia di Finanza, fue condenado en 2015 por su implicancia en un escándalo de prostitución infantil.

El futbolista que se retiró debido a las lesiones y se hizo millonario ganando la lotería.

En sus primeros años como futbolista profesional, Romano Benito prefirió aparecer en las listas y camisetas como “Floriani M.” para evitar polémica, aunque con el tiempo aceptó lucir ambos apellidos, algo poco habitual en Italia. En una entrevista publicada por La Gazzetta dello Sport, el propio jugador reconoció que el apellido pesa, pero asegura que su trabajo y su vida nada tienen que ver con la política o el pasado de su familia. “Mi bisabuelo Benito fue una figura muy importante para Italia, pero estamos en el 2024 y el mundo ha cambiado. Sinceramente, estas cosas vinculadas a mi apellido no me interesan. Siempre habrá algún prejuicio, pero mi trabajo no tiene nada que ver con eso y no me afecta”, explicó.

Desde el club Lazio, quienes han seguido de cerca su evolución futbolística, coinciden en que Romano Benito es un joven trabajador y humilde. Mauro Bianchessi, director de la cantera, sostiene que la familia nunca presionó ni prestó especial atención a su desarrollo deportivo. Ahora, en el Cremonese y ante los focos de la Serie A, Romano Benito afrontará el reto de desenvolverse bajo la presión de un apellido que sigue generando debate en la sociedad italiana, a más de un siglo de la Marcha sobre Roma.