El motivo por el que los hermanos Bellingham no se enfrentarán en el partido Borussia - Real Madrid del Mundial de Clubes: Jobe no sabía de esa regla específica del torneo

El Real Madrid y el Borussia de Dortmund hicieron los deberes en sus respectivos partidos de octavos de final. Los de Xabi Alonso se impusieron por la mínima a la Juventus con un impecable remate de cabeza de Gonzalo, la nueva perla blanca. Mientras que el equipo alemán hizo lo propio ante el Monterrey de Sergio Ramos, con un 2-1 en el marcador. Uno de los posibles escenarios del Mundial de Clubes se había evitado: el enfrentamiento entre el club blanco y el defensa español; pero otro se iba a hacer realidad: los hermanos Bellingham cara a cara, pero una norma exclusiva del torneo lo ha impedido.

El posible derbi Bellingham en cuartos de final parecía una realidad tras los dos primeros tantos de Guirassy para los alemanes. Con esa ventaja en el marcador, todo parecía indicar que habían conseguido el pase a la siguiente ronda y con él, un enfrentamiento entre los dos hermanos. Nada más lejos de la realidad. Todo se torció cuando Jobe recibió una tarjeta amarilla. El jugador continuó disputando el encuentro, ajeno a lo que esa sanción significaba, a pesar de que el resto de sus compañeros y el cuerpo técnico del Borussia Dortmund eran conscientes de lo que ello conllevaba.

Una sanción que cayó como un mazazo sobre el jugador, que comenzó su andadura en el Mundial y en su nuevo equipo como suplente en el partido ante el Fluminense. Tras ello, había encadenado tres encuentros como titular, ante el Mamelodi, donde marcó su primer gol y fue elegido MVP; ante el Ulsan y el Monterrey. Ahora se perderá un partido importante, no solo por lo personal que le une al club blanco, donde se encuentra su hermano, sino también por la relevancia y nivel del Real Madrid.

Según el reglamento del Mundial de Clubes, recibir dos amarillas supone perderse el siguiente partido. Esto es precisamente lo que le ocurrió a Jobe. En un primer momento, el futbolista inglés no fue consciente de la sanción, dado que la normal habitual son cinco tarjetas amarillas. Fue su entrenador, Niko Kovac, quien le informó: “Jobe no sabía que con la segunda amarilla ya estaba sancionado”. Y añadió: “En el descanso aún no era consciente de que no podría jugar el siguiente partido; tuve que decírselo yo”, relató. “Estaba muy decepcionado, tenía muchas ganas de ese partido. Pero estoy seguro de que se verán pronto, tal vez en la próxima Champions”.

El director deportivo del Borussia Dortmund, Sebastian Kehl, también habló sobre la situación. “Estaba muy triste y tuvo que ser consolado tras el partido. Era la historia que todos queríamos que se escribiera”. El encuentro entre ambos tendrá que esperar, aunque puede que un día incluso lleguen a jugar juntos.

Jobe, quien ha protagonizado una carrera similar a la de su hermano Jude, ha pedido que se le compare con él, aunque en ocasiones pueda ser complicado. Tal es su empeño de labrarse su propia trayectoria que incluso quitó el apellido Bellingham de su camiseta. Lo que está claro es que ambos cuentan con una gran calidad.