Aston Martin atraviesa un momento delicado en su trayectoria en la Fórmula 1. La tensión dentro del equipo no pasa desapercibida, y el principal motivo de conflicto no es otro que Lance Stroll. El piloto canadiense, hijo del propietario del equipo, Lawrence Stroll, ha sido objeto de fuertes críticas durante la temporada, tanto por su rendimiento en pista como por su actitud fuera de ella. Las dudas sobre su continuidad crecen mientras Aston Martin busca consolidarse como un equipo competitivo en la élite del automovilismo.
Lance Stroll nunca ha gozado de gran popularidad, ni entre los aficionados ni en el paddock. Su carácter reservado y distante ha complicado su relación con el público, y los resultados alcanzados durante su carrera no han sido suficientes para revertir esa percepción. Los números de Stroll en clasificación hablan por sí solos: ha quedado fuera en la Q1 en 75 ocasiones, marcando un récord negativo en la Fórmula 1 reciente, y ha perdido 135 de los 178 enfrentamientos clasificatorios con sus compañeros de equipo.
El contraste con Fernando Alonso, su experimentado compañero de garaje, ha sido especialmente notorio. Desde que comparten equipo, Stroll no ha logrado superar al bicampeón mundial en ninguna de las últimas 22 clasificaciones. En una temporada que demanda el máximo rendimiento de cada piloto, este desempeño parece insuficiente para sostener sus credenciales como piloto titular en Aston Martin. El Gran Premio de España marcó un punto de inflexión en el debate en torno a Lance Stroll. Tras un mal desempeño en la clasificación, el canadiense decidió no participar en la carrera, alegando problemas en la muñeca. Sin embargo, la falta de explicaciones claras por parte del equipo o del piloto generó más preguntas que respuestas. “No quiero entrar en detalles porque es algo médico y personal, pero me sentía cada vez peor”, comentó Stroll en la rueda de prensa del Gran Premio de Canadá. Su declaración, considerada evasiva, fue criticada tanto por medios como por analistas, que cuestionaron su nivel de compromiso.

La opinión de dos expilotos sobre Lance Stroll
Algunos especialistas del paddock han sido extremadamente críticos con su actitud. Desde Sky Sports llegaron a preguntarse: “¿Parece alguien con ganas de disputar su gran premio en casa? Lance actúa con desinterés. Uno se pregunta si aún disfruta de la Fórmula 1”. En este contexto, destacados expilotos como Nico Rosberg y Timo Glock han mostrado su preocupación por el impacto negativo que tiene su rendimiento en el progreso de Aston Martin como escudería.
Rosberg, campeón del mundo en 2016, fue tajante con su análisis: “Necesita alguien que le diga que debe esforzarse más. Su actitud actual es negativa”. Asimismo, destacó el dilema que enfrenta Lawrence Stroll como propietario del equipo. “Su hijo ocupa uno de los dos monoplazas. Los puntos son esenciales para el ingreso económico del equipo. La pregunta es si aplicará la misma exigencia que con otros pilotos. Es una situación terrible”, concluyó. Glock, por su parte, reconoció el talento de Stroll, recordando que fue campeón de F3 y logró una pole position en Fórmula 1, pero señaló que eso ya no basta. “No hay consistencia ni evolución. No está al nivel que Aston Martin necesita para avanzar”, afirmó el expiloto alemán.
A pesar del creciente escrutinio, Aston Martin no ha dejado de defender a Lance Stroll. Mike Krack, jefe del equipo, insistió en su compromiso detrás de cámaras. “Es muy activo en los ‘briefings’, utiliza el simulador y trabaja en el desarrollo del monoplaza para la próxima temporada”, señaló. Incluso Adrian Newey, ingeniero de renombre y recientemente incorporado al equipo como asesor técnico, destacó que todos los pilotos que corren en la Fórmula 1 tienen habilidades de élite.
Sin embargo, estas declaraciones no bastan para acallar el debate. Los 14 puntos acumulados por Stroll en comparación con los 98 de Alonso son evidencia de la diferencia abismal en rendimiento dentro del equipo. Mientras Alonso capitaliza el potencial de las mejoras técnicas implementadas por Aston Martin, Stroll sigue sin encontrar el ritmo adecuado. Para Lawrence Stroll, el papel de su hijo en la escudería plantea un desafío único. Como propietario, su objetivo debería ser maximizar el rendimiento del equipo, pero como padre, enfrenta una decisión compleja y personal. La percepción de que Lance ocupa su asiento más por razones familiares que deportivas empieza a ser insostenible, especialmente si Aston Martin aspira a competir con los equipos más fuertes del campeonato.