Los retos de Xabi Alonso como entrenador del Real Madrid en su debut en el Mundial de Clubes

El técnico deberá recomponer una plantilla mermada por los resultados de una temporada gris

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El nuevo entrenador del Real
El nuevo entrenador del Real Madrid, Xabi Alonso. (AP Foto/José Bretón)

El Mundial de Clubes 2025 está a punto de arrancar y los equipos que se darán cita en Estados Unidos ya están preparando la estrategia para intentar alzarse con la gloria. Los dos equipos españoles que acudirán al torneo internacional son el Atlético de Madrid y el Real Madrid, que ya están preparando sus plantillas. En especial, el club blanco está tratando de mover el banquillo tras los resultados de una temporada gris tirando a negro. Hasta la fecha, se han sumado al equipo Alexander-Arnold y Dean Huijsen, más Xabi Alonso como nuevo maestro de ceremonias. Todos tendrán su gran estreno en el torneo internacional.

La temporada comenzó, allá por agosto de 2024, de la mejor manera para los madridistas: con el título de la Supercopa de Europa tras vencer a Atalanta por 2-0. A partir de ese momento, el devenir de los blancos fue cuesta abajo y sin frenos. En la Champions, tuvieron que pasar por los playoffs para seguir adelante en el torneo, donde consiguieron acabar con el Manchester City. Pero durante la primera vuelta de LaLiga no fueron capaces de pasar del empate contra el Atlético de Madrid y perdieron con un holgado 0-4 en el Santiago Bernabéu. Dos encuentros importantes de la competición doméstica donde no fueron capaces de conseguir los tres puntos.

A medida que fue avanzando la temporada, quedaron al descubierto los puntos débiles y las carencias de una plantilla que había perdido a una de sus piezas angulares: Toni Kroos. Sin alguien en el centro del campo que llevara la batuta, el equipo perdió el rumbo. Ni siquiera la llegada de una estrella como Kylian Mbappé fue capaz de encauzar el camino del club blanco. Necesitó un periodo de adaptación que el Real Madrid no tenía y a medida que pasaban los partidos los aficionados y la directiva se desesperaban con su actuación. Y entonces, cuando nadie lo esperaba, se echó el equipo a la espalda para tratar de remontar la temporada.

El jugador del Real Madrid,
El jugador del Real Madrid, Toni Kroos. (Ana Beltran/Reuters)

Los blancos llegaron incluso a eliminar, una vez más, al eterno rival, el Atlético de Madrid, en Champions. Parecía que el Real Madrid volvería a tirar de heroica una vez más en su torneo fetiche, ese que tantas veces ha visto a los blancos alcanzar la gloria en partidos imposibles. Pero el Arsenal de Mikel Arteta truncó esos sueños europeos y el FC Barcelona lo hizo en la final de la Copa del Rey. Tan solo quedaba LaLiga para poder maquillar el año. Pero una vez más, los de Hansi Flick volvieron a tumbar sus planes. Ahora queda el Mundial de Clubes por delante y el Real Madrid tratará de conseguir el título para maquillar la temporada. Y es ahí donde entra en escena Xabi Alonso.

Xabi Alonso y el Mundial de Clubes

La llegada del técnico tolosarra ha sido recibida con ilusión por los aficionados. Tras su actuación con el Bayer Leverkusen, las esperanzas están puestas en que Xabi Alonso consiga volver a llevar al Real Madrid a lo más alto de nuevo y vuelva a hacer frente a un FC Barcelona que le ha pintado la cara en todas las ocasiones en que se han enfrentado esta temporada. El Mundial de Clubes será todo un reto para él, pues contará con solo 17 días para poner el equipo a punto de cara al torneo. Un equipo desestructurado y sin una estrategia y estilo marcados.

Xabi Alonso, nuevo entrenador del Real Madrid.

Xabi Alonso no tendrá apenas tiempo para componer el que será su equipo esta temporada. Y aunque desde la directiva deberán ser comprensivos con el recién llegado, lo cierto es que la exigencia blanca siempre es la máxima, siempre se aspira a ganarlo todo. Y es así como desembarcarán en Estados Unidos. Más allá de los éxitos, el Mundial de Clubes servirá al nuevo técnico para conocer al grupo y tratar de encajar todas las piezas. Además, deberá componer un esquema en el que puedan convivir Vinícius y Mbappé y donde el balón pueda correr al son del equipo blanco como hacía antaño.