Quién es el jugador más rico de la historia del tenis

El tenis ha sido a lo largo de su historia un deporte capaz de generar enormes fortunas para sus máximas figuras. Nombres como Roger Federer, Novak Djokovic y Rafa Nadal son referentes no solo por su éxito en las pistas, sino también por las millonarias recompensas obtenidas a través de premios y patrocinadores. Sin embargo, el jugador más rico en la historia del tenis no proviene de esta generación dorada ni debe su fortuna exclusivamente a su desempeño deportivo. Se trata de Ion Țiriac, un extenista rumano que, a sus 86 años, ha amasado un patrimonio estimado en más de 2 mil millones de dólares.

Ion Țiriac compitió profesionalmente en las décadas de 1960 y 1970. Aunque sus logros dentro de las canchas fueron notables, no alcanzaron la dimensión de las estrellas actuales. Uno de los momentos destacados de su carrera deportiva fue la conquista del torneo de Roland Garros en 1970, en la categoría de dobles, junto a su compatriota Ilie Năstase. A pesar de ello, su reputación no se basa ni en los títulos obtenidos ni en los ingresos que estos le generaron, sino en su notable habilidad para los negocios, que lo ha llevado a consolidarse como una de las personas más ricas de Rumania.

Mientras que las fortunas de Roger Federer y Novak Djokovic, estimadas en 550 y 240 millones de dólares respectivamente, han sido resultado de una combinación de premios, contratos de patrocinio y acuerdos comerciales, la riqueza de Ion Țiriac tiene un origen distinto. Tras retirarse del deporte competitivo, el rumano incursionó en el mundo empresarial. Uno de sus logros más relevantes fue la fundación del Banco Ion Țiriac, la primera institución bancaria privada en la Rumania posterior al régimen comunista. Este banco marcó el inicio de un conglomerado económico que abarca múltiples sectores, entre ellos el inmobiliario, la industria automotriz y los servicios financieros.

Además de su banco, Ion Țiriac ha sido un prolífico inversionista en distintos ámbitos, consolidándose como una figura clave en el desarrollo económico de su país. Su participación en diversos mercados lo ha mantenido en una posición destacada entre los millonarios europeos, alejándose del perfil típico de los deportistas que buscan rentabilidad únicamente con inversiones vinculadas al deporte.

La pasión por los automóviles es otra de las características que definen a Țiriac. Posee una de las colecciones de coches de lujo más impresionantes del mundo, con más de 400 vehículos, entre los que se incluyen piezas únicas de marcas reconocidas y autos clásicos. Parte de esta colección está exhibida en el “Țiriac Collection”, un museo ubicado en Bucarest que abre sus puertas al público.

Ion Țiriac también tuvo una carrera multifacética antes de ser empresario. Además de ser tenista, fue jugador profesional de hockey sobre hielo, representando a Rumania en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1964, una rareza para un perfil asociado más tarde al tenis y los negocios. Asimismo, actuó como entrenador después de retirarse, contribuyendo al desarrollo de nuevas figuras del tenis y acercándose al deporte desde otra perspectiva.

Ion Țiriac representa un caso único en el mundo del tenis: un deportista que logró trascender las limitaciones económicas del deporte de su época y que supo reinventarse como un empresario visionario. Aunque nombres como los de Federer, Djokovic o Nadal se destacan en la historia por sus logros y poder mediático, la fortuna de Țiriac lo corona como el indiscutible jugador más rico que ha visto este deporte.