Desde los campos de tierra de la escuela de fútbol de Santa Ana en Cartagena hasta los céspedes más prestigiosos de Europa, Robert Sánchez ha recorrido un camino lleno de desafíos. El guardameta, apodado la “pantera”, es ahora un jugador fundamental para el Chelsea, con la mirada puesta en un ambicioso objetivo: ganar la final de la Conference League ante el Betis. El club inglés busca seguir ampliando su palmarés en Europa.
Robert Sánchez comenzó su relación con el fútbol a los cuatro años en la modesta escuela de Santa Ana, donde dio sus primeras patadas en campos de tierra. Pedro Cordero, director de la escuela y exjugador profesional, fue uno de los encargados de guiar sus pasos iniciales en el deporte. “Robert era un niño inquieto, hiperactivo y con una energía desbordante”, recordó Cordero en una entrevista recogida por Relevo. A pesar de esas distracciones y su dificultad para concentrarse, destacaba por su agilidad, rapidez y valentía, cualidades naturales que lo diferenciaban del resto.
En aquellos días no faltaban las anécdotas. Entre los partidos, Robert solía distraerse jugando con los montones de tierra o apoyándose en el poste de la portería, ignorando a veces lo que sucedía alrededor. “Teníamos que llamarle la atención durante los partidos; estaba siempre en su mundo”, comenta su exentrenador entre risas. Pero al mismo tiempo, su carácter competitivo empezaba a forjarse. Si algo no iba bien, Robert pedía jugar en otras posiciones y asumía cualquier rol en el campo con la misma valentía con la que luego enfrentaría retos mayores.

El salto al fútbol inglés, la selección y el Chelsea
A los 11 años, cambió los campos de tierra de su infancia por los terrenos de juego de equipos locales y, posteriormente, en las categorías juveniles del Levante. Sin embargo, el gran giro en su carrera llegó a los 15 años, cuando decidió trasladarse a Inglaterra para fichar por el Brighton & Hove Albion. El cambio no fue fácil, pero Robert afrontó el desafío con madurez y determinación. En Inglaterra no solo desarrolló sus habilidades bajo palos, sino que también perfeccionó su juego con los pies, un rasgo que lo distingue y que ha sido clave tanto en su rendimiento en la Premier League como en la selección española.
Su crecimiento como portero no pasó desapercibido. En marzo de 2021, Luis Enrique lo convocó por primera vez para representar a España, convirtiéndose en el primer cartagenero en participar en un Mundial con “La Roja”. Esta decisión no estuvo exenta de competencia, ya que también recibió una llamada de la selección inglesa. Sin embargo, Robert, firme en sus raíces, optó por defender los colores de España.
Dos años después (en agosto de 2023), el Chelsea llamó a su puerta y le hizo una oferta que no pudo rechazar: siete temporadas en el club inglés. Desde entonces su trayectoria en el equipo comenzó a despegar, aunque en los últimos meses ha sufrido altibajos que le han llevado a acumular más minutos en el banquillo de los que le gustaría. Ahora puede levantar un título con el Chelsea y seguir ampliando su carrera como futbolista en Los Blues. Este miércoles buscará acabar con el Betis en la final de la Conference League.
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