El Chelsea trunca los sueños europeos del Betis y se proclama campeón de la Conference League

Enzo Fernández, Jackson, Sancho y Caicedo sellaron la victoria de los ‘blues’

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El jugador del Chelsea Enzo
El jugador del Chelsea Enzo Fernández (REUTERS/Kacper Pempel)

El fútbol no entiende de justicias y este miércoles 28 de mayo, la final de la Conference fue prueba de ello. El Betis quería hacer historia, quería escribir su nombre en Europa, pero se ha dado de bruces contra un Chelsea que, a pesar de que cedió durante gran parte del partido al castigo verdiblanco, se conectaron justo a tiempo para truncar los sueños del equipo español. Los Blues se levantaron de la lona gracias a un tanto de Enzo Fernández que anulaba el gol de Abde. Tan solo cinco minutos más tarde, Jackson adelantaba al Chelsea. Y en los últimos minutos de partido, Sancho y Caicedo entraban en escena para sellar la victoria y proclamar a los blues campeones de la Conference.

Los verdiblancos llegaban a Polonia con la moral por las nubes. Desde que diera comienzo la temporada, los de Pellegrini han realizado una actuación en la que caben los peros, manteniendo un ritmo constante, con el objetivo puesto en conseguir la plaza para Europa League mientras luchaban por seguir avanzando en Conference League. Con LaLiga ya claudicada, el Betis ha conseguido el billete a Europa League y llegó hasta la última fase del torneo, donde le esperaba el Chelsea. Los Blues también llegan a la cita europea con los deberes hechos. Con un cuarto puesto en la Premier League, han conseguido el billete para la Champions, además, en poco menos de 15 días tienen una nueva cita en el calendario: el Mundial de Clubes. A ellos se suma el extenso bagaje en competiciones europeas.

Inmediatamente después de que el balón comenzara a rodar por el estadio polaco, el Betis quiso imponer su estilo: construir con la posesión de balón. Y lo consiguieron. Poco a poco, los verdiblancos comenzaron a mostrar su hegemonía sobre el verde, mientras las ocasiones se sucedían en la portería de Jorgensen. Una constante que no tardó en dar frutos a los de Pellegrini. Cuando tan solo había transcurrido nueve minutos de partido, Isco rondaba la frontal del área cuando, en un movimiento imposible, como si de un mago se tratara, mandó un pase a Abde que lanzó un disparo cruzado y metió el balón al fondo de la red. El Betis ya estaba por delante en el marcador, aunque todavía restaban muchos minutos por delante.

El jugador del Betis Adbe
El jugador del Betis Adbe (REUTERS/Kacper Pempel)

El partido era verdiblanco, tanto por el resultado que señalaba el marcador, como por el sentir sobre el césped. Los de Pellegrini habían sabido leer el partido e imponerse a un Chelsea que no era capaz de encontrar fisuras en la estructura bética. La primera parte no hubo cabida para la réplica. Isco se hizo el dueño y señor del centro del campo y con batuta en mano orquestó el juego y ataque del Betis. Pero el fútbol, no entiende de justicia, ni lógica, y tras una primera parte impecable, en la segunda parte comenzó a torcer el sueño del Betis.

El Chelsea se levanta de la lona

Nada más comenzar la segunda parte, ambos equipos se vieron obligados a mover los banquillos. Primero el verdiblanco, un Abde lesionado y Ricardo Rodríguez abandonaron el terreno de juego para dejar hueco a Perraud y Jesús Rodríguez, mientras de los Blues salieron Gusto, Badiashile y Neto para dar paso a Reece, Sancho y Colwill. A partir de ese momento, el ritmo del partido cambió, el Betis siguió dominando, pero ya no con la contundencia que en la primera mitad. Las contras del Chelsea eran contundentes y el peligro se palpaba en el área Adrián. Cuando el marcador señalaba el minuto 65, llegó el golpe sobre la mesa del club inglés.

Enzo Fernández ponía el partido en tablas de nuevo gracias a un impecable pase de Cold Palmer. El segundo nació de las mismas botas, por la misma banda, pero tuvo un ejecutor diferente. Jackson fue el encargado adelantar a su equipo. Con una ventaja por la mínima en el marcador, el Betis todavía soñaba, tenía la esperanza de volver a igualar el partido, restaba tiempo para ello. Sin embargo, el Chelsea tenía otros planes. Había encontrado ese resquicio necesario y suficiente para penetrar libremente por las bandas verdiblancas y llegar a la portería sin complicaciones.

Sancho se sumaba a la fiesta blue en el minuto 83 para ampliar ventaja y Caicedo ponía la guinda a una final, que comenzó verdiblanca, pero acabó tiñéndose de azul. El Chelsea conquistaba la Conference, único título que le faltaba en Europa. Mientras los verdiblancos veían cómo sus sueños caían en saco roto, un saco tendrá su parche la próxima temporada, donde lucharán por hacerse con el título de la Europa League.