Nueva polémica en la radio de Ferrari, con Hamilton en el punto de mira: “¿Estáis enfadados conmigo?”

El Gran Premio de Mónaco, conocido por su glamour y desafíos técnicos, fue escenario de un nuevo foco de tensión en Ferrari. Lewis Hamilton, heptacampeón del mundo y uno de los principales fichajes de la escudería italiana, volvió a demostrar su frustración en un fin de semana complicado, dejando en el aire dudas sobre su relación con el equipo a través de un inesperado mensaje por radio: “¿Estáis enfadados conmigo?”.

El episodio ocurrió durante la carrera, en pleno túnel del circuito monegasco. Hamilton intentó comunicarse con su ingeniero, Riccardo Adami, buscando una respuesta que nunca llegó, lo que motivó su comentario, que rápidamente generó especulaciones dentro y fuera del paddock. Aunque Fred Vasseur, jefe del equipo Ferrari, aseguró posteriormente que no había indicios de conflicto y que la frase no reflejaba tensiones internas, los eventos del fin de semana dejaron huella en un piloto acostumbrado a luchar en la cima.

La jornada del británico en Montecarlo no fue sencilla desde el inicio. Durante la última sesión de entrenamientos libres, un error al volante llevó a su Ferrari SF-25 a estrellarse contra las barreras, una imagen que evidenció las dificultades para domar el monoplaza rojo en un circuito tan técnico como el de Mónaco. Aunque logró recuperarse en la clasificación, una penalización de tres posiciones complicó aún más su situación de partida. Finalmente, en la carrera, Hamilton terminó en un quinto puesto, lejos de los puestos de podio y con una significativa diferencia de tiempo respecto a su compañero de equipo, Charles Leclerc.

El mensaje que Hamilton envió por radio recordó momentos recientes de tensión en Ferrari, como el ocurrido en el Gran Premio de Miami, donde las órdenes de equipo causaron malestar entre sus dos pilotos estrella. Aunque Vasseur intentó desactivar cualquier signo de conflicto, asegurando que el británico “solo mostró algo de frustración por la carrera”, los números no juegan a favor del siete veces campeón. Su rendimiento hasta ahora se ha limitado a momentos puntuales, como su victoria en el sprint de Shanghái y un podio en Miami, pero ambos logrados bajo condiciones especiales. Fuera de esas oportunidades, el período de adaptación al SF-25 y al entorno de Ferrari está siendo más complicado de lo esperado.

Hamilton reconoció tras la prueba que su posición no era la ideal y que en ningún momento pudo sentirse realmente competitivo. “No pude luchar con nadie, estaba completamente aislado. Es decepcionante, pero dadas las sanciones y las circunstancias, hay que avanzar”, comentó tras la carrera. Sin embargo, las señales de malestar tanto en pista como en la comunicación con el equipo evidencian que el británico todavía intenta encontrar su lugar en una estructura que históricamente ha sido exigente y muchas veces implacable con quienes no cumplen con sus altas expectativas.

El aparatoso choque en los entrenamientos libres, el mensaje por radio y la quinta posición final resumen de forma cruda el complejo momento de Hamilton en Ferrari. Mientras Charles Leclerc parece haber entendido cómo exprimir al máximo el SF-25, el británico, todo un icono de la Fórmula 1, se mantiene en búsqueda de ese punto de equilibrio que lo devuelva a las posiciones de privilegio. Las próximas carreras serán claves para definir si esta adaptación finalmente toma rumbo positivo o si, por el contrario, las tensiones en Ferrari comienzan a emerger con mayor fuerza, en lo que podría ser un año de altibajos para el equipo italiano.