El futbolista del FC Barcelona que estuvo a punto de jugar con la selección italiana, pero el destino quiso que el pasaporte no llegara a tiempo y hoy es una estrella de Brasil

El FC Barcelona está firmando una temporada prácticamente impecable, donde ya cuenta con un trofeo bajo el brazo. El nuevo estilo de juego que ha impuesto Hansi Flick en el club azulgrana ha sido el punto clave para convertir a equipo que la temporada pasada la cerró en blanco a uno que aspira a ganarlo todo. En esta estela de éxito que vive el equipo culé, hay varios nombres que han destacado sobremanera a lo largo de la temporada, como Lamine Yamal, quien ya en la pasada campaña llamó la atención a nivel internacional, Pedri o Raphinha. Este último ha sido una de las grandes sorpresas del año.

El brasileño ha liderado al equipo blaugrana hacia una campaña brillante: el club es líder de LaLiga, se encuentra en las semifinales de la Champions League y ya ha levantado el título de la Copa del Rey. Sin embargo, su historia pudo haber tomado un rumbo totalmente diferente hace unos años, cuando estuvo a punto de vestir la camiseta de la selección italiana. El delantero, actualmente una pieza clave en el ataque de la selección de Brasil, reveló recientemente un episodio que casi cambia el curso de su carrera internacional.

Durante una entrevista en el canal de YouTube de la periodista Isabela Pagliari, confesó que estuvo muy cerca de aceptar jugar para Italia, una decisión que habría marcado su vida y su trayectoria en el fútbol de selecciones. “Estuve cerca de aceptar la convocatoria de la selección italiana”, explicó Raphinha. Además, desveló que todo estuvo prácticamente listo para su incorporación al equipo que terminaría siendo campeón de la Eurocopa 2020. “Se suponía que iba a ir a esa Eurocopa. Estaba prácticamente decidido, pero, por suerte, el pasaporte no llegó”, afirmó.

Todo ocurrió hace aproximadamente cinco años, cuando el talento del brasileño comenzaba a ser notorio en Europa, pero todavía se encontraba lejos de recibir una convocatoria con la selección absoluta de Brasil. En ese momento, las oportunidades en la Canarinha eran mínimas, dado el nivel de competencia en el ataque brasileño. Por ello, Raphinha no tardó en captar la atención de Italia, que buscaba reforzar su plantel con jugadores de ascendencia italiana que pudieran encajar en su proyecto.

Según contó el propio futbolista, los acercamientos desde Italia no fueron casuales, sino que incluyeron un plan concreto que lo sedujo en su momento. “En ese momento, la gente de la selección italiana me llamaba. Jorginho me contactaba constantemente. El cuerpo técnico tenía un proyecto increíble para mí, algo que realmente me atraía”, afirmó.

El prestigio del combinado italiano, una selección de gran tradición en el fútbol internacional, sumado al interés genuino por integrarlo al equipo, le brindó a Raphinha una posibilidad que difícilmente un jugador en su posición podía ignorar. Sin embargo, había una razón burocrática que lo mantenía en suspenso: el pasaporte italiano. Mientras esperaba que el documento estuviera listo, los trámites se alargaron inesperadamente, lo que terminó impidiendo que el jugador pudiera ser convocado.

Aunque Italia representaba una oportunidad clara para impulsarse a nivel internacional, Raphinha admitió que nunca dejó de soñar con vestir la camiseta de su país natal. “A pesar de todo, en el fondo siempre tuve un poquito de esperanza de poder jugar para Brasil. Y, por suerte, mi pasaporte italiano no llegó a tiempo”, confesó con una sonrisa.

La espera finalmente rindió frutos. Poco tiempo después, Raphinha comenzó a destacar en el fútbol europeo, con actuaciones destacadas primero en el Leeds United y luego en el FC Barcelona, lo que lo llevó a ser tomado en cuenta por la selección brasileña. Desde entonces, el extremo no solo ha cumplido su sueño de jugar con la Canarinha, sino que se ha convertido en una de las figuras clave del equipo que actualmente disputa las principales competiciones internacionales.

Raphinha pudo cumplir su sueño de vestir la camiseta de su país. Ahora, con la de su equipo, cuenta con una ardua tarea por delante superar al Inter de Milán en el partido de vuelta de semifinales para poder acceder a la gran final. El duelo de ida se saldó con un empate a tres en Montjuic. Lo que deja la eliminatoria totalmente abierta para el partido en el estadio Giuseppe Meazza, más conocido como San Siro. Allí el FC Barcelona o el Inter de Milán tratarán de conseguir el billete a la gran final, donde se enfrentarán al Arsenal o al PSG.