Sean O’Malley, una de las mayores atracciones de la Ultimate Fighting Championship (UFC), se encuentra en un momento decisivo en su carrera. Tras perder el cinturón del peso gallo ante Merab Dvalishvili en septiembre de 2024. Ahora, recuperado de una operación de cadera a la que se sometió tras perder la corona de su categoría, está decidido a regresar y recuperar el título. Con el objetivo de volver a competir al más alto nivel, O’Malley ha decidido realizar cambiados en vida y su rutina y dejar a un lado los malos hábitos que podían entorpecer su regreso a lo más alto de la categoría del peso de gallo.
Mientras se prepara para su revancha el próximo 7 de junio de 2025, nuevamente contra Dvalishvili, O’Malley ha declarado que los cambios realizados en los últimos meses han alterado radicalmente su enfoque tanto dentro como fuera del octágono. Uno de los puntos más llamativos de su reinvención es su decisión de alejarse completamente de las redes sociales. Aunque siempre había sido un usuario activo, tanto para interactuar con sus seguidores como para promocionar su carrera, O’Malley optó por desconectarse desde que comenzó el año 2025, convencido de que esta decisión impactaría de manera positiva en su desempeño como luchador.
“Siento que muchos de los cambios que he hecho en mi vida están relacionados con mejorar mi rendimiento”, aseguró en su podcast TimboSugarShow. “Dejar de usar redes sociales fue clave. Decidí que en 2025 simplemente las eliminaría de mi vida, y la diferencia en apenas tres meses es increíble. Estoy convencido de que esto influirá directamente en lo que pueda lograr en el octágono”. Para O’Malley, librarse de la constante exposición digital y de las distracciones del mundo virtual ha sido una herramienta valiosa para recuperar el foco en su entrenamiento, su recuperación y sus objetivos personales.
Adiós a la marihuana y la masturbación
Otro cambio importante en la vida del luchador ha sido su decisión de abandonar el consumo de marihuana, una práctica de la que había hablado con naturalidad en el pasado. Desde el inicio de 2025, O’Malley decidió cortar este hábito sin previo aviso, movido por la incomodidad que le generaba y por el impacto que tenía en diferentes áreas de su vida.
“Dejé de fumar de repente porque ya no me hacía sentir bien”, explicó. “Desde entonces, duermo mejor, me siento más descansado y, sinceramente, ya no tengo ni el deseo ni la necesidad. Creo que este cambio fue uno de los mejores para mi salud física y mental”. En un deporte donde el rendimiento físico es fundamental, este paso busca optimizar aún más los aspectos clave de su preparación, como el descanso y la recuperación.
Los ajustes de O’Malley no solo se limitaron a las redes sociales o la marihuana; también incluyen cambios en hábitos personales. Uno de los más sorprendentes es su decisión de dejar de masturbarse durante todo 2025, algo que según él ha tenido efectos directos en su energía diaria. “No me he masturbado ni una sola vez este año”, confesó el luchador. Para muchos, estos ajustes pueden parecer radicales, pero O’Malley los considera fundamentales en su búsqueda por maximizar su tiempo y recursos.
Incluso decidió reducir otras actividades cotidianas que consumían varias horas de su día, como los videojuegos. “Solía jugar mucho, unas dos o tres horas al día. Ahora ese tiempo lo utilizo en otras cosas que considero más productivas y enriquecedoras. Por ejemplo, hemos cambiado los videojuegos por partidas de póker con amigos, y eso me ha parecido más divertido y social”, detalló.
El próximo 7 de junio será la fecha en que todo este cambio será puesto a prueba. O’Malley se enfrentará nuevamente con el luchador que generó uno de los momentos más complicados de su carrera. Aunque ha mencionado que los resultados no dependen exclusivamente de estos ajustes, sí cree que su nueva disciplina y enfoque le permitirán demostrar una versión más completa de su talento y capacidades.
