Abdessamad Oukhelfen, el atleta olímpico al que no dejaban colgarse la medalla por no tener la nacionalidad española: “Esa etapa fue muy frustrante”

El deportista habla con ‘Infobae España’ sobre su carrera y los Juegos Olímpicos

Guardar
El atleta español Abdessamad Oukhelfen
El atleta español Abdessamad Oukhelfen

Abdessamad Oukhelfen fue durante años un atleta invisible en España. Registraba las mejores marcas en las competiciones nacionales, pero ni subía al podio ni se colgaba las medallas. ¿El motivo? No tenía la nacionalidad española. Unos hechos que frustraron al joven atleta, que nunca se dio por vencido ni se planteó dejar el deporte que tanto amaba. La burocracia finalmente jugó de su parte y un día recibió la ansiada llamada: ya tenía la nacionalidad, es decir, ya podía competir con la camiseta nacional, que era lo que realmente quería. París fue su gran cita. Bajo la bandera española representó al país, no en su categoría idílica (los 5.000 metros), pero sí en los 10.000 metros. Ahora solo piensa en Los Ángeles, donde sueña con conseguir una medalla.

Nacido en Marruecos, Abdessamad llegó a España en 2005, cuando tenía seis años, junto a toda su familia. Se instalaron en Reus, Barcelona. Allí comenzó su vida, pero lo que no sabía es que unos años más tarde el atletismo llamaría a su puerta. Fue a los 13 años cuando escuchó hablar de ese deporte por un familiar francés que lo practicaba, pero fue su hermano quien le abrió las puertas de ese mundo y le animó a que se uniera a su grupo de entrenamiento en el club Reus Ploms. ”Al principio no era muy disciplinado, porque en esos momentos también estaba haciendo fútbol y solo corría uno o dos días a la semana. Pero poco a poco le fui cogiendo el gusto”, recuerda.

En las categorías inferiores realizaba distancias de 1.500 y 3.000 metros. A medida que fue creciendo, esas distancias se fueron ampliando hasta los 5.000 y 10.000 metros. Poco a poco se fue dando cuenta de que el atletismo no se le daba nada mal. Compitió por toda España, entrando en el top seis e incluso en el top tres en algunos campeonatos junior, a la vez que lo compaginaba con los torneos en Francia, país en el que residía parte de su familia. ¿El problema? En España no le dejaban subir al podio y mucho menos colgarse la medalla porque no tenía la nacionalidad. “Estaba un poco estancado, porque no podía participar en competiciones internacionales, no tenía más trayectoria”.

Él ya había solicitado los papeles y sabía que tenía que “aguantar”. Su entorno y su entrenadora fueron claves en esos momentos complicados en los que todo era negro. “Veía que llegaba el momento más importante de la temporada, que es la pista, y que aunque quedara en el top 3 no iba a recibir medalla ni subir al podio. Fue una sensación rara”. En esos momentos de incertidumbre, en los que no sabía cuándo llegaría la nacionalidad, dejó un poco de lado el atletismo para centrarse en los estudios. Nunca dejó de entrenar, pero sí que redujo el tiempo de entrenamiento.

Abdessamad Oukhelfen en los Juegos
Abdessamad Oukhelfen en los Juegos Olímpicos de París (REUTERS/Aleksandra Szmigiel)

Abdessamad aguantó todo ese tiempo y siguió su camino. La posibilidad de nacionalizarse francés también se le planteó, dado que tenía familia allí. Un club se puso en contacto con el atleta y con su familia para llevarles todos los trámites, pero Abdessamad quería la nacionalidad española. “Aquí me lo han dado todo, es donde he crecido, donde tengo mis amigos, donde está mi familia”. Sabía que antes o después llegaría y, al final, lo hizo en “el momento idóneo”.

Recuerdo que era un lunes y recibí una llamada donde me dijeron que todo había sido aceptado, que tenía la nacionalidad. Lo primero que hice fue comunicárselo a mi familia y enviarle un mensaje a mi entrenadora María y a mi mánager, porque al final todos forman parte de ello”. Había conseguido lo que tanto ansiaba, ya podía competir a nivel internacional con España, lo que para él era “súper importante”. A nivel de reconocimiento deportivo también fue un paso fundamental para él y para su carrera.

El deportista, de origen marroquí y ya con nacionalidad española, ha demostrado ser mucho más que un gran atleta, es todo un hombre de récord. “El año pasado por estas fechas pude batir el récord de España en Valencia en el 10.000 metros″. Abdessamad consiguió parar el cronómetro en 27 minutos y 44 segundos. Hacerlo, además, en el año de los Juegos fue todo un chute de energía para él. “Espero volver a batirlo o que lo haga otro atleta, porque eso significa que el nivel de España está subiendo”, afirma.

Sara Andrés, atleta paralímpica especializada en velocidad y salto de longitud.

Los Juegos Olímpicos de París

Su billete a París llegó, como para muchos atletas, por clasificación. ”Me hubiese gustado competir en 5.000 metros, pero a veces las circunstancias hacen que cambies de prueba y tuve que competir en 10.000 metros″. Un cambio que supo desde meses antes, los necesarios para comenzar a prepararse para una competición totalmente diferente a lo que estaba acostumbrado. Y entonces llegó la cita olímpica: “Al llegar al aeropuerto vi a deportistas que no conocía. En el avión los nervios ya estaban ahí. Era una experiencia nueva, la villa olímpica, el entorno. Es como estar viviendo un sueño”. Abdessamad buscaba un buen resultado para su país y para sí mismo, aunque era consciente de que los favoritos a hacerse con las medallas eran muy claros, y que ganar era algo muy complicado. “A veces hay que ser realista”. En los 10.000 metros, acabó en el puesto 23.

Ahora, con la mente puesta en Los Angeles, ya ha empezado la preparación. “Toca hacer una base tanto a nivel mental como físico”. A corto plazo tiene competiciones durante este mes de enero, después el mundial de pista y también el Campeonato de Europa de 10 kilómetros en ruta. Su objetivo es quedar entre los tres mejores en todos los torneos. Abdessamad sueña con colgarse esa ansiada medalla, sueña con subir a lo alto del podio y sueña con llegar a Los Angeles y escribir su nombre en los libros de historia del atletismo mundial.