
Desde hace unas semanas, Imane Khelif, la boxeadora argelina, se encuentra en el centro de la polémica. Su nombre entró en el radar mundial y disparó el interés por el boxeo femenino a cotas máximas. Tras las críticas en torno a su persona, ha decidido hablar sobre la situación que está viviendo y denunciar el acoso que ha sufrido. Ha sido en SNTV, donde Khelif ha abordado las críticas que ha enfrentado desde que debutara en los Juegos Olímpicos de París 2024. Unas críticas que ha calificado de “dañinas para la dignidad humana”.
A sus 25 años, Khelif venció a la italiana Angela Carini en tan solo 46 segundos, lo que provocó un intenso debate y múltiples dudas sobre su elegibilidad para competir en la categoría femenina. Ahora ha decidido realizar un llamamiento a la comunidad internacional: “Envío un mensaje a todas las personas del mundo para que respeten los principios olímpicos y la Carta Olímpica, que se abstengan de acosar a todos los atletas, porque esto tiene efectos, efectos masivos”.
Durante la entrevista, Khelif expresó su preocupación por el impacto que esta controversia podría tener en su familia. “Estoy en contacto con mi familia dos veces por semana. Espero que no les haya afectado. Ellos están preocupados por mí. Dios quiera que esta crisis culmine en una medalla de oro, y eso será la mejor respuesta,” dijo Khelif, destacando la presión y el sufrimiento que ha soportado mientras se encuentra lejos de su hogar.
Las reacciones a sus declaraciones han avivado el debate sobre la inclusión y la equidad en los deportes. SNTV señaló que la controversia no solo ha puesto en el foco las reglas de elegibilidad de los atletas femeninos, sino que también ha subrayado el peligro del ciberacoso y el daño emocional que puede infligir. La postura de Khelif sobre el acoso es clara: “Puede destruir a las personas, puede matar sus pensamientos, espíritu y mente. Puede dividir a las personas. Y por eso, les pido que se abstengan de acosar”.
En busca del oro
La boxeadora argelina ha dejado claro en numerosas ocasiones que no está dispuesta ha permitir que las críticas la disuadan de su objetivo: conseguir una medalla olímpica. Tras conseguir el pase a semifinales y asegurar la presea para Argelia, destaca: “No me importa la opinión de nadie. Vine aquí por una medalla y para competir por una medalla. Sin duda competiré para mejorar y ser mejor, y si Dios quiere, mejoraré, como cualquier otro atleta”.
Tras conseguir el pase a semifinales durante el combate ante la húngara, no pudo evitar las lágrimas después de toda la polémica en torno a su persona. “No pude controlar mis nervios”, aseguro durante la entrevista. Y añadió: “Después del revuelo mediático y después de la victoria, había una mezcla de alegría y, al mismo tiempo, estaba muy afectada, porque honestamente, no fue algo fácil de pasar en absoluto. Fue algo que daña la dignidad humana”. Ahora buscará el pase a la final para luchar por el oro y tratar de alcanzar la gloria y sumar una presea para su país.
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