Un asesinato real sin resolverse durante 30 años se somete a un juicio ficticio en la nueva película de Jim Sheridan: “El cine tiene el poder de conseguir justicia”

Tras ser premiado en el Festival de Cine de Sevilla con el Giraldillo de Honor, el director irlandés prepara el estreno de ‘Recreación de un asesinato’, una película basada en el caso de Sophie Toscan du Plantier

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Colm Meaney en 'Recreación de
Colm Meaney en 'Recreación de un asesinato'. (Eurimages)

El 23 de diciembre de 1996, la productora de cine Sophie Toscan du Plantier, nacida en Francia, fue asesinada en su residencia vacacional en el pequeño pueblo de Schull, una localidad del condado de Cork (Irlanda). De su muerte, extremadamente violenta, no se tardó en culpar a Ian Bailey, un periodista local que vivía cerca al que se vio en la escena del crimen y que fue de los primeros en informar del mismo. La policía irlandesa lo arrestó hasta en dos ocasiones, si bien nunca fue acusado formalmente allí por falta de pruebas. Sin embargo, en 2019, un tribunal francés lo condenaría a 25 años en un juicio in absentia. Una sentencia que no convenció a Irlanda a la hora de extraditar a Bailey, quien moriría el pasado 2024 a los 66 años por un infarto.

A día de hoy, el caso sigue sin resolverse y no ha estado carente de contraversias: la investigación policial, las contradicciones de testimonios y las tensiones entre los diferentes sistemas judiciales de Francia e Irlanda han sido motivo de más de una polémica. Mientras tanto, Ian Bailey, al menos de cara al público, siempre mantuvo su inocencia, y solo en sus últimos años alguien se atrevió a creerle: Jim Sheridan, uno de los directores de cine más importantes del país (suyas son películas como Mi pie izquierdo o En el nombre del padre).

Este cineasta ha presentado en el Festival de Sevilla Recreación de un asesinato (la cual se estrenará en España en enero de 2026), una película en la que recrea el debate de un jurado popular europeo tras el juicio que este sospechoso nunca ha tenido. Pese a que casi todas estas personas están convencidas de su culpabilidad, una de ellas (emulando el clásico judicial de 12 hombres sin piedad) presenta una duda razonable.

Jim Sheridan, durante el rodaje
Jim Sheridan, durante el rodaje de una película. (George Kraychyk/Universal Picture)

“Empecé pensando que era culpable”

Nos encontramos con Jim Sheridan en el Hotel Avani Alonso Martínez de Madrid, apenas un día después de que el cineasta recogiera en el Festival de Cine de Sevilla el Giraldillo de Honor, premio que buscaba reconocer “la trayectoria de un creador que ha sabido retratar con una mirada profundamente humana los conflictos sociales y políticos de su país natal”. Este premio se relaciona, una vez más, con la nueva película del director, aborda uno de los casos más sonados e intrigantes de la historia de su país, y por el que le preguntamos nada más empezar la entrevista.

“Empecé pensando que era culpable”, reconoce el director, que no hace referencia a esta película sino a un documental realizado hace tres años, Asesinato en Schull, que fue el que le permitió entrar en contacto con el caso. “Quería hacer una especie de The Jinx (documental famoso porque en él un asesino sin juzgar confesó haber cometido una serie de asesinatos sin resolver) para ver si reconocía que fue él, pero no es así: sería mucho más fácil que estuviera de acuerdo con la familia (de Sophie), que cree que él es culpable, pero es que no hay pruebas, y las que hay no se sostienen”. Fue entonces cuando él y Bailey se conocieron, iniciando una relación de amistad que duraría hasta la muerte del segundo.

Para Sheridan, el asesinato de esa Sophie y la obsesión con la impunidad de Bailey se han convertido en un caso de falsa acusación en el que ahora pretende limpiar el nombre de su amigo. El cineasta nos explica que, marcado por la culpa que su madre sintió durante toda su vida por la muerte de su abuela (quien murió en el parto), este es un tema que le ha obsesionado durante décadas y que ha abordado en varias de sus películas (como la citada En el nombre del padre). “Es tan injusto decirle a alguien que ha cometido una aberración si no tienes pruebas suficientes para respaldarlo, me parece algo terrible”.

Sophie Toscan du Plantier. (Imagen
Sophie Toscan du Plantier. (Imagen de archivo/Reuters/Ho New)

“El cine tiene el poder de conseguir justicia”

Sobre el caso de Bailey, el director irlandés señala que Netflix estrenó en 2021 un documental que define como “farsa”. “Dijeron cosas que eran totalmente falsas”. Para él, no hay remordimientos, ni tampoco consecuencias para quienes incurren en este tipo de acciones. “Da igual si tienes dinero y miles de millones: tienen tanto dinero que sería imposible enfrentarse a ellos. Te pasas diez años batallando, gastas un montón de dinero, pero estas grandes empresas pueden decir todo lo que quieran”.

Tráiler de 'Sophie: un asesinato en Cork'. (Netflix)

“El cine tiene el poder para conseguir justicia”, se reafirma Sheridan al final de la entrevista. “Porque el cine se basa en el poder de las emociones”. De nuevo, la empatía juega un papel fundamental, no solo para comprender el dolor de quienes han perdido a un ser querido, sino para, en momentos en los que más nos gustaría contar con una certeza, reconocer que lo único sólido que queda son nuestras propias dudas.

Mientras tanto, el caso de la muerte de Sophie se ha reactivado después de que, a petición de la policía irlandesa, una empresa estadounidense trata de encontrar nuevas trazas de ADN que puedan arrojar luz sobre el caso a partir del análisis de las pruebas conservadas. Una posibilidad que se abre gracias a las nuevas tecnologías que se pueden aplicar en este tipo de investigaciones.