Bruno Patiño, el ensayista que denuncia cómo el capitalismo digital erosiona nuestra concentración: “Será casi imposible saber si algo es auténtico”

El vicepresidente del canal cultural ARTE publicó en 2020 el primer ensayo de una trilogía centrada en vivir consumidos por internet. “El libro ya anticipaba que si no poníamos límites a la economía de la atención, nuestro cerebro iba a cambiar de manera profunda”, afirma

Guardar
Bruno Patiño, en imagen de
Bruno Patiño, en imagen de archivo.

Cuando Bruno Patiño (Courbevoie, Francia, 1965) publicó hace seis años su ensayo La civilización de la memoria de pez (Editorial Grasset, 2019) —el libro llegó a España un año después con Alianza Editorial— ya aseguraba para entonces que nuestra capacidad de atención había quedado reducida a nueve segundos. Patiño, especialista en la transición digital y en el impacto de la tecnología en nuestras cabezas, también es periodista y ensayista —el libro mencionado forma parte de una trilogía centrada en la sociedad digital, que completan la Tempestad en la pecera (2022) y Submersion (2024), aunque este último no ha llegado a España—. También es vicepresidente de la cadena francoalemana ARTE GEIE y presidente de ARTE France, plataforma gratuita que recoge películas, series y documentales de toda Europa.

Patiño —cuyo su padre es boliviano, pero que explica que su apellido también puede escribirse con ‘n’ porque en Francia no existe la ‘ñ’— atiende a Infobae España en el marco del Congreso Futuro Iberoamericano, un evento de divulgación científica y conocimiento de América Latina que tuvo lugar en Madrid los pasados 30 y 31 de octubre, en un contexto donde la inteligencia artificial tiene más peso que nunca. “Justo cuando algunas autoridades empiezan a actuar, llegan las inteligencias artificiales y nos llevan a un nivel completamente nuevo”, reflexiona el experto sobre el cambio de paradigma en la economía de la atención. Hablamos con él sobre cultura, inteligencia artificial y lo que nos depara el futuro.

El experto arranca la conversación con lo que contará al día siguiente en su intervención, donde tratará precisamente la revolución digital en relación con la cultura: “La revolución digital se desempeñó primero con la invención de la red, segundo con la propagación infinita con las redes sociales y la conexión permanente, y ahora con la inteligencia artificial”, comenta. “Es un capítulo completamente nuevo que cambia de manera profunda nuestra relación con la cultura. Tenemos una producción infinita, casi inmediata, de imágenes, sonidos y textos que van a tener tres consecuencias. Una, que ya la conocemos todos, es la del reemplazo. Artistas, periodistas o quienes escriben o filman van a entrar en competencia con fórmulas y máquinas que tienen la posibilidad de hacerlo mucho más rápido. La segunda es la que yo llamo la submersión. Vamos a tener cantidades inéditas de contenido producido, y eso nos va a plantear un problema: cómo escoger lo que leemos, miramos o escuchamos. La tercera tiene que ver con nuestra relación con la realidad, porque las producciones sintéticas que convivirán con las auténticas van a domesticar nuestra relación con la realidad. Una de las consecuencias es el peligro de la alucinación: que no seamos capaces de distinguir lo que es verdadero de lo que es ficción”.

-Pregunta: Has hablado de la abundancia que tenemos en el plano cultural, algo que también pasa en el informativo. Vivimos en una época de exceso de oferta y poco tiempo. ¿Cómo se elige?

-Respuesta: Eso es una paradoja. Sabemos que, como seres humanos, es muy fácil escoger cuando tienes hasta diez o doce opciones. Cuando tienes más, se vuelve demasiado complicado para nuestro cerebro y buscamos una solución para evitar tener que pesar miles de opciones para decidir. En la revolución digital, las opciones se multiplicaron y pasamos de una lógica a otra. Antes vivíamos en la lógica del pull: yo voy a mi periódico, a mi canal de televisión o de radio. Era una decisión mía la que va hacia el contenido. Con la revolución digital llega la época del push: ya no voy hacia el contenido, espero que me llegue. Primero con motores de búsqueda, luego con plataformas y algoritmos que empujan ciertos contenidos al primer plano.

Y ahí estamos: en un momento del push en el que ya no queremos hacer el esfuerzo de ir hacia el contenido, sino que esperamos que llegue casi automáticamente. Con las inteligencias artificiales pasamos de que los algoritmos nos propusieran cosas a que sean las propias inteligencias artificiales las que nos propongan nuestra vida cultural. Y eso plantea un problema central: el control de esas inteligencias sobre qué bases, datos o modelo económico van a proponernos qué programa mirar, qué contenido escuchar o qué información leer. Los medios tradicionales, incluso cuando se han adaptado muy bien a la nueva vida digital, aún no manejan bien la lógica del push que viene después de la del pull.

“Mi hipótesis es que consideraremos auténtica una obra cuando tenga algo de humano dentro”

-P: En una de sus intervenciones recientes dijo que estamos en una “era de la ficción”. Cada vez hay más productos culturales generados con inteligencia artificial. ¿Es de los que cree que la IA amenaza la autenticidad cultural o puede ser un aliado?

-R: La IA modifica radicalmente el concepto mismo de autenticidad. ¿A qué se le va a llamar autenticidad? Esa es la pregunta. Si miras la historia de las ideas, la autenticidad de la obra ya fue cuestionada cuando las obras de arte pudieron reproducirse a comienzos del siglo XX. La reproducción de textos, sonidos o pinturas modificó nuestra definición de lo que era auténtico. Decidimos que una grabación podía ser auténtica aunque no tuviéramos al músico en nuestro dormitorio. Y ahora con la IA viene una nueva definición de la autenticidad. Mi hipótesis es que consideraremos auténtica una obra cuando tenga algo de humano dentro: cuando un ser humano haya desempeñado un papel específico en su realización, incluso con ayuda de la IA. En cambio, una obra totalmente sintética será aquella en la que la inteligencia artificial actúe sin intervención ni control humano.

Hay radios que van a ser completamente realizadas por inteligencia artificial. Casi el 30% de los pódcasts ya están generados por IA, y desde hace algunos días, con ZORIA2, ya vemos miles de vídeos realizados con inteligencia artificial. Ese va a ser verdaderamente el cambio rotundo de nuestra vida: será casi imposible saber si algo es auténtico o sintético y, sobre todo, si este algo tiene relación con la realidad o no. Y este es un vértigo que tal vez no habíamos planificado.

-P: ¿Cree que los artistas deberían blindarse ante el uso de la IA?

-R: Hay muchos artistas que ya están manejando la IA: en música, fotografía y pronto en cine también. Es algo muy particular. Si hablamos de la IA como instrumento que ayuda a crear algo nuevo, se puede decir que es como un sintetizador. Pero muchas veces produce copias, que son verdaderos clones de cosas que existieron antes. Entonces, para los artistas hay tres problemas. Primero, el económico: “¿Cuál es el modelo cuando mis libros sirven de base a una IA para escribir una nueva novela? La IA se entrena con mi contenido y produce algo nuevo. ¿Cómo pasar de un modelo de exposición a uno de contribución?"

Universal Music ha anunciado que va a crear una plataforma de música generada por IA, pero que pagaría una licencia a los artistas cuyas obras sirvan de datos de entrenamiento. Para los artistas es un problema económico que hay que solucionar mediante regulación con las plataformas. El segundo problema es el manejo del instrumento, para poder conversar con él y crear obras radicalmente nuevas que hagan avanzar la creación hasta un nivel que todavía no lo hemos visto, pero el tercero es que la economía de la atención va a estar completamente contaminada por contenidos que serán simples copias producidas por IA.

Es un problema muy nuevo, porque el artista, en su singularidad, está ahora en un lugar inédito: tiene un instrumento que puede entrar en competencia con él. Es como imaginar un pintor compitiendo con su pincel o un escritor con su lápiz. Nunca lo habíamos visto.

"La civilización de la memoria
"La civilización de la memoria de pez", anterior ensayo de Bruno Patino.

-P: Hablando de la capacidad de concentración, en La civilización de la memoria de pez, que publicaste hace cinco años, decías que entonces nuestra capacidad se había reducido en nueve segundos. ¿Dirías que la situación ha empeorado?

-R: Por supuesto. No sé en términos de segundos, pero ese libro lo escribí hace siete años y se tradujo hace cinco en España. En ese momento muchos pensaron que era un libro bastante pesimista, porque en realidad anunciaba el desencadenamiento de la economía de la atención sin límites y que esta economía de la atención iba a ser extractiva en nuestras vidas. Pero si miras las cosas siete años después, o cinco para hablar de España, todo lo que está escrito se ha producido. Y como se escribió antes de la aparición pública de ChatGPT, el libro ya anticipaba que si no poníamos límites a la economía de la atención, nuestro cerebro iba a cambiar de manera profunda.

Años después, pienso que la toma de conciencia sobre el tema ya existe. Pero justo cuando algunas autoridades empiezan a actuar, llegan las inteligencias artificiales y nos llevan a un nivel completamente nuevo de esa economía de la atención.

El canal ARTE, una contraoferta a la economía de la atención

-P: ¿Escribirá un nuevo libro sobre esto?

-R: En Francia he escrito tres libros. El último se llama Submersión, está traducido al portugués pero no al castellano. Habla de esto: con la inteligencia artificial viene la sobreproducción de sonidos, textos e imágenes, y eso cambia la manera en que manejamos nuestra vida intelectual, cultural y general. Estoy preparando un cuarto libro en francés.

Más medidas contra el bullying. La Asociación No al Acoso Escolar reclamando ante el Congreso medidas de prevención contra este problema. Desde esta organización alertan de las dificultades que provoca y piden más formación de los profesores para detectar casos.

-P: Hablando del canal de ARTE, del que eres vicepresidente, ¿cómo se mantiene viva una televisión cultural -donde predominan los documentales, las series y las películas- en un entorno dominado por el algoritmo?

-R: Se mantiene apostando por todo lo contrario. Frente a la aceleración global, proponemos una oferta que invita a a la gente a tomar su tiempo. Creo que el deseo profundo ahora, en esta sociedad acelerada, es el deseo de libertad frente a esa aceleración. Queremos contenido que tome su tiempo, que profundice, que apueste por la calidad. Hemos apostado por proponer una contraoferta a la economía de la atención. Y por eso nos va bien: hay poca gente que propone esto hoy en día, y vemos que nuestro público crece porque encuentra una alternativa.

-P: En el caso de los documentales, hay quienes lo asocian con algo aburrido, y no tiene por qué ser así.

-R: No, no. Ahora miran esta oferta como algo con una riqueza fuerte. Te da un espacio que te saca del ruido general. No es aburrimiento, sino un espacio intelectual. Te da tiempo para reflexionar y entender lo que sientes y piensas.

-P: En España, ARTE es menos conocida que en Francia o Alemania. ¿Tiene algún plan para reforzar su presencia aquí?

-R: Sí, estamos desarrollando una oferta en español en la plataforma -que ya está disponible- y tenemos el proyecto de europeizarla y desarrollar más programas en español. También estamos haciendo coproducciones con el cine y documentalistas españoles, y además con autores de ficción. Tenemos un proyecto para España en los meses o años que vienen.

-P: ¿No se pueden decir nombres todavía?

-R: Todavía no.

Últimas Noticias

Laura Restrepo llama a la rebeldía con una novela sobre un verdugo que duda entre “matar o no matar”: “La muerte es un recurso inmediato del poder”

La escritora colombiana publica ‘Soy la daga y soy la herida’, una parábola de las ‘tanatocracias’ del presente en las que solo cabe la desobediencia

Laura Restrepo llama a la

Autismo, esquizofrenia y micropene: un estudio genético de Adolf Hitler desata la polémica con sus conclusiones sobre el dictador

Un documental británico enumera los posibles problemas de salud del líder de la Alemania nazi tras el análisis de su ADN, mientras diferentes expertos se preguntan hasta qué punto es necesario realizar este tipo de indagaciones

Autismo, esquizofrenia y micropene: un

Encuentran un tesoro arqueológico en un pueblo de 250 habitantes que acaba siendo la pista definitiva para encontrar una ciudad perdida durante 2.000 años

La recuperación de la segunda mitad de una estela funeraria celtíbera ha permitido ubicar una urbe que ni siquiera mencionaban los historiadores y cronistas de la época

Encuentran un tesoro arqueológico en

Isabel Coixet lanza una crítica a una compañía de viajes por masificar Barcelona: “Banaliza los lugares, solo hace crecer las cosas masivas pero que no tienen alma”

La directora de cine retrata en su última película las consecuencias destructivas del turismo en la ciudad

Isabel Coixet lanza una crítica

Dharmacide, la banda de rock madrileña con un sonido único en España: “Inspirar a alguien a empezar a tocar me importa más que todos los números”

El proyecto creado y liderado por René del Hoyo lanza ‘Tougher than the rest’, un álbum oscuro y muy cinematográfico encuadrado en el género del shoegaze

Dharmacide, la banda de rock
MÁS NOTICIAS