La estética del ‘nuncore’: de Rosalía con ‘LUX’ a Madonna con ‘Like a Prayer’ y otras portadas donde lo religioso alcanza lo ‘mainstream’ (y también las polémicas)

Zahara recibió críticas por la imagen utilizada en ‘Puta’ (2021), del mismo modo que una década antes las había recibido Lady Gaga por el videoclip de Judas

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La estética del ‘nuncore’: de Rosalía con ‘LUX’ a Madonna con ‘Like a Prayer’ y otras portadas donde lo religioso alcanza lo ‘mainstream’ (y también las polémicas)

A dos días de que Rosalía publique LUX, internet se frota las manos. Este miércoles, el mundo ha amanecido con, las canciones del su cuarto disco al completo. De hecho, su equipo ha levantado el embargo a las críticas que los medios de comunicación tenían que publicar este viernes. En cuanto el planeta descubra como suena este experimento orquestal en el que la catalana canta en 13 idiomas, se pondrá punto y final a una romería que oficialmente arrancó el pasado 20 de octubre en la plaza de Callao de Madrid -debido a una filtración unas horas antes fue el Times Square de Nueva York- donde se mostró como la portada de LUX: Rosalía con un hábito de monja. Entre las numerosas colaboraciones del LP destacan dos orfeones, uno, el Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana y otro, la Escolanía de Montserrat.

Las críticas no tardaron en llegar. Unos salieron a su defensa porque la religión no es una rara avis en su discografía , otros la criticaron por usarla “sin ironía” en tiempos donde hay una creciente ola conservadora y reaccionaria.

Pero si hablamos de artistas donde se ha usado la estética o imaginería religiosa en la música, no es algo nuevo. Una de las más sonadas tal vez haya sido Madonna con su cuarto álbum de estudio Like a Prayer (1989). “El tema del catolicismo está presente en todo mi álbum. Soy yo la que lucha con el misterio y la magia que lo rodea”, declaró la cantante.

El videoclip del tema fue condenado por el Vaticano y varios grupos religiosos protestaron contra él porque, entre otras cosas, salían cruces ardiendo, y Madonna besándose con un santo negro. “Quería explorar la correlación entre el éxtasis sexual y el éxtasis religioso”, explicó la directora del videoclip, Mary Lambert. De hecho, hasta el para entonces Papa Juan Pablo II condenó la canción. Dijo que era “uno de los espectáculos más satánicos de la historia de la humanidad”.

(Warner Records)
(Warner Records)

También Shakira apareció caracterizada como la bíblica Eva en la portada de Oral Fixation Vol. 2 (2006), con manzana en mano y una serpiente sobre su cuerpo desnudo. Unos años después, la estadounidense Lady Gaga utilizó en Judas (2011) la metáfora del apóstol y María Magdalena para retratar a una mujer enamorada de un hombre que la traicionó. Varios grupos católicos, como la Liga Católica por los Derechos Religiosos y Civiles (Catholic League for Religious and Civil Rights) criticaron la canción: “Se trata de un truco... Lady Gaga intenta seguir provocando a los católicos y los cristianos en general: se viste como una monja... se come el rosario. Se ha transformado en una caricatura de sí misma”, dijo su portavoz, Bill Donohue.

La retirada de un cartel de ‘Puta’ en Toledo a las protestas de grupos religiosos

En el ámbito español, los ejemplos más recientes incluyen a Zahara, retratada como una virgen en Puta (2021), donde el partido ultraderechista Vox consiguió que el Ayuntamiento de Toledo retirara el cartel de uno de sus conciertos tras tacharlo de “ofensa extrema a la virgen”.

La catalana Paula Ribó, conocida como Rigoberta Bandini, ha explorado esta iconografía en sus dos discos, La Emperatriz (2022) y Jesucrista Superstar (2025). En el primero, Ribó aparece caracterizada como una emperatriz, triunfal entre nubes, con un manto rojo que recuerda a la pintura Dios padre, de Jan Van Eyck, mientras está rodeada de querubines (y el personaje de Caillou, a quien dobló de niña). En su segundo álbum la cantante aborda desde la obsesión por el físico, las redes sociales, la familia, la regla hasta la religión.

Algunos artistas lo han abordado desde la fe, la introspección o la crítica social. Kanye West, por ejemplo, lanzó Jesus Is King (2019), un álbum abiertamente cristiano con coros góspel y letras centradas en la salvación, el arrepentimiento y la adoración. El disco supuso un cambio notable respecto a etapas anteriores de su carrera. Aun así, la religión ya había aparecido en su obra: en Yeezus (2013), por ejemplo, utilizó referencias bíblicas y simbología cristiana para hablar de fama, ego y conflicto interior.