Javi Medina, el joven de Leganés convertido de la noche a la mañana en una estrella de la música: “Me siento un chaval como otro cualquiera que hace canciones”

Después de años de mucho trabajo, la carrera del cantante madrileño de flamenco pop ha experimentado un despegue brutal en el último año, pasando de actuar en salas pequeñas a llenar espacios como La Riviera de Madrid

Guardar

Javi Medina entra a la redacción con su guitarra a la espalda. Le acompaña su pareja, un amigo y su manager, el pequeño séquito del que se rodea desde hace tiempo y por el que no deja de profesar muestras de cariño. Hay algo en su amabilidad, en su tímida calidez detrás de sus gafas, que contrasta con el hecho de que, en apenas un año, se haya convertido en uno de los cantantes emergentes más destacados en el panorama musical español.

En un solo año, Javi Medina ha pasado a multiplicar por diez sus visitas en YouTube, pasando de los 5 millones de visualizaciones a los 50. De hecho, tal ha sido el éxito de su última canción, Con Las Cartas En La Mesa, que incluso logró colarse entre lo más visto de la plataforma, en competencia directa con artistas como Taylor Swift. En Spotify, si sus primeros discos sumaban en total 13 millones de reproducciones, Gato Negro, su último álbum, ya ha superado los 30, con colaboraciones con artistas internacionalmente conocidos como Camilo.

Al preguntarle por su música, nos dirá que él, simplemente, canta “sobre las cosas que le pasan”. No persigue nada en sus temas, sino que simplemente los suelta, con la misma naturalidad con la que coge su guitarra: esa misma con la que carga desde los 16 años, con la que acaba de entrar a la redacción de Infobae España, y con la que en unos minutos, cuando acabe la entrevista, nos regalará una canción.

El cantante madrileño Javi Medina.
El cantante madrileño Javi Medina. (Facebook)

- Pregunta: ¿Cuándo fue la primera que le tocaste una canción a alguien?

- Respuesta: No tengo recuerdos de eso. Me acuerdo del primer concierto que di, eso sí, a los quince años o por ahí. Muchos nervios, río, una cosa delicadilla, pero muy guay.

- P: ¿Dónde fue?

- R: En Alcorcón, en una sala de la que no recuerdo tampoco el nombre.

- P: ¿Se siente diferente ese lugar ahora que llenas la Riviera de Madrid?

- R: Hombre, imagínate (ríe). Ha perdido un poco la cosa esa de estar frente a poca peña, que es lo que me gusta a mi. Es diferente que no veas, porque ya hay más responsabilidad. Antes era más como un juego: ibas ahí a tocar, con los chavales, y ahora hay que montar las cosas bien.

- P: ¿Y los nervios, también cambian?

- R: Ahora me duran un poco menos. Antes eran durante todo el día, pero ahora, antes de subirme al escenario, tengo dos minutos de nervios muy raros. Supongo que será como cuando te tiras en paracaídas, un rollo así, pero se me pasa y, al segundo tema, ya estoy bien.

- P: Sacaste tu última canción hace poco más de dos semanas y ya llevas varios millones de reproducciones. En esos inicios de los que hablas, ¿alguna vez pensaste que sería posible?

- R: Uno siempre lo piensa, ¿no? Cuando es pequeño. Luego, cuando vas viendo cómo es esto, que es muy difícil, cada vez lo piensas menos y haces tus canciones porque sí, pa’ ti, y si le gusta a la gente guay, y si no, pues tu canción está por ahí.

- P: ¿Qué te inspira?

- R: Las cosas que me pasan. Hablo de eso, en mis canciones no hay nada inventado.

- P: ¿Eso quiere decir que hay momentos en los que dices ‘vale, voy a vivir para que me sigan pasando cosas y así poder hacer canciones’?

- R: Eso lo hago todo el rato (ríe). En casa estoy poco, y cuando estoy, me agobio a los dos días y me voy por ahí para que pasen cosas. En la casa, cuando acabas un montón de conciertos, es como que no puedes estar. No sé si le pasará a todos los músicos. A mí me pasa.

- P: ¿Y qué ha cambiado con el éxito?

- R: El ritmo de trabajo, a lo mejor. Mira, vengo del estudio ahora mismo, es todo muy... uf. También yo, que soy un desastre y no me acuerdo de las cosas. Si tuviera una agenda, seguro que sería más fácil todo, pero como no me acostumbro a esto, me cuesta.

Javi Medina, durante la entrevista
Javi Medina, durante la entrevista con Infobae España.

“Nunca me ha gustado el reguetón”

- P: ¿Qué buscabas en tu último disco?

- R: No busco nada nunca. Hago mis canciones y que pase lo que Dios quiera. Lo que quiero es expresar lo que siento y ya está. No se hace con ninguna pretensión.

- P: ¿Podría decirse entonces que las canciones están ahí, y tu lo que haces es ir encontrándolas?

- R: Un poco sí.

- P: Tiene algo de sentido lo que dices con relación al hecho de que, ahora que el flamenco fusionado con otros géneros está tan de moda, la sensación que dan tus canciones es que tienen una esencia mucho más clara.

- R: Es que esas cosas no me gustan. A mí nunca me ha gustado el reguetón, con todo el respeto del mundo al que lo haga y al que lo escuche también. No es una música que me llame la atención, ni para investigar ni nada.

- P: Esos artistas como Rosalía u otros que fusionan el flamenco con música urbana u otros géneros, no están entre tus referentes.

- R: Para nada. Ni lo escucho. Le puedo pegar una escucha por lo que ha pasado por ahí, por la película que te cuentan en los medios y dices ‘a ver si es para tanto’, pero luego no cojo de ahí nada porque no me dice nada, la verdad.

- P: ¿Y qué músicas te dicen algo?

- R: Josemi Carmona, por ejemplo, como músico me encanta. Sobre todo la música antigua. José Francés, que eso no lo escucha ya nadie, pero yo lo sigo escuchando, Los Calis, esas cosas de flamenco que me gustan a mí.

- P: ¿Crees que el éxito de otros formatos más híbridos en la actualidad puede hacer que el flamenco puto esté pudiendo pasar desapercibido?

- R: Por supuesto, pero es inevitable. Es como todo: Tu te comprabas zapatillas y dentro de dos años dices, ‘¿pero dónde vas con esas zapatillas?’. Se pierde todo, es una pena. Hombre, siempre va a quedar flamenco, siempre va a haber un tablao en el que escuchar a un cantaor de no sé dónde, que mola que te cagas, pero es verdad que, respecto a lo mainstream, eso no va a pasar nunca ya. No puede ir a ningún lado.

Javi Medina en La Riviera
Javi Medina en La Riviera de Madrid. (Instagram / Miguel Molina)

“No quiero ser referente de nadie”

- P: ¿Te gustaría que tu música fuera una puerta de entrada para conocer más el género?

- R: Pues no, la verdad. No quiero ser referente de nadie. Molaría, pero yo no quiero saber nada de esas cosas.

- P: Parece que te gusta mantenerte en lo sencillo, ni te gusta sentir que eres grande.

- R: Si lo sintiera, a lo mejor me pegaba yo aquí el rollo, pero me siento casi un chaval como otro cualquiera que hace canciones y está ahí peleando.

- P: Aun así, es innegable que cada vez tienes más popularidad.

- R: Claro, supongo que ha sido como el curro también, que no siento que haya sido un catapum, sino progresivo.

- P: ¿Y dónde te gustaría verte dentro de dos o tres años?

- R: En la casa, descansando (ríe). No, la verdad es que yo qué sé... un Wizink me encantaría llenarlo, como a cualquiera, pero si no pasa, pues tampoco pasa nada. Estamos bien.

- P: ¿Seguir componiendo canciones?

- R: Eso va a seguir pasando toda la vida.

- P: ¿Siempre con la guitarra?

- R: Si supiera tocar el piano, me encantaría, pero no.

- P: Pues termino con una pregunta un poco más abstracta. ¿Cómo te gustaría que fuera tu última canción?

- R: Hostia, pues no te puedo decir. Me ha llamado la muerte eso, ¿sabes lo que te digo? Pues una cosa bonita, muy bonita. La canción más bonita. Imagínate, dices: ‘Toma, esto ya se acabó’.