‘La cena’, la película en la que se obliga a presos comunistas a dar de comer a Franco: “El humor y la comedia son armas de defensa y de ataque”

Entrevistamos al director Manuel Gómez Pereira y presentamos una pieza exclusiva con Alberto San Juan, uno de los protagonistas de esta película basada en un curioso episodio ocurrido al finalizar la Guerra Civil

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Pieza exclusiva de la película 'La cena', en la que Alberto San Juan habla de su personaje Genaro, el maître del Hotel Palace donde se organiza una cena para Franco.

Apenas dos semanas después de terminar la Guerra Civil, se organizó un banquete para Francisco Franco en el Hotel Palace para celebrar la victoria con sus generales.

En 1998 se publicó la obra teatral del dramaturgo José Luis Alonso de Santos que abordaba esa cuestión. Se titulaba La cena de los generales y, en ella, los protagonistas eran el teniente Medina, responsable de la coordinación del evento, y el maître Genaro, que le contará que todos los cocineros del restaurante estaban en la cárcel por comunistas.

Este es el punto de partida de La cena, en la que el director Manuel Gómez Pereira regresa al terreno que mejor conoce, el de la comedia coral, que lo convirtió en uno de los cineastas más taquilleros de nuestro país gracias a películas como El amor perjudica seriamente la salud.

“A mí siempre me han gustado las sátiras sobre dictadores. Se han hecho siempre, desde El gran dictador, de Chaplin, a Malditos bastardos, de Tarantino, o Ser o no ser, de Ernst Lubitsch. Pero lo difícil es encontrar el tono adecuado. En la comedia tienes que ser riguroso, sobre todo si te mueves en arenas movedizas para no herir sensibilidades. Y bueno, también creo que se tiene que tomar partido. El humor y la comedia son armas de defensa y de ataque”, cuenta Manuel Gómez Pereira a Infobae España.

Alberto San Juan, Nora Hernández
Alberto San Juan, Nora Hernández y Mario Casas en 'La cena', de Manuel Gómez Pereira. (A Contracorriente Films)

Así, el director nos trasladará al Hotel Palace de Madrid, reconvertido en hospital tras la contienda. “Quería que el Hotel Palace fuera una parábola de nuestro país en ese momento en el que se concentraban todas las ideologías”. Allí, un grupo de personajes se verá forzado a preparar un banquete para el dictador y su séquito en tiempo récord, pese a la escasez de recursos y la amenaza constante de la represión.

Lucha por la dignidad y la supervivencia

En ese contexto, Mario Casas encarna al teniente nacional Santiago Medina, mientras que Alberto San Juan da vida al maître Genaro. El reparto se completa con nombres como Asier Etxeandia, en la piel un general fascista, Elvira Mínguez, Carmen Balagué, Óscar Lasarte y la participación casi a modo de ‘cameo’ de Antonio Resines,

La trama se articula en torno a la tensión entre la urgencia de satisfacer los caprichos del dictador y la supervivencia de los cocineros, todos ellos republicanos encarcelados y amenazados de ejecución.

El menú ficticio del banquete, compuesto por “huevos a la Aurora”, “sopa al cuarto de hora” y “ternera con guarnición de patatitas y vino”, refleja tanto la sofisticación forzada de la ocasión como la precariedad de los recursos disponibles. La película, sin embargo, va más allá de la anécdota culinaria y se adentra en la complejidad moral de sus protagonistas.

Manuel Gómez Pereira dirigiendo a
Manuel Gómez Pereira dirigiendo a Alberto San Juan y Mario Casas

La relación entre Genaro y Medina constituye el eje central de la narración, pero la película se define por su carácter coral y por la multiplicidad de historias personales que convergen en el hotel. El humor, lejos de trivializar el contexto, se convierte en una herramienta para abordar la memoria histórica y la reflexión moral.

La presencia de Franco en la película, interpretado por Xavier Francés, se reserva para el último tercio del metraje, siguiendo una estrategia narrativa que ya empleó Gómez Pereira en El amor perjudica seriamente la salud (1996) con la figura del rey Juan Carlos. El director explica que, a diferencia de otras cinematografías, en España persiste una cierta autocensura a la hora de satirizar a figuras históricas como Franco, mientras que otros países no tienen ese miedo. “Estamos en un momento muy pacato, donde triunfa lo políticamente correcto, donde nos da miedo todo”.

Hacer humor con Franco

El guion, firmado por Joaquín Oristrell junto a Gómez Pereira y Yolanda García Serrano, apuesta por una comedia de “luces y sombras”, donde los personajes intentan recuperar en un solo día aquello que perdieron durante los tres años de guerra. El proceso de creación de los personajes y sus relaciones ha sido, según el cineasta, especialmente enriquecedor, y la película se presenta como una obra en la que cada personaje tiene su propia historia.

La sátira de La cena se inscribe en una tradición que, aunque escasa en el cine español, cuenta con precedentes como La vaquilla de Luis García Berlanga (1985) o la más reciente Malnazidos (2020), pero que rara vez ha abordado de forma directa la figura de Franco.

El actor Xavier Francés interpreta
El actor Xavier Francés interpreta a Franco en 'La cena'

El dramaturgo Albert Boadella, que en 2003 estrenó ¡Buen viaje, Excelencia!, con Ramon Fontserè en el papel del dictador, reconoció en su momento que el humor sobre Franco era nuestra asignatura pendiente como país y que la comedia puede funcionar como una forma de terapia colectiva para procesar los traumas del pasado.

Manuel Gómez Pereira cree que es un buen momento para estrenar esta película que habla de los bandos, cuando precisamente ahora estamos polarizados ‘ideológicamente’. “Es curioso que haya podido hacer la película cuando han vuelto los dictadores disfrazados con el traje de populistas. Y lo hacen para captar adeptos, para manipular. Y luego hay gente muy joven que se cree esos bulos y piensa que con Franco se vivía mejor. No se paran a pensar en las consecuencias de la guerra, de lo devastadora que es. Me parece importante que eso se plasme en el cine, sin parecer didácticos, pero la vuelta a la imaginería del fascismo es peligrosa. Te encuentras con que, con todo lo que hemos avanzado, todo se puede destruir de un plumazo”.