Teo Planell, la nueva promesa del ‘indie’ español que canta sobre Hermann Hesse y el mundo de los adultos: “Nada te prepara para la hostia de realidad que es crecer”

El cantante debuta con ‘Demian’, un primer álbum inspirado en la novela homónima del famoso escritor de origen alemán

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El cantante Leo Planell lana
El cantante Leo Planell lana 'Demian', su primer álbum de estudio. (Carla Pérez Vas)

En este momento de su vida, Teo Planell se presenta a sí mismo como músico. En los últimos años, ha aparecido en discos como Si abro los ojos no es real, de Amaia, y colaborado con otros artistas como TRISTÁN!, Roy Borland o Guitarricadelafuente. Sin embargo, hasta ahora y pese a su edad (21 años), ya le había dado tiempo de ser actor de cine (debutó con 12 como protagonista de Zipi y Zape y la Isla del Capitán) y de teatro, con su reciente participación en La otra bestia, junto a Ana Rujas e Itzan Escamilla. Para el futuro, también tiene otros planes: “Querría dirigir películas”, revela en su entrevista con Infobae España quien, todo sea dicho, ya ha dirigido varios de sus propios videoclips.

Sea lo que sea, a Teo Planell cualquier faceta artística, incluso aquella que aún no ha descubierto, parece quedarle tan a la medida como una de esas americanas con las que, dice, ha encontrado su forma de “expresarse en el mundo”: la misma que puede intuirse en su peinado beatlelesco, en sus gestos vivos y llenos de entusiasmo (sobre todo, qué sorpresa, cuando habla de los Beatles) o cuando, en una muestra espontánea de su curiosidad por la realidad que le rodea, reconoce que una pregunta es “buenísima” cuando desconoce la respuesta.

Todos esos rasgos están en Demian, el que es su primer álbum de estudio y del que ya hemos podido escuchar canciones como Me Vas a Matar, Radio y Cómo Pensarte Mal. El nombre del disco debe su nombre a la famosa novela de Herman Hesse en la que se narra el despertar espiritual e intelectual de Emil Sinclair, un joven que descubre la dualidad entre la moral tradicional y su libertad interior y que, guiado por un hombre llamado Max Demian, recorre un camino hacia la autoexploración, la ruptura con las convenciones sociales y la honestidad de ser uno mismo frente a los demás.

El cantante Leo Planell lana
El cantante Leo Planell lana 'Demian', su primer álbum de estudio. (Carla Pérez Vas)

- Pregunta: ¿Cómo definirías la honestidad en la música?

- Respuesta: Es una pregunta buenísima porque no lo sé (se queda pensativo durante unos segundos). Creo que la honestidad está en la música tanto en el fondo como en la forma. No es solamente abrirte en canal en las letras, ponerte hacer una terapia pornográfica para todo el mundo y hablar de tus heridas como si eso ya legitimase la música como buena. La música tiene el poder de que siempre va a sonar honesta, pero quizá no siempre como la persona que la hace querría. El mainstream está lleno de canciones que no son honestas, pero que inevitablemente te das cuenta al escucharlas de que no son honestas. Eso habla de que el arte es impepinable, de que el arte siempre va a ser un reflejo de quien tú eres. Esa es la trampa que pone la inevitable honestidad del arte: enseguida se va a notar esa falta de respeto no ya solo al espectador, sino a la música de por sí.

- P: ¿Ves la música como un trabajo?

- R: No como primera acepción, pero quizás como segunda o tercera. Puedes hacer de ella un trabajo, pero la música no es eso... es algo que nadie entiende, antiguo, tan viejo como el mar, y va mucho más allá de ser una profesión.

El cantante Leo Planell lana
El cantante Leo Planell lana 'Demian', su primer álbum de estudio. (Carla Pérez Vas)

Dejarlo todo atrás

- P: ¿Por qué has decidido llamar a tu primer álbum ‘Demian’?

- R: Es un disco que empecé a la vez que me releía el libro de Hermann Hesse, una relectura que me afectó muchísimo, porque me acompañó un montón y me sentí muy apelado por él, como si me hablase directamente. Me di cuenta de que contenía aquello de lo que yo quería hablar en el disco, que era el crecimiento y el romper un mundo por detrás para abrirse al que se abre por delante. Era bonito que uno se acompañase del otro, y rendir homenaje así a un libro fundamental en mi vida.

- P: ¿Y qué es lo que dejas atrás?

- R: Constantemente todo. Hay un punto en el que te das cuenta de lo insaciable de caminar hacia adelante en la vida y de que esta va demasiado rápido. El libro de Demian habla de que, de pequeño, te crees que todo es seguro: que tus padres son superhéroes, que siempre vas a estar protegido; estás tranquilo y duermes bien, pero a medida que vas creciendo, no hay nada que te prepare para la hostia de realidad que es crecer, asumir responsabilidades económicas y personales, descubrir tu propia oscuridad y tu propia capacidad de hacer daño.

- P: Si te identificas con Emil Sinclair, ¿quién ha sido tu Max Demian?

- R: Demian es una figura que no tiene por qué aparecer inevitablemente en tu vida y estar personificada en un ser humano con la capacidad de enseñártelo todo en el mundo: puede estar en las casualidades de la vida, en pequeñas conversaciones con tus padres, tus amigos y tus parejas. Para crear ese personaje, Hermann Hesse adapta la figura de un dios que se llama Abraxas, del que habla como un dios en el que está todo lo que existe y lo que está por existir. Con eso hay una lectura bastante fácil de hacer en el libro: puedes darte cuenta de que Demian y Sinclair son lo mismo, tal y como habla Abrazas de esa unión total en la que Dios es uno y uno es Dios, uno es el mundo y el mundo es uno... esto me parece algo muy bonito.

El cantante Leo Planell lana
El cantante Leo Planell lana 'Demian', su primer álbum de estudio. (Carla Pérez Vas)

- P: ¿Cómo se traslada todo eso a la música?

- R: De muchas formas. Creo que daría para un análisis muy largo si escucháramos el disco al completo, tanto en forma como en fondo. Por ejemplo, hay veces que juego con el concepto del estéreo a nivel de sonido, utilizando el lado derecho para que se diga ‘todo soy yo’ y el izquierdo para que se diga ‘todo eres tú’, y luego hacerlo al revés. Sabiendo de qué va el disco, sabiendo de qué va el libro y la relación entre ambos, he tomado muchas decisiones pequeñas a lo largo del disco y que lo unen todo.

- P: Si has hecho el álbum, digamos, con ese método inductivo, ¿el resultado inevitable es que acabe siendo un disco que se tenga que escuchar de seguido?

- R: Sí. Claramente, que la gente haga lo que quiera en general con su consumo de música, pero yo no puedo escuchar música si no es por álbumes. Por ejemplo, o nunca me hago playlists: me parece que los discos existen por una razón y el concepto de disco me parece totalmente mágico. Un disco de Leonard Cohen del 68 no va a sonar igual que del 2014. Leonard Cohen se toma cada disco como una oportunidad para hablar de algo durante doce canciones y construir un universo. Entonces, a mí me estimula muchísimo hacer música y poder explayarme con gran libertad entre unos límites para crear pequeños universos o ecosistemas en cada proyecto.

- P: Otra influencia que se nota mucho en el disco es la de Bon Iver. ¿Hay algún grupo o artista más?

- R: Justin Vernon (cantante de Bon Iver) es una mente a la que admiro muchísimo. Su tipo de experimentación y la de su grupo es una experimentación que nunca se pone por delante del sentimiento de una canción. Incluso en las cosas más raras y experimentales, nunca la forma va por delante del fondo y las cosas están muy unidas. Aparte de eso, el disco tiene mucho de los Beatles, aunque no tanto como quizás en este punto de mi vida, donde ya estoy abrazando un sonido cada vez más suyo. El disco tiene Beach Boys, incluso tiene partes de Frank Ocean, partes de instrumental de Axel Spring, de Radiohead... sin duda me he empapado de mucha gente.

- P: ¿Y de músicos actuales?

- R: Esto puede parecer un poco trampa porque voy a decir mis amigos, pero realmente también es porque creo que mis amigos son mis amigos por una afinidad compartida que no se puede no ver también en la música: Roy Borland, Azuleja, TRISTÁN! y Nu, son cuatro personas de las que aprendo cada día, que me inspiran y en las que veo la forma más bella de hacer música que yo tengo cerca ahora mismo.

Imágenes de 'El Mundo Delante De Ti', de Teo Planell y TRISTÁN! (Instagram)

- P: ¿Crees que se puede hablar de una generación de jóvenes músicos que están renovando el indie español ahora mismo?

- R: Sí, pero también creo que no ha sido algo tan buscado como encontrado. Podemos hablar de Rusowsky, de Mori, de Ralphie Choo, de Azuleja... gente que ha empezado en la música de forma totalmente desinteresada y sin intención de renovar nada y que la vida les ha respondido de una forma luminosísima con que hayan encontrado su público y se hayan colocado en el centro de un mapa. Creo que lo indispensable para que se sienta como una nueva escena musical ha sido la necesidad de comunidad post-COVID. Después de la pandemia estuvimos muy aislados todos entre todos, y en este momento de la historia en el que tenemos tanto miedo sobre lo que pasará en el mundo, de forma muy cíclica, mi generación ha buscado una comunidad tanto en la forma de hacer música como en la de consumirla.

- P: Con ese público encontrado, me pregunto si se puede sonar ‘indie’ en un contexto donde la palabra haya perdido su significado original.

- R: El concepto de indie y el concepto de pop son, efectivamente, tramposos. ¿El pop es un sonido o una consecuencia? Uno puede hacer una canción de pop con las leyes del pop y que suene a Madonna o a ABBA, y tener seis mil streams. Los Beatles, ABBA y Michael Jackson hacían un sonido totalmente diferente los unos de los otros y a lo que se hacía entonces, pero si consideramos que aun así hacían pop, el pop es una consecuencia. Tomando en consideración eso, es muy difícil defender y entender lo que es el indie. Estamos en un punto en el que de repente el sonido indie puede tener mucha cabida en el mainstream, tal y como estamos viendo que va el disco de Rusowsky. Ese sonido no es el pop que conocemos, pero creo que, con todo el éxito que pueda esperarle a mi disco, y aun teniendo un espíritu indie, si nos va bien, estamos haciendo pop... y me parece maravilloso.

- P: ¿Y qué éxito te gustaría tener con el disco?

- R: Ninguno en especial. Para mí el éxito está en haberlo hecho. Lo que realmente sería un regalo conseguir es que cumpliera su función de mensaje, que es la función para la que creo que sirve la música, que empieza siendo una expresión individual y acaba siendo un mensaje que lanzar al mundo. No hay por qué sacar la música, no es una condición necesaria para que cumpla su función mágica, pero al lanzarla es donde se abre a puerta a que se convierta en un mensaje y dentro de sesenta años, alguien lo recoja y se sienta menos solo. Por mí, como si pasa con una única persona.