Quién es Rusowsky, el músico revelación de la Generación Z que llena conciertos: cuando ser ‘raro’ y experimental se convierte en un éxito

El músico ha generado un consenso unánime después de su celebrada actuación en Madrid y tras erigirse con ídolo pop más allá de nuestras fronteras

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El músico Rusowsky
El músico Rusowsky

El impacto internacional de Rusowsky ha quedado patente tras la inesperada difusión de su música por parte de RM, líder de la banda surcoreana BTS, quien compartió en su cuenta de Instagram una canción en español del artista vallisoletano.

La publicación en cuestión, que superó los 5 millones de “me gusta”, puso en el centro de la escena a un músico que, hasta hace poco, era conocido principalmente en el circuito alternativo español.

El hecho de que RM, con 47,4 millones de seguidores y siendo una de las figuras más influyentes del K-pop, eligiera precisamente una obra de Rusowsky y no de nombres consagrados como Quevedo o Rosalía, ha sido interpretado como un síntoma del alcance global que ha adquirido el proyecto del joven español.

Su primer álbum, ‘Daisy’: un homenaje a Stanley Kubrick

El ascenso de Rusowsky se ha consolidado principalmente en el último año, impulsado por el lanzamiento de su primer álbum, Daisy, publicado el 23 de mayo.

El disco, compuesto por 13 canciones y con colaboraciones de artistas como Las Ketchup, Ralphie Choo y Ravyn Lenae (esta última con casi 25 millones de oyentes mensuales en Spotify), ha sido recibido como un trabajo largamente esperado por sus seguidores. Hasta entonces, el artista no había editado ningún álbum en sus seis años de carrera, lo que generó una expectación considerable en torno a este debut.

Portada de 'Daisy', el nuevo
Portada de 'Daisy', el nuevo disco de Rusowsky. (Instagram)

La relación conceptual de Daisy con la película 2001: Odisea en el espacio de Stanley Kubrick se manifiesta tanto en el título (inspirado en la melodía Daisy Bell, que suena en una de las escenas más emblemáticas del filme), como en la portada, que muestra un gorila en alusión al prólogo de la cinta.

La campaña de promoción incluyó un vídeo en el que un mono virtual interpreta la parte final de Daisy Bell, reforzando el vínculo entre el universo visual del álbum y la obra de Kubrick.

El sonido de Daisy se caracteriza por la fusión de ritmos cibernéticos y melódicos, el uso intensivo de sintetizadores y una exploración de la digitalización de las emociones.

Esta propuesta, que se desmarca de las tendencias dominantes en la música española, ha sido destacada por su originalidad y por la minuciosidad de la producción, que cuida cada detalle de las composiciones. El resultado ha superado las expectativas del público, consolidando a Rusowsky como una de las voces más singulares de su generación.

Su gran concierto en Madrid

El fenómeno se ha trasladado al directo. El reciente concierto de Rusowsky en el Movistar Arena de Madrid reunió a 15.000 asistentes, en su mayoría veinteañeros, que agotaron las entradas y convirtieron el evento en una celebración generacional.

La actuación se distinguió por la ausencia de artificios escénicos y la presencia de una banda de 12 músicos y coristas, todos uniformados con chándales claros, pelucas y gafas de sol. El propio artista, oculto tras una peluca y gafas XXL, mantuvo esa imagen durante todo el espectáculo, reforzando su aura de inadaptado y su distancia respecto a los códigos habituales del pop.

Rusowsky en su concierto en
Rusowsky en su concierto en el Movistar Arena de Madrid

La propuesta escénica de Rusowsky se aleja de la coreografía y el control obsesivo que caracteriza a otros artistas de la industria. Su actuación se percibió como una extensión de la espontaneidad y el desparpajo con que inició su carrera en su dormitorio durante la pandemia.

El repertorio transitó por el techno, el reguetón, los sonidos latinos y el hip hop, acompañado de proyecciones de vídeos caseros y memes, en una mezcla que busca la vanguardia desde un lugar genuinamente nuevo.

El concierto contó con la participación de invitados como TRISTÁN!, Latin Mafia y La Zowi, pero el momento de mayor euforia llegó con la aparición de Ralphie Choo y, especialmente, de Las Ketchup, que interpretaron junto a Rusowsky el tema JohnnyGlamour y, posteriormente, su clásico Aserejé, evidenciando la capacidad de la Generación Z para resignificar la cultura popular sin los prejuicios que marcaron a generaciones anteriores.

Rusowsky: más allá de las etiquetas

La crítica especializada ha subrayado el carácter disruptivo de Rusowsky y la naturaleza “glitch” (anomalía en el ámbito de la informática) de su irrupción en la escena mainstream, apostando por el Underground, por lo que la magnitud de este fenómeno no era previsible.

El recorrido de Rusowsky desde sus inicios en 2019 hasta llenar recintos de gran capacidad y captar la atención de figuras internacionales como RM de BTS ilustra la transformación de un músico que, partiendo de la experimentación doméstica, ha logrado conectar con públicos diversos y trascender las fronteras del mercado español.

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Con más de 6 millones de oyentes mensuales en Spotify y una propuesta que rehúye las etiquetas, Rusowsky se consolida como una de las revelaciones más singulares y coherentes de la música actual.

La autenticidad, la fragilidad y la honestidad emocional que transmite en sus letras y actuaciones han sido señaladas como las claves de su magnetismo. Temas como Altagama, Pink+Pink y Malibu ya forman parte del imaginario colectivo de una generación que encuentra en su música un espacio de libertad y experimentación.