El emocionante homenaje de Quentin Tarantino a Robert Redford: “Ninguno de nosotros estaría hoy aquí de no ser por él”

El director recogió un premio y aprovechó su discurso para dedicar unas últimas palabras al que fuese cabeza visible del Festival de Sundance, gran refugio para el talento emergente

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El cineasta habló de la
El cineasta habló de la historia que tenía preparada para ser su décima y última película (Foto: Reuters)

Aplausos estallaron la noche del domingo en el Burbank International Film Festival cuando Quentin Tarantino tomó el micrófono para rendir homenaje a Robert Redford y su papel esencial en la creación de un espacio para el cine independiente estadounidense. El cineasta, invitado de honor en el Marriott Burbank, no solo aceptó el Vanguard Award sino que ofreció un testimonio sobre cómo el legado de Redford, fallecido el 16 de septiembre a los 89 años, cambió el curso de su propia carrera y la de toda una generación de realizadores.

Redford fundó el Sundance Film Festival y el Sundance Institute, motores para el desarrollo y proyección del cine fuera de los grandes estudios. Estos espacios se consolidaron como la principal plataforma de lanzamiento para incontables voces independientes. Tarantino destacó: “Ninguno de nosotros, cineastas independientes, estaríamos donde estamos sin el Sundance Film Institute”. Su intervención evocó la profunda huella que dejó Redford, subrayando un impacto que, para Tarantino y sus contemporáneos, redefinió el panorama de Hollywood.

Rememorando su paso por Sundance en 1991, durante la gestación de su ópera prima Reservoir Dogs, Tarantino relató su asombro al encontrarse bajo la tutela de figuras como Terry Gilliam, Volker Schlöndorff y Stanley Donen: “¡Ellos estaban en mi sala de edición viendo mi primera escena en videocassette!” El director explicó que aquella experiencia fue más que educativa; fue un acto de fe colectiva en el talento emergente y un ejemplo de filantropía artística. “Había mucho dinero y mucha gente dedicando su tiempo solo para darnos una oportunidad”, contaba el director. La emoción del momento culminó en un agradecimiento explícito: “Gracias, señor Redford”.

Redford fundó el Festival de
Redford fundó el Festival de Sundance para acoger a nuevos e independientes cineastas

Tarantino y su futuro

El director no eludió momentos de vulnerabilidad. Habló abiertamente del golpe anímico que le supuso el fracaso en taquilla de Deathproof y el proyecto conjunto Grindhouse con Robert Rodriguez. “Sentí que el público era mi novia y había roto conmigo”, confesó. La difícil travesía lo llevó a buscar consejo en colegas como Tony Scott y Steven Spielberg, una muestra de su respeto por la tradición cinematográfica.

Una inquietud de mayor calado surgió cuando se enfrentó al rodaje de Django desencadenado: Tarantino dudaba sobre filmar en una plantación real y sobre el trauma potencial para los actores al interpretar roles de esclavos y esclavistas. Contó que incluso consideró Brasil como localización, hasta que un encuentro con Sidney Poitier lo sacudió. “Parece que tienes miedo de tu propia película. Supera eso, y actúa como hombre”, le aconsejó Poitier durante una cena.

Respecto al futuro, Tarantino afirmó que su próxima película —la décima— está planeada como la última, aunque matizó: “Ese es el plan. Ya veremos”. Añadió que probablemente no realice la película que consideró sobre el abolicionista John Brown y, en una nota personal, definió el adjetivo “Tarantino-esque” como “una historia criminal con tipos ingeniosos”. Rechazó la existencia del “bloqueo del escritor”, considerándolo un mito. Habrá que esperar para ver cuál decide que sea su próximo paso, pero de momento no ha perdido la oportunidad de rendir homenaje al que hizo posible que diese sus primeros.