Claudia Cardinale, la ‘reina’ del spaghetti western que triunfó en España y acabó siendo icono LGTBI

La actriz pasó por distintas ciudades para rodar y recibir homenajes donde fue venerada como una de las más grandes

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La actriz Claudia Cardinale fue
La actriz Claudia Cardinale fue venerada en España como una de las actrices más grandes

El nombre de Claudia Cardinale está asociado a algunos de los títulos más emblemáticos del cine europeo del siglo XX. De la Sicilia aristocrática en El gatopardo (1963) de Luchino Visconti a la ensoñación de (1963) de Federico Fellini, pasando por el desierto polvoriento de Hasta que llegó su hora (1968) de Sergio Leone, la actriz ítalo-tunecina encarnó a la vez la elegancia mediterránea y la fuerza de las nuevas heroínas del cine. Pero si hay un país que la acogió con entusiasmo especial, ese fue España, escenario y testigo de momentos clave de su carrera.

A mediados de los años sesenta, Cardinale descubrió hasta qué punto la capital española la veneraba. Primero llegó para la promoción de El gatopardo y La pantera rosa, títulos que la colocaban en la cima del cine europeo. En aquellas visitas se sorprendió al comprobar que la gente la reconocía casi tanto o más en Madrid que en Roma: multitudes la rodeaban en la Gran Vía, a las puertas de los cines, con un fervor que la actriz nunca olvidó.

Pero el vínculo con la ciudad se estrechó todavía más en 1964, cuando viajó a Madrid para rodar El fabuloso mundo del circo, superproducción dirigida por Henry Hathaway junto a John Wayne y Rita Hayworth. Parte del rodaje tuvo lugar en el legendario Circo Price, que reabrió sus puertas convertido en plató cinematográfico. Durante aquellas semanas, la expectación fue absoluta: los curiosos se agolpaban en la calle del Pez para ver entrar y salir a las estrellas de Hollywood y a la propia Cardinale, que alternaba escenas bajo la carpa con paseos por la ciudad. Aquella experiencia reforzó su fama en España y la situó, definitivamente, como un rostro querido por el público madrileño.

Claudia Cardinale en el teatro
Claudia Cardinale en el teatro Circo Price de Madrid junto a John Wayne y el director Henry Hathaway

Una pistolera por Almería y Burgos

Si Madrid le dio el calor de las multitudes, Almería la convirtió en símbolo de un género. Durante los años dorados del spaghetti western, la provincia andaluza se transformó en escenario natural para producciones italianas y estadounidenses. Aunque Hasta que llegó su hora se rodó en varios países, las localizaciones almerienses fueron esenciales, y Cardinale se convirtió en la presencia femenina central de la historia al interpretar a Jill McBain, la mujer que encarna la esperanza en medio de la violencia.

No fue el único western que la actriz rodó por tierras españolas, donde se acabó convirtiendo en toda una reina del género. Cardinale volvió a viajar en los años 70 para el rodaje de Las petroleras tanto por la sierra de Burgos como por Madrid junto a otra icónica actriz como Brigitte Bardot. “Me encantaba el peligro”, recordaría sobre aquel divertido rodaje en una de sus últimas entrevistas concedidas a medios españoles.

La actriz Claudia Cardinale en
La actriz Claudia Cardinale en el rodaje en Salas de los Infantes, Burgos. Fotos cedidas por la Asociación Sad Hill. SOLO USO EDITORIAL

Málaga: un homenaje que cerró el círculo

Ya consolidada como leyenda viva del cine europeo, Claudia Cardinale volvió a España en 2010 para recibir un homenaje del Festival Internacional de Cine Gay de la Costa del Sol. Con más de medio siglo de carrera a sus espaldas, allí sería reconocida nuevamente como el icono que es, pero ahora siendo madrina del festival LGTBI y presentando la película El hilo, en la que volvía a su Túnez natal y en la que reivindicaba las relaciones homosexuales. La ovación del público malagueño selló un círculo vital: la misma actriz que había sentido el fervor de Madrid en los sesenta, que había trabajado bajo la carpa del Price junto a John Wayne y Rita Hayworth, y que había compartido un baile improvisado en Almería, regresaba para recibir el reconocimiento institucional que confirmaba su estrecho vínculo con España.

Claudia Cardinale pertenece al olimpo de actrices europeas que definieron una época, junto a Sophia Loren o Brigitte Bardot. Pero su relación con España fue única: aquí vivió rodajes inolvidables, aquí fue proclamada reina del western y aquí recibió homenajes que reconocieron no solo a la estrella, sino a la mujer cercana que supo integrarse con el público. Pocas estrellas despertaron tanta pasión, y sin duda es uno de esos nombres que en España siempre será recordado con el cariño que merece, el de una de las actrices más importantes de la historia.