Un equipo de arqueólogos en busca de Cleopatra encuentra un antiguo puerto oculto bajo el agua con un túnel que da al lugar en el que podrían estar sus restos

La doctora Kathleen Martínez lleva años buscando la tumba de la última reina de la dinastía ptolemaica del antiguo Egipto

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Imágenes del puerto submarino hallado
Imágenes del puerto submarino hallado en las proximidades de Alejandría. (Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto)

En una investigación que prometía arrojar nuevas luces sobre Cleopatra VII, la última monarca del periodo ptolemaico del antiguo Egipto, una reciente expedición subacuática ha descubierto un antiguo puerto oculto bajo el agua, revelando conexiones inesperadas entre el Templo Taposiris Magna y el Mar Mediterráneo. Esta primera localización, situada al oeste de Alejandría, ha pasado a ocupar un lugar imprescindible en las pesquisas que lidera el equipo de la Dra. Kathleen Martínez, quien busca desde hace años la tumba perdida de la célebre reina egipcia.

Un eje fundamental de este hallazgo radica en la identificación de un túnel que enlaza el recinto del templo con la costa mediterránea, prolongándose hasta una zona submarina catalogada como Salam 5, donde múltiples vestigios arqueológicos sustentan la hipótesis de una intensa actividad portuaria en la antigüedad. Con el apoyo del doctor Robert Ballard y del doctor Larry Meyer, así como la colaboración de especialistas del Departamento General de Antigüedades Subacuáticas egipcio, la misión ha comprobado que la línea de costa original se hallaba a unos 4 kilómetros de la actual, multiplicando así el valor estratégico y comercial de Taposiris Magna como enclave marítimo.

Recreación digital hecha durante el
Recreación digital hecha durante el descubrimiento del puerto sumergido. (Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto)

Varios hallazgos inéditos

El Ministro de Turismo y Antigüedades, Sherif Fathy, se ha pronunciado en un comunicado señalando que estos avances revelan “la profundidad histórica y la dimensión marítima del antiguo Egipto”. También ha subrayado el hecho de que, en esta civilización, “sus costas no fueron simplemente centros de civilización, sino centros estratégicos de comunicación comercial y cultural con el mundo antiguo”. Asimismo, Fathy garantiza que su cartera continuará “apoyando estos proyectos de investigación, que arrojan luz sobre los tesoros hundidos de Egipto”.

Entre los materiales extraídos bajo las aguas y alrededores figuran anclas de piedra y metal de varios tamaños, además de una gran cantidad de ánforas y fragmentos cerámicos de la época ptolemaica. Estas piezas, junto a los depósitos de cimentación detectados previamente en el muro sur del recinto exterior del templo, confirman la presencia de una intensa y continua vida ritual y funeraria. El propio Ministerio ha avalado el hallazgo de “337 monedas, muchas de ellas con la imagen de la reina Cleopatra VII, una colección de vasijas de cerámica ritual, lámparas de aceite, recipientes de piedra caliza para alimentos y cosméticos, estatuas de bronce, un amuleto con forma de escarabajo con la inscripción ‘La Justicia de Ra ha brillado’ y un anillo de bronce dedicado a la diosa Hathor”.

La posible localización de la tumba de Cleopatra

Desde el Consejo Supremo de Antigüedades, el doctor Mohamed Ismail Khaled ha recalcado el inédito valor científico del descubrimiento: “El hallazgo de un puerto sumergido en la zona del Templo Magna de Taposiris representa un importante aporte científico a la arqueología marítima egipcia, especialmente porque no se había mencionado previamente en fuentes antiguas”. Khaled ha añadido, además, que estas evidencias “no solo amplían nuestra comprensión de la estructura económica y religiosa de esa época, sino que también confirman la posición de Egipto como centro mundial de actividad marítima durante miles de años”.

Por su parte, la doctora Kthleen Martínez ha hecho hincapié en que “estos hallazgos representan un nuevo capítulo en el estudio de la historia del área del Templo Taposiris Magna, y la misión continúa su trabajo para descubrir más secretos y riquezas de esta área arqueológica”. El equipo considera que la suma de restos materiales y estructuras sumergidas no solo retrotrae la construcción de los muros principales del templo al siglo I a. C., sino que permite revisar la hipótesis de que este enclave fuera escogido como posible lugar de reposo para Cleopatra y su círculo. La reina falleció en el año 30 a.C. y, según las fuentes clásicas, habría sido enterrada junto a su amante Marco Antonio en una tumba de algún lugar de Alejandría. La doctora Martínez cree, en cambio, que en realidad los restos se encuentran apartados de la ciudad, pues el objetivo es que no fueran profanados por su archienemigo Octavio.

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A mayor profundidad en las excavaciones también se han identificado restos de un templo de época griega que data del siglo IV a. C., destruido hacia el siglo II a. C. o principios de nuestra era, lo que refuerza la idea de una sucesión de capas culturales superpuestas a lo largo de los siglos.